Desde la Tarea Ordenamiento, los precios en Cuba han subido un 223% y el doble en el mercado informal

El tomate, un alimento antes considerado “de pobres” en Cuba, se consolida como artículo de lujo después de acumular meses de subidas. Este producto es el que registra el mayor aumento en diciembre, un 15,5%, y tira hacia arriba el índice de precios al consumidor (IPC) del último mes del año, que alcanzó un 3,4%, mientras la inflación anual en el mercado formal cerró con un aumento del 31,4%.

Aunque la subida total de 2023 es menor que la de 2022, que acabó con un aumento de precios del 39%, y casi la mitad que en 2021 (77%), la subida es imparable y revela que, desde la Tarea Ordenamiento, los cubanos pagan un 223% más por bienes y servicios.

De todos los segmentos analizados por la Oficina de Nacional de Estadística e Información (Onei), los alimentos son el tercer grupo en aumento anual (un 36,36%), aunque este mes subieron más que nunca, un 5%, y son, de lejos, los que más impacto tienen en la vida diaria de los ciudadanos. Dentro de esta categoría, después del tomate, destacan las subidas de la col (11,7%), el cerdo (9,4%), el queso proceso, sucedáneo de queso fundido, (8,7%) y blanco (8,5%), la lechuga (8,6%), la leche en polvo (5,8%), los huevos (3,9%) y el jamón (2,9%).

Los frijoles, como había detectado 14ymedio, que recopila precios de los mercados de la Isla cada semana desde su fundación hace 10 años, dan un respiro

Los frijoles, como había detectado 14ymedio, que recopila precios de los mercados de la Isla cada semana desde su fundación hace 10 años, dan un respiro. Así lo certifican las cifras oficiales, que establecen la caída en un 2,4% para el negro y un 1,7% para el colorado. La cara negativa es que hasta noviembre acumulaba al menos cuatro meses de subidas de dos dígitos. Si se comparan los registros de este diario con los de hace un año, la libra de frijol colorado costaba 185 pesos en el mercado de 17 y K de La Habana a finales de diciembre, frente a los 400 de este martes.

La división que más aumentó sus precios este año fue la de restaurantes y hoteles, que incluyen comidas para llevar, lo que supone un gran impacto nuevamente en la alimentación. En todo el año, la subida asciende al 47%, con crecimientos este mes de 3,13% para la merienda, 3,04% el desayuno, 2,7% el almuerzo, 1,95% los preparados para llevar y 1,8% el refresco.

Frente a otros meses en los que se destacan los transportes, que con un 37% de subida anual son los segundos servicios que más subieron, este diciembre no se desgranó ese área, cuya subida fue apenas del 0,36%, antesala de las futuras subidas anunciadas dentro del paquete de ajuste del Gobierno.

En cambio sí aparece el detalle del grupo de servicios que tuvo un fuerte efecto en la inflación del último mes del año. Se trata de los vinculados con la higiene y belleza, que subieron en altos porcentajes, un 5,7% los tintes, 4% el desodorante, 3% el champú, 3,2% el acondicionador y 1,8% el perfume.

Las bebidas alcohólicas y el tabaco es el único apartado que ha bajado significativamente este año, un 17% menos que en 2022, aunque precisamente este diciembre está entre los que más aumentó, con una variación del 1,7%. La caída del precio del tabaco durante todo el año es la que permite que este grupo registre una bajada, precisamente el más perjudicial desde el punto de vista de la salud.

La caída del precio del tabaco durante todo el año es la que permite que este grupo registre una bajada, precisamente el más perjudicial desde el punto de vista de la salud

En cuanto al resto, todos los apartados subieron ligeramente este mes, aunque si se va al detalle anual se encuentran grandes diferencias y se puede percibir cómo esas pequeñas alzas mes a mes acaban suponiendo un acumulado significativo al final del año. En 2023 se encarecieron bienes y servicios, 23,9%; educación, 20,8%; servicios de la vivienda, 20,3%; muebles y artículos del hogar, 15,2%; recreación y cultura, 9,8%; prendas de vestir 6,15%, salud 1% y comunicaciones, 0,5%.

Para hacer la comparación con el mercado informal, los datos más recientes del economista estadounidense Steve Hanke, de hace seis días, establecen un 61% de inflación en 2023, lo que supone una caída de más de la mitad frente a 2022, cuando la calculó en un 140%, pero a la vez es el doble de lo que ocurre en el mercado formal, muy desabastecido.

En cuanto al peso cubano, según Hanke, su posición en la lista de monedas más devaluadas mejora y ya tiene 11 países por delante, lo que no puede tapar el hecho de que la moneda nacional se ha depreciado más de un 91% desde el inicio de la Tarea Ordenamiento, en enero de 2021, al pasar de 24 por un dólar (tasa oficial) a 275 en el mercado negro.

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