Pyongyang avanza en sus capacidades de espiar digitalmente a sus ciudadanos, según un estudio

Seúl/Un estudio publicado este miércoles por un grupo de investigación de EE UU analiza las capacidades y avances por parte del régimen norcoreano a la hora de espiar electrónicamente a sus ciudadanos, ante la creciente adopción de tecnologías digitales en el hermético país asiático.

Pyongyang “está desarrollando capacidades de vigilancia que abarcan diversas facetas de la vida pública y privada”, asegura el análisis, realizado por 38 North, programa especializado en Corea del Norte del Instituto Stimson.

“Si bien es posible que el Estado aún no tenga capacidad de usar plenamente todos los datos que puede recopilar, está avanzando hacia una vigilancia de sus ciudadanos aún más estricta, potenciada por la tecnología digital”, añade el documento.

“Nos preguntamos si Corea del Norte está aprovechando la tecnología (de vigilancia) digital que ha desarrollado China”

“Nos preguntamos si Corea del Norte está aprovechando la tecnología (de vigilancia) digital que ha desarrollado China (su principal socio comercial) para complementar su ya de por sí exhaustivo sistema de vigilancia”, explicó Martyn Williams, autor del estudio junto a Natalia Slavney, en una presentación por Zoom.

Para el estudio los autores analizaron las investigaciones sobre tecnologías de vigilancia aparecidas en publicaciones académicas norcoreanas, revisaron qué cobertura se ha dado a estas tecnologías en los medios norcoreanos y además entrevistaron a 40 norcoreanos que han huido del país en los últimos años, además de encuestar a un centenar de 10 provincias diferentes que aún residen en el país.

Los norcoreanos pueden a día de hoy usar varios métodos de pago electrónicos con teléfonos inteligentes u ordenadores, cuentan con decodificadores que ofrecen contenidos televisivos –producidos por el Estado– adicionales y a la carta o con tarjetas electrónicas para usar el transporte público y cada vez se ven más cámaras de vigilancia en carreteras, aulas o fábricas, según el análisis.

Estos avances, especialmente destacables en Pyongyang, hacen que la huella digital de los norcoreanos vaya en aumento y brinda al Estado, que además lleva años investigando y desarrollando tecnología y bases de datos biométricas, la posibilidad de reforzar la vigilancia electrónica.

Sin embargo, apuntan los autores, el Estado no posee aún la capacidad de verlo todo, por factores como el hecho de que el suministro de electricidad es inestable, y a su vez porque el país ya tiene una exhaustiva red de inteligencia humana para vigilar y espiar a los ciudadanos, que va desde las altas instancias, pasando por las fuerzas de seguridad, hasta los comités vecinales conocidos como “inminban”.

“La continuada adopción de tecnología digital amenaza con borrar muchos espacios”

Aunque “existen pequeños espacios que permiten a los norcoreanos participar en actividades ilícitas, consumir contenidos extranjeros y criticar al Gobierno en privado”, la investigación apunta que “la continuada adopción de tecnología digital amenaza con borrar muchos de estos espacios”.

“Nunca es demasiado pronto para empezar a poner el foco en este terreno”, indicó por su parte en la presentación en línea del informe Natalia Slavney, tras subrayar otra de las preocupantes conclusiones del estudio: los ciudadanos norcoreanos, ya de por sí sometidos a un estricto espionaje por sus conciudadanos, además “saben muy poco sobre los peligros de la vigilancia digital”.