A medio camino entre el legado y la reinvención, la modelo californiana representa una nueva generación de figuras públicas que no solo posan, también piensan, opinan y deciden. Su carrera, marcada por desfiles internacionales y portadas memorables es reflejo de un tiempo que exige autenticidad, versatilidad y discurso.
“El momento Kaia”, su ascensión a la fama.
Hija de Cindy Crawford y Rande Gerber, dio sus primeros pasos en el mundo de la moda a los diez años, con una campaña para Young Versace. Aunque aquel fue un viraje prematuro, no se sospechaba entonces que despuntaría como una figura relevante del sector.

El momento decisivo llegó en septiembre de 2017, poco después de cumplir los 16 años, cuando debutó en la pasarela de Raf Simons para Calvin Klein durante la Semana de la Moda de Nueva York. Su desparpajo y carisma conquistaron tanto a la crítica como al público, y medios como Vogue calificaron aquella aparición como “el momento Kaia”.
Para su primer desfile, su madre, Cindy Crawford, le mostró vídeos de modelos cayéndose, asumiendo que ese miedo la alertaría y le ayudaría a no repetir errores. Propósito alcanzado: Kaia caminó sin resbalones y con una seguridad que hizo que su salida se viralizara por encima del propio desfile Una infancia multicultural.
Nacida el 3 de septiembre de 2001 en Los Ángeles, Kaia es la menor de los dos hijos de Cindy Crawford: su hermano Presley nació en 1999. Su madre, icono de los 90, es de orígenes mezclados (alemán, inglés, francés y danés), religiosa de fe congregacionalista.
Su padre, empresario, es judío, y la niña creció celebrando “Chrismukah”, una combinación de fiestas cristianas y judías. A pesar del brillo mediático, la familia mantuvo un entorno sólido y cercano, donde la crianza apostó por el equilibrio entre la normalidad y el legado artístico.

Cindy, en su papel de madre y referente, se mantuvo distante como “stage mom”. Kaia ha confesado en entrevistas recientes que, aunque desea que su madre hubiera sido más sobreprotectora, valora su independencia y ejemplo.
Una meteórica trayectoria en moda.
La irrupción en pasarela fue la confirmación del nacimiento de una nueva figura en la industria. En su debut desfiló con un atuendo compuesto por pantalones amarillos vibrantes, camisa negra con toques western y cuello de tortuga turquesa.
Algunos días después, le auguraron una carrera semejante a la de su madre. Caminó también para Alexander Wang, Marc Jacobs, Burberry y Coach en esa misma semana después de este desfile que no fue un simple rito: definió su estilo, reforzó su personalidad en escena y estableció sus contactos con diseñadores influyentes.
Portadas y grandes desfiles.
Tras su debut, amplió su recorrido por las grandes firmas. En 2018, desfiló para Chanel, Miu Miu, Valentino y otras casas durante las Semanas de la Moda de París y Londres, y en ese mismo año fue imagen de campañas como Marc Jacobs Daisy, Saint Laurent y Versace, y ganó el premio ‘Model of the Year’ en los British Fashion Awards de 2018.

Entre 2019 y 2020 se consolidó: protagonizó proyectos con Jimmy Choo, Fendi y Stella McCartney, además de convertirse en embajadora de YSL Beauté, y diseñó su propia línea junto a Karl Lagerfeld bajo la marca “Karl x Kaia” destinada a tiendas propias de Lagerfeld.
Fue una de las primeras nacidas en los 2000 en lograr las portadas de las cuatro ediciones de Vogue denominadas “Big 4” –American, British, Italia y Francia– a los 18 años, convirtiéndose en una de las más jóvenes en alcanzar esta meta, mientras que, en paralelo, invirtió en W Magazine y comenzó a probar suerte como actriz.
Estilo personal, una oda a los 2000.
Kaia ha heredado la elegante sencillez de su madre y la ha adaptado a una sensibilidad “millennial”: apuesta por básicos, y combina americanas XL con vaqueros rectos y botas planas. Su estilo “quiet luxury” descansa en gabardinas, sudaderas y gorras, complementadas por toques urbanos como botas y gafas sutiles.
En las alfombras rojas y eventos, opta por la atemporalidad modernizada: en eventos recientes ha apostado por vestidos sobrios de lunares y cortes limpios, que destacan por la sobriedad sin estridencia y que recuerdan a la era dorada de los 90 y 2000.
Su discreta vida privada.
En su vida privada ha sido vinculada a actores como Pete Davidson, Jacob Elordi y Austin Butler. Su vínculo con Elordi fue significativo, y ella afirmó que llegar a amar sin condiciones fue una experiencia profunda: “el amor es ver a alguien”, dijo a la cabecera Harpers Bazaar sobre esta relación que terminó a inicios del 2025.
En su faceta altruista e intelectual, durante la pandemia fundó un club de lectura y se involucró en movimientos sociales como Black Lives Matter. En 2020 dio el paso como inversora en W Magazine, demostrando un compromiso con la industria desde otros ángulos.
A sus 24 años, Kaia Gerber representa la convergencia ideal entre legado mediático y mérito propio. Heredera de la belleza icónica de su madre, ha conseguido imprimir su sello: un estilo sincero, reflexivo y menos ostentoso. Ha sabido diversificar su perfil: de la pasarela a la pantalla, pasando por la gestión empresarial.
La moda ha cambiado, exige autenticidad y capacidad narrativa. Kaia encarna ambas. Conserva la elegancia natural que la consagró, pero habita también el rol de empresaria y activista.
Su proximidad a su familia, especialmente la de Cindy, inyecta humanidad en una carrera que podría haberse visto opacada por el privilegio. Su mensaje es transparente: el futuro de la moda no es solo estética, también compromiso, inteligencia y voz propia.
MARÍA MUÑOZ RIVERA.
EFE REPORTAJES
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