Caos en el Parlamento estatal de Erfurt, capital del estado federado de Turingia. Allí, el partido Alternativa para Alemania (AfD) se convirtió en la facción más fuerte en las elecciones regionales a principios de septiembre. Su diputado Jürgen Treutler, de 73 años, es el miembro de mayor edad del parlamento estatal. Por eso, le correspondió presidir la primera sesión el 26 de septiembre. El politico se negó a permitir mociones y votaciones del pleno.
La facción de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) recurrió al Tribunal Constitucional de Turingia y tuvo éxito: en la sesión, que prosiguió dos días después, el cristianodemócrata Thadäus König fue elegido nuevo presidente del Parlamento regional, que está debatiendo cómo seguir tratando a la AfD.
AfD: “Agresivo y combativo”
Georg Maier (SPD), diputado y ministro del Interior interino, declaró en la plataforma de Internet X, el mismo día del escándalo, que se están tomando medidas para prohibir al partido AfD ante el Tribunal Constitucional: “Los acontecimientos de hoy en el Parlamento de Turingia han demostrado que la AfD actúa contra el parlamentarismo de manera combativa y agresiva. Creo que se cumplen los requisitos para que se produzca un procedimiento de prohibición”.
La Constitución alemana establece en el artículo 21: “Los partidos que, basándose en sus objetivos o en el comportamiento de sus partidarios, tengan como objetivo menoscabar o eliminar el orden fundamental libre y democrático o poner en peligro la existencia de la República Federal de Alemania, son inconstitucionales. “
El partido NPD no fue prohibido
En 2017 fracasó un intento de prohibir el Partido Nacional Democrático de Alemania (NPD), que luego pasó a llamarse “Die Heimat” (La Patria).
En la fundamentación de la sentencia, el NPD fue calificado entonces de inconstitucional, pero también de insignificante desde el punto de vista político: “En sus más de cinco décadas de existencia, el NPD no ha podido estar representado permanentemente en un parlamento estatal”. Además, se dijo entonces que los demás partidos aún no estaban dispuestos a formar coaliciones o incluso a cooperar de manera selectiva con el NPD.
AfD: establecido, pero sin perspectivas de participar en el gobierno
Si se toman estas frases centrales de la sentencia del Tribunal Constitucional Federal como punto de referencia para un posible procedimiento de prohibición de la AfD, se observa una diferencia con respecto al antiguo partido NPD: la AfD se ha consolidado en el Bundestag en 14 de los 16 parlamentos regionales. Sin embargo, y al igual que ocurría con el NPD, ningún otro partido está dispuesto a formar coalición con la AfD. Por tanto, no tiene perspectivas realistas de participar en un gobierno.
Pero ya antes del escándalo en Turingia, Marco Wanderwitz, de la CDU, propuso que todos los partidos votasen en el Bundestag sobre la prohibición de la AfD. El cinco por ciento de los diputados tendría que apoyar su iniciativa, es decir, 37 de 733. Wanderwitz dijo en junio al diario taz que ya contaba con esa cifra.
Antecedente judicial
Ahora, el político explicó al mismo medio que están esperando la fundamentación por escrito de la sentencia del Tribunal Administrativo Superior de Münster (Renania del Norte-Westfalia), que en mayo confirmó la decisión de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución clasificar a la AfD como sospechosa de ser de extrema de derecha.
“Cuando se conozcan los fundamentos de la sentencia, la examinaremos detenidamente y luego presentaremos nuestra solicitud de prohibición de forma actualizada y bien fundada”, afirmó Wanderwitz. Cuando llegue la fecha prevista para la votación en el Bundestag, la mayoría tendría que votar a favor de presentar una propuesta de prohibición de AfD. Sobre ella tendría que decidir el Tribunal Constitucional Federal.
Los expertos evalúan las posibilidades de éxito de diferente manera. Hendrik Cremer, del Instituto Alemán de Derechos Humanos en Berlín, cree que ”si se mira de cerca a la AfD, hay que llegar a la conclusión de que se dan las condiciones para una prohibición”.
El abogado constitucionalista Azim Semizoğlu, de la Universidad de Leipzig, es más escéptico: “No se puede concluir que, si un partido es clasificado claramente de ultraderecha, también sea inconstitucional en el sentido de la Ley Fundamental en un procedimiento de prohibición de partidos”, subraya.
El presidente del Consejo Central de los Judíos de Alemania, Josef Schuster, quien participa desde hace mucho tiempo en el debate sobre la prohibición de la AfD, dijo antes de las elecciones estatales del 22 de septiembre en Brandeburgo al diario Tagesspiegel: “Las personas que hoy votan a AfD no desaparecen simplemente, tampoco podemos ignorarlas”. Por eso, no considera que una prohibición sea el método adecuado para apartar a los votantes de la AfD de esa ideología.
(rmr/ems)
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