ASÍ SE COMBATE EL MAL OLOR EN TODO EL CUERPO

●       58% de las personas buscan opciones que les hagan sentir frescos y seguras en su día a día

El sudor es una de las funciones más naturales del cuerpo humano: nos ayuda a regular la temperatura y a mantenernos en equilibrio. Sin embargo, cuando se combina con bacterias en la piel puede generar mal olor. Combatirlo en todo el cuerpo es una necesidad, porque no solo ocurre en las axilas, también en zonas como la espalda, el pecho, los pliegues, los muslos o los pies.

De acuerdo con estudios recientes, 58% de las personas buscan prevenir el mal olor, incluso un 25% ya ha intentado evitar el mal olor en otras partes del cuerpo más allá de las axilas.

El reto es que hasta ahora, la mayoría de las soluciones han sido improvisadas: talcos para bebé, fragancias en spray o prendas más gruesas que, lejos de resolver el problema, muchas veces generan incomodidad. Además, no existen productos convencionales diseñados específicamente para aplicarse en todo el cuerpo de forma segura y eficaz.

Hoy, esa realidad empieza a transformarse. Ya existen en el mercado propuestas desarrolladas para ofrecer protección integral contra el mal olor en diferentes partes del cuerpo. Una interesante es Rexona All Body Deo, que se adapta al microbioma de la piel y detiene el mal olor desde su origen. Más allá de la innovación, los expertos recomiendan algunos hábitos sencillos para mantener la frescura y la confianza durante todo el día:

• Usa prendas transpirables: opta por telas ligeras como algodón o lino que permitan la ventilación y eviten la acumulación de sudor.
• Cuida la higiene de todas las zonas: no solo se trata de bañarse, sino de secar bien los pliegues del cuerpo para evitar la proliferación de bacterias.
• Elige productos diseñados para todo el cuerpo: no todos los desodorantes están pensados para aplicarse más allá de las axilas; busca fórmulas seguras y dermatológicamente probadas.
• Nutre tu piel: una piel hidratada y equilibrada es menos propensa a irritaciones y olores.

El sudor puede ser inevitable, pero el mal olor no. Actualmente, la ciencia ofrece opciones prácticas y seguras para mantenernos frescos en todo momento.