¿Se puede cocinar un pollo lanzándole hielo? Aparentemente, esta pregunta no tiene ningún sentido. Sin embargo, últimamente se la han hecho muchas personas en Reddit. No es tan raro, pues ya se descubrió que, en cierto modo, se puede cocinar un pollo a bofetadas. Ya nos podemos esperar cualquier cosa.
En un artículo sobre este tema publicado por IFLScience, recuerdan que, en realidad, la energía térmica y la cinética no son tan diferentes. La térmica es la que se asocia a los cambios de temperatura y la cinética al movimiento; pero, como veremos más adelante, sí que tienen algunos puntos en común.
Por lo tanto, si se puede cocinar un pollo con la energía cinética de un montón de bofetadas, no sería tan extraño hacerlo también lanzándole un montón de hielos. Pero, más que por el cambio de temperatura en sí, por los impactos que supondría.
Bofetadas para cocinar un pollo
Para cocinar un pollo necesitamos energía térmica, ya que se le debe proporcionar calor. Cuando calentamos algo, las partículas en su interior se mueven muy deprisa sin seguir ningún tipo de orden. Es un movimiento rápido y caótico. Por lo tanto, si le damos muchas bofetadas o una bofetada muy fuerte a un pollo, ¿lograríamos que las partículas en su interior se moviesen lo suficiente para calentarlo hasta el punto ideal de cocinado?
En 2019, un estudiante de física llamado Parker Ormonde hizo los cálculos. Tuvo en cuenta que una mano humana pesa de media unos 400 gramos y un pollo asado 1 kg. También señaló que la capacidad de calor específico de dicho pollo es de 2.720 J/kgºC y que para cocinarlo se deberían alcanzar los 205 ºC partiendo de 0ºC, con el pollo recién sacado del congelador. El calor específico es la cantidad de calor que hay que suministrar a una unidad de masa de una sustancia concreta para elevar su temperatura una unidad.
Teniendo todo esto en cuenta, utilizó una fórmula que relaciona la energía cinética con la térmica. Es esta: 1/2mv2=mcT, donde las m se corresponden con la masa del objeto que se mueve (la mano) y la del que se quiere calentar (el pollo), la v con la velocidad, la c el calor específico y la T la temperatura.
Sustituyendo cada parámetro, obtuvo que la velocidad a la que se debe mover la mano es de 1.665,65 m/s. Un poquito rápido hasta para el mismísimo Rafa Nadal. Ahora bien, ¿y si en vez de una bofetada muy rápida se probase a cocinar el pollo con muchas bofetadas?
El youtuber Louis Weisz quiso responder a esta pregunta, pero ya no con cálculos, sino con una máquina que imita las bofetadas humanas. Si tuviésemos que hacerlo nosotros acabaríamos con la mano cansadísima. No hay más que ver que consiguió cocinar más o menos el pollo, pero le hicieron falta 135.000 bofetadas.
¿Qué tiene que ver eso con el hielo?
Si dejásemos caer muchísimos cubitos de hielo a gran velocidad encima del pollo ocurriría algo similar a las bofetadas. En este caso quizás se tardaría más, porque el hielo disminuiría la temperatura y, además, a medida que se derritiese aumentaría el volumen de agua, que tiene su propio calor específico, y sería más complicado calentar el pollo.
Por lo tanto, si tenemos que elegir, sería mucho mejor la máquina de bofetadas de Weisz.
Si no vas a cocinar el pollo bien, no te lo comas
Todos estos experimentos son muy simpáticos y nos ayudan a entender mejor cómo funciona la física. Sin embargo, también hay que dejar claro que para que sea seguro comernos un pollo se debe cocinar bien por dentro. No vale una temperatura demasiado alta, ya que se cocinaría muy rápido por fuera y quedaría crudo por dentro. Es mejor una temperatura constante alta, pero no demasiado, para que se cocine bien por todas partes.


El pollo mal cocinado puede portar bacterias como Salmonella Enteritidis, Staphylococcus aureus, Campylobacter jejuni y Listeria monocytogenes. Se multiplican muy rápido y pueden causar enfermedades bastante graves, por lo que es mejor que no nos la juguemos. Déjate de hielo o bofetadas y enciende el horno.
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