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Entre Hollywood y la dinastía Beckham, Nicola Pelt Beckham se ha convertido en el centro de los focos. La actriz y directora, mujer de Brooklyn Beckham e hija del financiero Nelson Peltz, ha construido una identidad propia marcada por el minimalismo, la belleza consciente y la pasión por la moda vintage.
Nicola Peltz Beckham se ha consolidado como uno de los rostros más influyentes de su generación. Su matrimonio con Brooklyn Beckham la ha situado en el centro de una de las familias más mediáticas, pero ha sabido mantener una identidad propia como icono de estilo retro.
Raíces de una heredera con vocación artística.
Nicola Anne Peltz nació en 1995 en Westchester, Nueva York, en el seno de una de las familias más influyentes del panorama empresarial estadounidense. Su padre, Nelson Peltz, es un inversor con destacada presencia en el ámbito financiero, mientras que su madre, Claudia Heffner tuvo una dilatada carrera en el mundo de la moda.

Peltz encontró en la interpretación su primera pasión. Durante la infancia recibió formación en arte dramático y debutó con pequeños papeles hasta que, con apenas 11 años, apareció en la película ‘Deck the Halls’. Aquella tímida incursión anticipaba una trayectoria que cobraría relevancia, aunque aún tardaría algunos años en despegar.
El salto con ‘Transformers’.
El gran escaparate llegó en 2014 con ‘Transformers: La era de la extinción’. La cinta, dirigida por Michael Bay, arrasó en taquilla y convirtió a Peltz en un rostro internacional. Su estilo discreto, que contrastaba con el exceso visual de la saga, fue señalado por críticos y medios especializados como el inicio de una nueva estrella.
Aunque el éxito le abrió puertas, eligió un camino menos previsible: combinó papeles en series como ‘Bates Motel’ con una vida personal discreta, alejada de la sobreexposición mediática. Esa distancia estratégica le permitió construir una identidad menos asociada al ruido de Hollywood y más cercana a un perfil con control sobre su narrativa.
En la actualidad, entre cine y dirección.
En 2024 sorprendió con su debut como guionista y directora en ‘Lola’, un drama íntimo que evidenció su deseo de explorar detrás de la cámara. Con este movimiento, demostró no solo ambición artística, sino también una voluntad de independencia para reforzar así su credibilidad en la industria.
En paralelo, ha continuado vinculada al mundo de la moda y la belleza. Este 2025 ha sido protagonista de la campaña ‘London, A Love Affair de Moncler, en la que posó junto a Brooklyn Beckham bajo el objetivo de Boo George. Las imágenes muestran una Nicola sobria, con tonos neutros y aire depurado, consolidando su lugar en el lujo discreto.
Peltz ha evitado las alfombras rojas más mediáticas del último año, incluida la Met Gala. Su ausencia no ha restado relevancia a su perfil, sino que lo ha reforzado: cada aparición que realiza parece cuidadosamente elegida para transmitir coherencia estilística.
Nicola y los Beckham: una alianza de poder y estilo.
El matrimonio con Brooklyn Beckham, hijo de David y Victoria Beckham, no solo fue noticia de sociedad: significó la unión de dos linajes con peso en moda, cultura y deporte. La boda de 2022, celebrada en Palm Beach con un vestido de Valentino, fue seguida en directo por

millones de personas a través de redes sociales.
Desde entonces, Nicola y Brooklyn han formado un dúo mediático de gran influencia. Su presencia conjunta en campañas como la de Moncler ha consolidado una imagen de pareja que combina glamur y normalidad, lujo y cercanía, configurando un equilibrio que resulta atractivo para marcas y medios.
La relación con los Beckham ha multiplicado su visibilidad. Compartir espacio con Victoria Beckham, icono consolidado de la moda, le ha permitido reforzar su perfil. Al mismo tiempo, ha logrado no diluir su identidad: lejos de convertirse en una sombra, ha consolidado un estilo personal que la distingue dentro de la constelación familiar.
Belleza consciente: el secreto de una piel impecable.
En el terreno de la belleza, ha consolidado una voz propia. Como embajadora de Isdin en Estados Unidos, se ha convertido en defensora convencida del uso diario de protector solar. En entrevistas ha señalado que “la protección solar es no negociable”, un lema que refleja una visión realista y saludable de la belleza.

Su rutina apuesta por la sencillez: piel luminosa, rubor sutil y delineado negro en forma de alas finas, un gesto que se ha convertido en seña de identidad. En los labios prefiere tintes naturales que dejan un acabado duradero y fresco.
El cabello sigue la misma filosofía: raya marcada, melenas rectas o recogidos impecables. Ha jugado con la idea de un tono pelirrojo, pero siempre evitando transformaciones radicales. Su coherencia estética le ha permitido consolidarse como un icono de naturalidad sofisticada, en un momento en que la autenticidad es valorada.
El tesoro de lo vintage por bandera.
Uno de los aspectos más llamativos de su estilo reciente es la apuesta por piezas de archivo. El mejor ejemplo se dio en 2025, durante la fiesta posterior a la renovación de votos matrimoniales, donde lució un vestido de Dolce & Gabbana de 1998 en azul profundo.
La elección no fue casual: conectaba con la estética noventera que domina parte de la moda actual y proyectaba un mensaje de aprecio por la historia de la moda en una pieza que había lucido anteriormente su propia madre años atrás.
Esa inclinación por lo vintage la diferencia de otras figuras de su generación. Mientras muchas apuestan por tendencias inmediatas, Nicola opta por prendas con pasado. Su elección de Valentino para la boda de 2022 y las ediciones del Met Gala 2022 y 2023 refuerzan esa narrativa: firmas que transmiten un romanticismo estructurado.
Narrativa en construcción de un icono retro.
La historia de Nicola Peltz Beckham es la de una joven que ha buscado un camino singular. Actriz, directora, embajadora de belleza y referente de estilo, representa una nueva generación de iconos que priorizan la coherencia, la naturalidad y la autenticidad.
A medio camino entre Hollywood y el universo Beckham, Peltz se ha convertido en una figura clave para entender cómo la moda y la belleza actuales ya no giran en torno al exceso, sino al detalle, la coherencia y la personalidad. Un estilo que, sin levantar la voz, marca el rumbo del presente.
MARÍA MUÑOZ RIVERA.
EFE REPORTAJES
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