La Unión Eléctrica de Cuba culpa a la mala calidad del combustible por los apagones

La plana mayor de la Unión Eléctrica (UNE) compareció este jueves en el programa Mesa Redonda para lamerse las heridas tras dos meses de apagones e identificar la raíz de sus problemas: la mala calidad del combustible que está recibiendo la Isla –además del que produce en sus refinerías a partir del petróleo importado– y las dificultades “logísticas” para transportarlo. 

Lázaro Guerra, la cara pública de la UNE y su director técnico, alegó que el traslado del combustible ha estado “apretado”, y que llega a las gasolineras y centrales con muy pocos días de antelación, lo cual incide en la estabilidad de los servicios. El talón de Aquiles de la empresa, reconoció el funcionario, está en la primera quincena de cada mes y tiene que ver con la transportación marítima de fueloil, indispensable para arrancar las centrales termoeléctricas, que usan crudo nacional para producir electricidad, mientras las patanas contratadas a la empresa turca Karpowership y los generadores usan exclusivamente fueloil o diésel.

Pero incluso cuando el transporte funciona, la calidad del producto es la que falla. “El combustible tiene especificaciones técnicas. El que se ha podido importar y se ha producido en nuestras refinerías, en algunas ocasiones no cumple y hay que hacerle un tratamiento para que pueda ser consumido”, explicó.

Las autoridades de la Isla no compran combustible de mejor calidad por la “situación financiera nacional”, lamentó Guerra

Las autoridades de la Isla no compran combustible de mejor calidad por la “situación financiera nacional”, lamentó Guerra, que obliga a acceder a lo más barato, sobre todo en el caso del diésel, el “más costoso”. No obstante, insistió, “el país ha hecho un esfuerzo muy grande para tener el financiamiento y pagar los buques”.

Cuando no se puede comprar ni trasladar combustible al ritmo necesario, el resultado es el corte eléctrico: solo en noviembre, “se llegó a 1.100 megavatios (MW) de apagón”, resumió el directivo, además de que todos los mantenimientos de las instalaciones previstos fueron aplazados o suspendidos.

Sin embargo, Guerra no dejó que el panorama crítico que acababa de describir ensombreciera sus previsiones para el fin de año. Con el voluntarismo habitual, aseguró que “la tendencia en el tema del combustible ha mejorado”, y “prácticamente todas las centrales tienen combustible”. Eso sí, pidió a los clientes de la UNE que tuvieran paciencia, pues la unidad 1 de la termoeléctrica Felton, en Holguín, está a punto de salir de circulación para un mantenimiento tras 210 días de actividad continua.

“¿Por qué no especificó Guerra si el fueloil defectuoso se produjo en Cuba o fue comprado a sus socios petroleros en el extranjero?”

Las explicaciones de la UNE han dejado más preguntas que respuestas entre los cubanos, y algunos expertos han detectado varias incoherencias en la comparecencia de Guerra. “Son la Unión Cuba-Petróleo (Cupet) y CubaMetales –ambas encargadas de la logística a la que aludió Guerra– quienes deben dar la cara en la Mesa Redonda para dar una solución al problema, no la UNE”, valora Jorge Piñón, especialista de la Universidad de Texas, en conversación con 14ymedio.

La dificultad, deduce Piñón a partir de las declaraciones de los directivos, está sobre todo en la calidad del fueloil. “¿Por qué no especificó Guerra si el fueloil defectuoso se produjo en Cuba o fue comprado a sus socios petroleros en el extranjero?”, se pregunta el experto, quien también reclama a la UNE que revele si esto es un problema nuevo o si se ha vuelto constante.

“¿Es un problema la calidad del petróleo crudo importado de Venezuela y México que se procesa en las refinerías cubanas, o son las refinerías de la Isla las que no pueden producir el fueloil con la calidad requerida? ¿Por qué no se soluciona el problema en su punto de origen, ya sea Cuba o Venezuela?”, insiste Piñón.

“La UNE es apenas el cliente de Cupet y CubaMetales, y debe demandar un producto que cumpla con sus especificaciones”, subraya. ¿Cómo? Exigiendo en sus contratos que el combustible tenga la calidad requerida, y que cuando esto no ocurra Cupet y CubaMetales compensen su mal trabajo.

“La UNE es apenas el cliente de Cupet y CubaMetales, y debe demandar un producto que cumpla con sus especificaciones”

En el programa también fue entrevistado el director general de la UNE, Alfredo López, cuya intervención –pese a manejar números y previsiones– fue más ambigua que la de Guerra. El directivo advirtió de que los clientes también tenían culpa del déficit, pues su empresa está cargando, desde julio, con la sobrecarga de quienes conectaron sus aires acondicionados y pusieron a cargar sus motos eléctricas. “Estamos a favor de los dos, pero, sin dudas, han tenido un alto impacto en el consumo de electricidad”, dijo.

Haciendo de tripas corazón, invitó a los cubanos a constatar que, si comparan la situación actual con la del mismo período del año anterior –uno de los más funestos de la historia energética de la Isla–, verán que hay una disminución del 10% de los apagones. No obstante, el Sistema Eléctrico Nacional perdió cuatro valiosas unidades en las últimas semanas, pertenecientes a las centrales de Felton, Renté, Nuevitas y Mariel.

Al final de su intervención, López elogió la “inteligencia, consagración, heroicidad y entrenamiento” de Cupet. “Ha sido extraordinario”, comentó. “Si no fuera por su colectivo, hubiesen más apagones”.

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