La crisis de la industria alimentaria deja en un limbo laboral a más de 2.000 cubanos cada mes

En los últimos 12 meses, alrededor de 25.200 cubanos involucrados en la pesca y la elaboración de alimentos han estado al menos 30 días sin trabajar, por la escasez de materias primas o insumos. El sindicato de la Industria Alimentaria y la Pesca aseguró a la prensa oficial que, como promedio, 2.100 de sus afiliados quedan “interruptos” cada mes.

Jorge Luis Fajardo, secretario general del sindicato, señaló que, de sus 116.000 trabajadores inscritos, 3.500 no lograron incorporarse a ningún empleo durante el último año y –como prefiere camuflarlo el funcionario– estuvieron “disponibles”, a la espera de una plaza en la industria.

“Estamos obligados a encontrar alternativas que nos generen mayor empleo e ingresos”, dijo Fajardo al periódico oficialista Trabajadores, al tiempo que reconoció que, durante la próxima conferencia nacional del sindicato, que se celebrará en noviembre, la situación del paro es el tema más acuciante a tratar.

En cuanto a las diversas empresas nacionales que controlan la elaboración de todo tipo de productos, cerca de una docena de ellas se encuentra produciendo con pérdidas. Fajardo mencionó, como ejemplos, a la industria láctea, la molinera, la de aceites, además de la totalidad de las sucursales provinciales vinculadas a la industria alimentaria y que están adscritas al Poder Popular.

“Por ejemplo, las empresas lácteas que fabrican yogur para la población, mientras más produzcan más pierden, algo contrario a toda lógica. Nosotros sabemos que el aumento de los precios de venta provocaría un alza del precio a la población, pero a eso hay que encontrarle una salida”, señaló el secretario.

Fajardo explicó también que, obligadas a comprar las materias primas a precio de mercado y luego vender la producción a precios impuestos por el estado para la población, es normal que los números de las industrias permanezcan en rojo. “Lo que provoca que sus trabajadores –unos 17.000– solo puedan acceder a su salario escala sin posibilidad de (obtener) utilidades, ni a pagos por resultados”, añadió.

“Hay empresas de comercio que tienen deudas de más de 100 millones con lácteos y cárnicos nuestros y eso nos afecta mucho”

“Hay empresas de comercio que tienen deudas de más de 100 millones con lácteos y cárnicos nuestros y eso nos afecta mucho”, continuó el funcionario, que señaló que los impagos eran un lastre importante para el buen funcionamiento del Ministerio de la Industria Alimentaria y sus industrias.

A ello se suma la intrincada burocracia que, según Fajardo, muchas veces entorpece la toma de decisiones y responsabilidades. Es el caso de las empresas provinciales, subordinadas doblemente al Ministerio de la Industria Alimentaria y a los gobiernos territoriales. “Deportivamente hablando, es como una bola que cae entre dos, en el suelo, lo que diluye la responsabilidad, y contribuye a que no sea mejor la atención a esos trabajadores, su salario, etcétera.”, refirió.

El sector de la alimentación no es el único que no satisface a sus empleados en términos de beneficios laborales o plazas. Según la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (Onei), desde 2021 –cuando fue aprobada la Tarea Ordenamiento– el sector de salud perdió 12.065 médicos y 3.246 enfermeros; y el de la educación superior, 1.375 profesores. La mayoría abandonaba los puestos de trabajo por los bajos salarios, las precarias condiciones laborales o por la oportunidad de abandonar el país.

Solo en 2022, el sector de la ciencia e innovación tecnológica perdió 2.000 operarios, mientras que el de la asistencia social vio marcharse a la no desdeñable cifra de 22.000 profesionales. Finalmente, si se suman los técnicos y otra clase de trabajadores, ese año la salud perdió un total de 31.308 personas.

La Encuesta Nacional de Ocupación que realiza la Onei reveló, además, que el 8,1% de los desocupados en Cuba –unas 6.860 personas– son profesionales que esperan, sin lograrlo, “congeniar una opción salarialmente atractiva con sus capacidades y experiencias”.

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