Auckland City, el equipo de amateurs que devolvi el espritu ldico al futbol

Juan Manuel Vzquez

Peridico La Jornada
Jueves 26 de junio de 2025, p. a11

Sin modestia actuada, Christian Gray, jugador del Auckland City, se volvi un acontecimiento en el futbol global. Apenas termin su actuacin en el Mundial de Clubes de la FIFA con el conjunto neozelands volver, al igual que toda la plantilla, a su empleo comn, en el mejor sentido, tras un mes de permiso sin goce de sueldo.

Auckland City es un equipo amateur cuyos jugadores son agentes inmobiliarios, representantes de ventas, comerciantes, estudiantes, un encargado en una fbrica de herramientas, un hojalatero, un peluquero de origen colombiano y un profesor, Gray, autor del gol que signific el empate (1-1) que elimin al clebre Boca Juniors.

Una vez terminada su participacin, que muchos sealaron con dedo flamgero escandalizados de que un equipo de aficionados se codeara con la lite del futbol mundial, consideraron que su paso era un desastre evidente: Bayern Mnich los gole 10-0 y Benfica 6-0. Slo faltaba la puntilla del internacional Boca Juniors, cuyos seguidores se expresaban indignados de tener que medirse con un adversario que consideraban de tan poca cosa.

Pero el duelo fue inesperado para todos. Gray, el profesor de la secundaria Mount Roskill de Auckland, se levant para recibir el servicio de Jerson Lagos, el peluquero de origen colombiano. Un empate que ech del torneo al Boca, el equipo ms global de Amrica Latina.

Ahora los muchachos volvern a sus trabajos cotidianos, esa es nuestra realidad, dijo el docente que salv la dignidad de su equipo y del futbol como un hecho ldico.

Soy profesor, laboro en una escuela, tambin estudio y trabajo a tiempo completo, adems soy entrenador de principiantes. Cuando regrese a casa tengo algunas tareas que me esperan; eso es a lo que volver, al igual que todos los chicos del equipo, agreg.

Lagos tambin es un emblema en este equipo. Naci en Bogot, Colombia, y lleg a Nueva Zelanda acompaado de su madre y hermanos como refugiados.

Nos ha encantado Nueva Zelanda, nos han tratado muy bien siempre; jugu en el club Melbourne (en Australia), ah estuve varios aos antes de esta oportunidad, declar el jugador para la cadena ESPN.

Desde enero soy barbero, ha sido complicado con los horarios, vivo lejos de donde entrenamos y termino tarde, debo apresurarme, cont a la cadena deportiva.

Ahora sus vidas tendrn una recompensa con el premio que les otorgar la FIFA por anotar y participar: se repartirn 3.5 millones de dlares entre todos. Pero eso no les quitar su condicin de futbolistas por puro gusto.

Lo que para muchos fue un episodio pintoresco, para otros resulta una rareza que recupera la espontaneidad de un deporte que se ha convertido en una industria con clculos de ganancias por encima de todo. Una anomala que devuelve al futbol su placer por el juego y la pasin, que lo hermana con ese espritu que han regalado personajes como Garrincha. Para Garrincha, el futbol era una fiesta, no un trabajo ni un negocio. Le gustaba jugar por el simple placer, no por ganar o por contratos, escribi el inolvidable Eduaro Galeano, y eso nos recuerda el Auckland, elevado por el gol de un profesor de secundaria.