Las críticas le han llovido al régimen desde dentro y fuera de Cuba, todo este 2023, por estar entregando el país a los rusos. Por eso sonó a justificación el discurso de inauguración del sexto Foro de Inversiones, este martes en el marco de la Feria Internacional de La Habana (Fihav). “Es una decisión soberana conceder a la inversión extranjera un papel fundamental en nuestro desarrollo económico social, sin vender el país”, dijo Carlos Luis Jorge Méndez, director general de Inversión Extranjera.
El funcionario hizo un balance de la situación actual, poco halagüeña una vez más. En el último año, apenas se han aprobado 30 negocios –aunque hay tres más en la fase final–, por debajo del promedio. “No es un dato para sentirnos conformes”, dijo.
La ley de inversión extranjera entró en vigor en marzo de 2014 y hasta ahora hay 334 negocios aprobados (una media de 37 anuales), además de 172 contratos de asociación económica internacional. Jorge Méndez precisó que, de los 30 que lograron el visto bueno este año, diez corresponden al turismo y seis a la producción de alimentos, lo que significa que, en contradicción con el mantra de las autoridades sobre la prioridad acordada a la seguridad alimentaria, el turismo sigue siendo privilegiado.
Diez corresponden al turismo y seis a la producción de alimentos, en contradicción con el mantra de las autoridades sobre la prioridad acordada a la seguridad alimentaria
Entre los restantes, hay al menos ocho de ventas (mayoristas y minoristas) y otro del sector biofarmacéutico. La información más novedosa del evento, visto desde dentro, fue la confirmación de que este fue el año en que se aprobó el primer negocio de un cubano residente en el exterior, aunque el Gobierno se resiste a dar informaciones sobre la identidad y la actividad del elegido.
El funcionario habló también de 45 proyectos en “fase avanzada de negociación, con un capital de 9.000 millones de dólares”, aunque habrá que esperar a ver cuáles se concretan. Desde la creación de la Zona Especial de Desarrollo de Mariel (ZEDM), hace ahora diez años, apenas se han captado 3.500 millones de dólares en total, en lugar de los 2.500 anuales que se anunciaron, lo que invita a tomar las cifras con precaución, cuando no con desconfianza.
El evento obligaba, no obstante, a venderse bien, por eso Jorge Menéndez insistió en señalar que el problema de Cuba es la necesidad de materias primas para producir, pero le sobra capacidad industrial en la que invertir, y en ello no se equivoca, porque si algo sobra en la Isla son las necesidades. La primera la citó él mismo: la de aligerar la burocracia. “Aún persisten demoras en la aprobación de los negocios”, lamentó.
La cartera de oportunidades de negocio, que presentó a continuación, tiene este año 729 proyectos –21 más que el año pasado y 483 más que en la primera edición–, y un monto de inversión de 34.471 millones de dólares. De los que había el pasado año, se retiraron 63 –no especificados cuáles ni sus motivos por el funcionario–, se añadieron 84 y se “adecúan” 42. Sin embargo, los deseos expresados en ese ya famoso portafolio rara vez se corresponden con la realidad.
El sector con mayor representación, de largo, es el alimentario, con 215 propuestas, muy por delante del energético (130), el industrial (103) o el turístico (100). Basta volver atrás para recordar que, a la hora de materializarse, solo seis negocios de la alimentación se concretaron, casi la mitad que los (apenas) 10 turísticos.
El sector con mayor representación, de largo, es el alimentario, con 215 propuestas, muy por delante del energético (130), el industrial (103) o el turístico (100)
Jorge Méndez hizo referencia expresa a algunos de los proyectos más significativos para las autoridades, desde los 121 de exploración petrolera (un negocio, las prospecciones, en el que se lleva décadas intentando avanzar sin éxito) a la energía renovable, que acumula ocho de las once propuestas de un sector de suma emergencia. En medio de una crisis como la actual, Cuba apenas ha logrado avanzar en un 0,7% la producción de energía verde en diez años (5% en total) y aspira a un imposible 30% para el año 2030.
En cuanto a la alimentación, el funcionario expuso que “se promueven producciones exportables como cacao, café, miel, carbón y frutas. Además, la producción de granos, arroz, carne de cerdo y pollo y pienso balanceado”. Las palabras resultaron confusas, aunque cabe esperar que las autoridades no tengan previsto vender lo que no tienen y la frase hiciera referencia a un esfuerzo por incrementar la elaboración de estos productos.
Por último, el funcionario dio un repaso general a otras áreas presentes en la cartera de oportunidades, como la producción de pastas, lácteos y jugos; el desarrollo de la industria azucarera y sus derivados a través de la modernización de los vetustos centrales y el omnipresente turismo, sobre el que ya poco queda que vender.
“No es suficiente lo que hemos hecho hasta ahora, por lo que seguiremos ampliando y diversificando las oportunidades de negocios”, expuso en una aparente autocrítica que no era tal, ya que, en el preámbulo de su discurso recurrió al embargo estadounidense, la pandemia y la crisis global (como denominan las autoridades a la situación económica generada por la guerra en Ucrania).
La prensa oficial destaca, en su recorrido diario por los pabellones de distintos expositores, el estand chileno, inaugurado ayer con la presencia de la embajadora del país sudamericano y la viceministra primera de Comercio Exterior cubana, Ana Teresita González Fraga.
“Esta apertura económica ha reanimado las exportaciones a Cuba, pasando de 10 millones de dólares en el 2020 a 18 millones en 2022”
Hubo grandes elogios y mucha retórica entre ambas partes, aunque lo tangible fue el dato de las exportaciones, que han aumentado notablemente en los dos últimos años. “Esta apertura económica ha reanimado las exportaciones a Cuba, pasando de 10 millones de dólares en el 2020 a 18 millones en 2022. Y hasta julio de este año, las exportaciones a Cuba ascienden a 13,5 millones de dólares, cifra con la que esperamos superar ampliamente los resultados del año pasado”, señaló Patricia Esquenazi Marín, embajadora chilena.
También abrían sus puertas los pabellones de socios como México, Bolivia, Venezuela, India, Canadá o Italia, de la que se destacó haber hecho el primer contrato de importación de médicos cubanos en Europa. “Se creó un antecedente positivo que ha permitido abrir nuevas oportunidades de contratación de personal médico sanitario y técnico en instituciones hospitalarias públicas y privadas”, señaló González Fraga.
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