Natalie Portman no es solo una estrella de cine: es una figura que ha sabido construir una carrera impecable combinando talento, disciplina, curiosidad intelectual y un fuerte compromiso con las causas sociales. Desde su debut como actriz a los doce años hasta convertirse en ganadora del Oscar y defensora de derechos humanos, Portman ha sido siempre más que una intérprete: ha sido una voz coherente en un mundo que cambia constantemente.
El inicio de una mente brillante
Neta-Lee Hershlag nació el 9 de junio de 1981 en Jerusalén, Israel. Su familia se trasladó a Estados Unidos cuando ella aún era pequeña, y desde temprana edad se distinguió por su capacidad intelectual y sensibilidad artística. Hija de un médico israelí y una artista estadounidense, Natalie creció en un entorno que valoraba tanto la educación como la creatividad. Desde niña estudió danza y teatro, pero también destacó académicamente, llegando a declarar: “Prefiero ser inteligente que una estrella de cine”.
Ese enfoque riguroso la llevó a Harvard, donde estudió psicología mientras su carrera en Hollywood despegaba. Portman no solo cursó sus estudios en una de las universidades más exigentes del mundo, sino que publicó trabajos científicos y aprendió varios idiomas, incluyendo hebreo, francés, alemán y japonés.
Una primera actuación que marcó época
A los doce años, fue elegida por Luc Besson para protagonizar Léon: The Professional (1994), en el papel de Mathilda, una niña huérfana que busca venganza. Su interpretación cautivó a la crítica por su intensidad emocional y madurez. Desde ese momento, Hollywood supo que estaba ante una actriz fuera de lo común.
Durante su adolescencia, combinó su formación académica con trabajos en cine, participando en títulos como Heat (1995) de Michael Mann, Beautiful Girls (1996) y Anywhere but Here (1999), donde fue nominada al Globo de Oro. A finales de los años noventa, George Lucas la eligió para dar vida a Padmé Amidala en la nueva trilogía de Star Wars, una saga que la catapultó al estrellato global.
Del Cisne Negro al universo Marvel, una carrera de contrastes
Uno de los papeles más importantes de su carrera llegó en 2010 con Black Swan, dirigida por Darren Aronofsky. En el rol de Nina Sayers, Portman se sumergió en el mundo del ballet con una entrega física y psicológica que le valió múltiples premios, incluyendo el Oscar, el BAFTA y el Globo de Oro a Mejor Actriz. Su transformación corporal, su estudio de la danza y su interpretación de la fragilidad mental convirtieron la película en un hito de su filmografía.
Otros títulos clave en su carrera incluyen Closer, donde interpretó a una stripper emocionalmente vulnerable; V for Vendetta, en la que se rapó el cabello y abrazó un rol con fuerte carga política; y Jackie, donde encarnó con sensibilidad y precisión a Jacqueline Kennedy, obteniendo otra nominación al Oscar.
Más recientemente, Portman ha sido parte del universo Marvel como Jane Foster en Thor, Thor: The Dark World y Thor: Love and Thunder, donde su personaje evoluciona para empuñar el Mjölnir y convertirse en la poderosa Mighty Thor.
Dirección, producción y voz propia
En 2015, Portman debutó como directora con A Tale of Love and Darkness, adaptación de la novela autobiográfica del escritor israelí Amos Oz. La película, filmada en hebreo, demuestra su compromiso con las raíces culturales y literarias de su país de origen. También ha sido productora en proyectos que buscan dar voz a narrativas femeninas o poco exploradas por la industria.
Además, ha sido una de las figuras más activas en el movimiento Time’s Up y defensora del veganismo, el medio ambiente y los derechos de los animales. Ha rechazado trabajar con marcas o películas que contradicen sus principios éticos y ha pronunciado discursos memorables sobre igualdad de género y justicia social.
Vida personal, amor, maternidad y privacidad
En 2012, Natalie Portman se casó con el coreógrafo francés Benjamin Millepied, a quien conoció durante la filmación de Black Swan. Juntos tienen dos hijos, Aleph y Amalia. Aunque suele mantener su vida privada alejada del escrutinio público, se sabe que ha vivido entre París y Los Ángeles, combinando su trabajo con la crianza y su activismo.
En 2023, circularon rumores de separación tras más de una década juntos, pero Portman ha preferido no alimentar la prensa del corazón, manteniéndose fiel a su estilo reservado y centrado en sus proyectos personales y profesionales.
A lo largo de su carrera, Natalie Portman ha demostrado que se puede triunfar en el mundo del espectáculo sin renunciar a los valores ni a la inteligencia. Con una filmografía rica y variada, una formación académica sólida y una visión del mundo comprometida, se ha ganado un lugar único en la historia del cine contemporáneo.
Ya sea como reina galáctica, bailarina rota, política viuda o superheroína moderna, Portman lleva cada papel más allá del guion: lo transforma en un vehículo de exploración emocional y de mensaje social. Su legado va más allá de la pantalla: es el de una artista completa que ha sabido conciliar mente, cuerpo y conciencia.Imagen: Clasos
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