Los reyes de la NBA: los Boston Celtics estrenan su histórico anillo con una exhibición
La historia del baloncesto se hizo real. El 18º título de campeón de la NBA de los Boston Celtics, la franquicia más laureada de todos los tiempos tras superar a sus enemigos íntimos Los Ángeles Lakers, ya cuelga de su lugar natural, el techo del TD Garden. Acompañando a las de los mitos del blanco y negro Bill Russell o Bob Cousy, y a las ochenteras, que comandó el mito Larry Bird. El título de los Jason Tatum, Jaylen Brown y compañía es la nueva ilusión en unos Celtics que volvieron al baloncesto para decirle a la NBA que la sed de títulos sigue intacta pese a tener el anillo en su dedo.
La NBA abrió su batalla con el Opening Night, esa noche que solo tiene comparación en las propias finales, el All-Star y ahora la NBA Cup de Las Vegas. Y Boston enseñó al mundo su obra. Anillo en mano y sobre la cancha pues destrozó en un partido sin rival (132-109) a los New York Knicks. Es curioso, porque en la Gran Manzana nace la mayor alternativa a esos orgullosos verdes, que golpearon a sus rivales con toda la fuerza.
Récord de triples
Exterior, principalmente. Porque tras lucir su anillo en mano y ver colgar en el techo el título de campeón del mundo (le seguirá doliendo al campeón olímpico en 100 metros Noah Lyles), Boston regaló una exhibición antológica en la larga distancia. De 29 triples anotados, igualando el récord de la NBA que tenían los Milwaukee Bucks en 2020. Fue un show y no llegó a más tras 13 fallos seguidos cuando podían batir esa marca. Pero es la primera jornada, y si algo muestran es que con ese volumen y acierto parecen imbatibles.
También estuvo todo el mundo entonado. El que más, Tatum. Anotó 37 puntos tras un brutal 8/11 en el triple. Además de cuatro rebotes y 10 asistencias. Derrick White metió 24 con un buen 6/10, Brown hizo 23 con 5/9, Holiday 18 y 4/6. Y Horford también quiso ser partícipe con 3/5 en sus 11 puntos. El equipo campeón está intacto tras el verano, y en cancha vuelve a ser una máquina perfecta. Lo saben todos, incluidos sus rivales. “Hacedles un control antidopaje, por favor”, decía el siempre genial Josh Hart, alero de los Knicks.
Hacedles un control antidopaje, por favor
La gran familia verde
La jornada fue la del show de la gran familia verde. “Ves las gradas y está lleno de gente conocida. De mitos para el equipo. Nosotros lo sentimos y tenemos una responsabilidad por jugar aquí”, defendió Horford. Aunque sin presión y con el ciclo cerrado gracias al anillo. “Todos estaremos en la tumba tarde o temprano, así que no la tenemos”, agregó su técnico, Joe Mazzulla. Otro protagonista, tras beber de la filosofía de Pep Guardiola en las últimas finales y conseguir ese ansiado título.
Que tiene como resumen un anillo especial y espectacular. De diamante blanco de 15 quilates para representar a sus rivales en el este, 16 esmeraldas para sus victorias en Playoffs, otras 18 por los títulos de campeón, 80 diamantes blancos por los triunfos de todo el año. Y por dentro el título de campeón, los números de cada jugadores e incluso una pieza del parqué. Los Celtics, más leyenda todavía.
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