Call of Duty da un paso más en su guerra contra los tramposos

Call of Duty, y especialmente Warzone, tienen un serio problema con los tramposos. Al menos antes del lanzamiento de la Season 1 Reloaded, el número de tramposos se ha ido incrementando. Ricochet, el sistema antitrampas del juego, ha mejorado enormemente, pero muchas veces va más lento que los que hacen el software de trampas.

No obstante, más allá de los hacks, hay otro elemento que saca de quicio a los jugadores y son masivamente utilizados: hardware y software de terceros que permiten añadir funcionalidades extra que, sin ser trampas directamente en el sentido del wallhack o de aimbot, supone una ventaja contra los jugadores legítimos.

Desde el año pasado, Activision ha implementado una política para prohibir el hardware de terceros como Cronus, aunque sigue siendo ampliamente utilizado. Más complicado es el software, que circunvala las prohibiciones del juego y que generalmente va más rápido de lo que Acitivison puede limitar.

De todos ellos, y desde hace algunas semanas, hay un software popular llamado ReWASD que, a diferencia de los hacks clásicos, es extremadamente barato y fácil de utilizar. De hecho, se ha popularizado bastante en juegos como The Finals y Call of Duty, y no era considerado un cheat por los motores antitrampas de los juegos. Básicamente, lo que ofrece este software es añadir una capa que engaña al juego falseando los métodos de entrada.

O dicho de otra forma, permite hacerle creer al juego que se juega con mando cuando, en realidad, se hace con teclado y ratón. Y lógicamente, al creer el juego que se usa controlador, se activa el aim-assist. Con él, los tramposos no solo se beneficiaban de la velocidad y la precisión de usar teclado y ratón (hacer flicks, controlar mejor el movimiento, usar macros…), también del aim-assist y del rotacional de los mandos:

Pequeños pasos, pero totalmente insuficientes para el número de tramposos en Call of Duty

Ahora Call of Duty ha anunciado que si su sistema antitrampas, Ricochet, detecta software de este tipo, cerrará el juego automáticamente. Es un buen paso, pero insuficiente. Gran parte de la comunidad, incluyendo algunos de los jugadores de competitivo más importantes, están pidiendo que, cuando se detecte uno de estos software, o hardware tipo Cronus, se banee directamente al usuario y su sistema, y que no pueda volver a jugar.

Lo cierto es que con estas limitaciones simples, muchas voces considera que el juego está castigando más a los jugadores legítimos inocentes por los reportes masivos y su consecuente shadowban, que a los tramposos rampantes, que generalmente no tienen consecuencias reales.

Algo que, en el caso de las consolas donde no hay hacks tradicionales, debería ser más fácil prohibir directamente a los jugadores que usan hardware de terceros de volver a jugar. Al fin y al cabo no debería ser tan complicado banear para siempre a los usuarios que usen un dispositivo cuyo ID del USB esté en la lista negra, sabiendo, además, que el sistema lo detecta a la perfección.

Lo cierto es que tal como están las cosas, parece que la única vía para evitarse los tramposos es tomar el camino de Valorant, que el anti-cheat esté en el nivel de mayor privilegios del root, con los problemas de privacidad que eso supone.