En las calles de La Habana se busca pollo. Después de unos meses en los que el aumento de los negocios privados había mejorado la disponibilidad de la carne del ave, una de las más codiciadas en la Isla tras renunciar primero a la de res y luego a la de cerdo, las cosas han vuelto a empeorar. El producto se encuentra, pero las partes más solicitadas escasean.
La queja va de boca en boca por la capital: los cuartos de pollo se ven con frecuencia, pero la pechuga o el animal entero no son fáciles de encontrar. No se sabe si hay relación de causalidad, pero el economista Pedro Monreal, que da seguimiento a las importaciones de este alimento desde EE UU, adelantó este martes un desplome en las compras compatible con esa percepción de disminución que hay entre la población.
El mes de septiembre, EE UU vendió a la Isla 11.954 toneladas de carne de pollo, una cantidad que incluye el que va para el Estado y el que venden las mipymes, un 66% menos que el mes anterior, cuando exportó 35.117 toneladas. El valor ascendió en total a 14,4 millones de dólares, un 61% menos que en agosto, cuando se gastaron 37 millones de dólares.
“Hace tres días vi una caja de pechuga a 110 MLC (moneda libremente convertible)”, relata Miriam escandalizada. “Por supuesto, ahí estaba muerta de risa, nadie compra eso”
El precio ha subido considerablemente en comparación con el del mes anterior, un 15,2%, cuando un kilo costaba 1,05 dólares. En septiembre, su valor en puerto de embarque ascendía a 1,21 dólares el kilogramo.
En las bodegas estatales no se vendía nada de pollo este miércoles. “Hace poco todavía se podía conseguir en las mipymes, ferias y demás, a unos 250 pesos la libra”, cuenta Miriam, una ama de casa habanera a 14ymedio. “Casualmente, ayer lo compré en un negocio privado, en el Parque Trillo a 275 la libra, pero en otras mipymes está hasta a 350 o 360″, afirma cansada.
En los últimos meses, los cubanos habían notado un ligero descenso en los precios de la carne de ave que incluso se reflejaban en las cuentas públicas. En el Índice de Precios al Consumidor de septiembre se reflejó la influencia de la bajada de este producto, un -1,39%, en la contención de la inflación de ese mes. Pero el efecto, provocado también por el aumento en los privados de otros alimentos importados, podría tener los días contados.
“Hace tres días vi una caja de pechuga a 110 MLC (moneda libremente convertible)”, relata Miriam escandalizada. “Por supuesto, ahí estaba muerta de risa, nadie compra eso”.
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