Trucos para que no explote el vaso de agua en el microondas

Algunos medios de comunicación españoles se están haciendo eco de las precauciones lanzadas por la FDA de Estados Unidos en diciembre de 2023 para que la población evite quemaduras al calentar agua en el microondas. Como bien señalan desde la institución americana, el líquido puede sobrecalentarse y estallar abruptamente una vez que lo saquemos del aparato, lo removamos o le añadamos té, café o cualquier otro producto. Se conocen muchos casos de quemaduras por este motivo. De hecho, a pesar de lo que puede parecer después de estas publicaciones, no es algo que se acaba de descubrir. De hecho, la FDA no ha sido la primera en alertar al respecto.

Todo esto ocurre por un fenómeno conocido como sobrecalentamiento. A grandes rasgos, al calentar el agua en el microondas su temperatura se eleva por encima de los 100 ºC sin que llegue a hervir. Para que empiece la ebullición se necesitan las primeras burbujas, que pueden producirse simplemente con el movimiento de sacar el vaso del microondas o incluso al añadir un poco de café soluble. En ese caso el agua rompe a hervir, liberando una gran cantidad de energía de golpe y pudiendo causar quemaduras graves.

La parte buena de todo esto es que hay algunos trucos para evitar que suceda. No tenemos que decir adiós a hervir el agua en el microondas. Simplemente hay que recurrir a esos pequeños hacks que nos hacen la vida más fácil y, en este caso, más segura.

¿Por qué puede ser peligroso calentar agua en el microondas?

Veamos más detenidamente a qué se debe el riesgo de calentar el agua en el microondas. Cuando la calentamos en una olla o un cazo suceden tres cosas que no ocurren cuando metemos un vaso de agua en el microondas.

En primer lugar, el calentamiento ocurre desde abajo, donde está la fuente de calor. Por otro lado, el calentamiento es mucho más lento que al poner un cazo al fuego. Y, para terminar, por lo general las paredes de cualquier cacerola, tetera o recipiente por el estilo serán más rugosas que las de un vaso o jarra de cristal o cerámica.

Para que el agua rompa a hervir se necesitan dos cosas. Para empezar, que llegue a 100 ºC, ya que esta es su temperatura de ebullición. Y, además, que se formen burbujas sobre otras burbujas o sobre una partícula que sirve como núcleo. Ocurre algo similar a lo que pasa cuando se forman las nubes. Es necesario que en la atmósfera haya partículas sobre las que se van agrupando las moléculas de agua. 

El calentamiento en microondas es muy distinto

Un microondas calienta los alimentos mediante ondas electromagnéticas que interaccionan con las moléculas de agua, provocando que se muevan rápidamente y generen calor. Así es como se calientan los alimentos. A veces puede ocurrir que la energía que se genera en el proceso sea absorbida por el recipiente. Por eso a veces calentamos una taza de café y esta se pone ardiendo, pero su contenido sigue frío. Con las ollas no pasa lo mismo, porque el calor se distribuye por igual por todo el contenido. 

Todo el proceso ocurre muy rápidamente. Por eso, en el caso de calentar agua en el microondas, puede que se superen los 100 ºC sin que el líquido haya absorbido suficiente energía para la formación de burbujas. Si el agua ya contuviese el café soluble, por ejemplo, las partículas pueden servir como núcleo para facilitar la formación de burbujas. Si las paredes del recipiente no fuesen lisas, se podrían quedar atrapadas burbujas que también ayudarían a que se formen más. Pero si no ocurre nada de esto, al sacar el agua del microondas el más mínimo movimiento hará que empiece a hervir de golpe.

Apúntate estos trucos

Hay varios trucos que se pueden seguir para evitar accidentes al calentar agua en el microondas. El primero es introducirla con el café, el azúcar o lo que sea que se le va a añadir después. Así tenemos partículas para la nucleación.

Por otro lado, se puede añadir un palito o cucharilla de madera al vaso, de tal manera que se añada una superficie extra para que se formen burbujas. 

También se puede esperar un poco a que se atempere el agua antes de abrir el microondas. O incluso abrirlo y, con un palo largo, mover el líquido desde fuera. Sobre todo, es importante, una vez que la sacamos, manipularla con precaución por lo que pudiera pasar. 

Así, podremos seguir calentando el agua en el microondas sin problemas. La clave no está en dejar de hacerlo, sino en entender lo que puede pasar y actuar en consecuencia.