El Tricolor alcanza el quinto partido del Mundial Sub-20

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▲ Al finalizar el encuentro, el equipo mexicano celebró su pase a cuartos de final tras golear 4-1 a los locales.Foto Afp

De la Redacción

 

Periódico La Jornada
Miércoles 8 de octubre de 2025, p. a10

A México se le olvidó defender desde que Tahiel Jiménez, delante-ro de Santos en la Liga Mx, marcó el primer gol. Pasaron sólo 26 minutos desde el comienzo del juego. Aunque Chile era el anfitrión, la selección que dirige Eduardo Arce y lidera Gilberto Mora hizo ver el partido en el estadio Elías Figueroa, en Valparaíso, como sólo un trámite para avanzar a cuartos de final de la Copa del Mundo Sub-20 con goleada (4-1) incluida. 

Si para otras generaciones la maldición del quinto partido representó más derrotas que alegrías, los más jóvenes desafiaron su peso histórico hasta convertirla en una fiesta exclusiva. Tuvieron en condición de testigos a más de 18 mil personas, la mayoría locales, pero con una minoría con banderas, sombreros de charro, máscaras de luchador y camisetas tricolores esparcidas también en diferentes zonas del estadio. Su próximo rival saldrá del ganador de la serie entre Argentina y Nigeria, a disputarse este miércoles en Santiago.

La Roja, clasificada en segundo lugar de grupo por medio del criterio disciplinario –acumuló menos tarjetas amarillas que Egipto, que sumó los mismos tres puntos–, no encontró remedio para la profundidad y calidad del plantel mexicano. Tampoco pudo resolver la rotación de centrales para frenar a Mora, un jugador que hace cosas de mayores siendo un adolescente de 16 años. El mediocampista del club Tijuana asistió a Jiménez en el 1-0 con una triangulación y se mantuvo en su gran objetivo con una regla simple: cuanto más fuerte era la presión, más grande su talento. 

Los defensores Felipe Faúndez, Ian Garguez y Milovan Celis, todos con al menos 3 años más que Mora, intentaron detener con faltas los ataques que llegaban al área del arquero Sebastián Ignacio Mella. Durante los últimos 15 minutos del primer tiempo, el plan dio resultado, porque la diferencia de una sola anotación se mantuvo hasta irse al descanso. A su regreso, todo volvió al mismo lugar. México fue tan peligroso como los chilenos pensaron. Controló la pelota, animó a sus aficionados a sentirse ganadores y dejar la percepción de que su equipo jugaba en desventaja al ser visitante.

Iker Fimbres, recordado en Monterrey por debutar con un gol en un clásico regiomontano ante Tigres (Apertura 2024), convirtió el 2-0 desde fuera del área, de derecha y al poste más alejado de Mella (67), para acabar con la noche más esperada por Chile en el torneo. La desesperación, mezclada con una secuencia de errores y falta de ideas, motivó a los locales a un juego más agresivo. Mora sufrió las prime-ras consecuencias, pero luego el técnico nacional, Eduardo Arce, decidió cambiarlo para prevenir una lesión. 

Aquel movimiento no sólo mantuvo a salvo a la figura del Tricolor, sino que abrió la puerta de la goleada. Al jalisciense Hugo Camberos, uno de los cambios decididos por Arce, le bastaron sólo siete minutos para marcar un doblete (80 y 86). Sólo el capitán de La Roja, Juan Francisco Rossel, consiguió rescatar el honor de los anfitriones con el tanto de la diferencia en la recta final (88). Además de mantenerse invicto en la Copa, el representativo mexicano regresó a los cuartos de final por primera vez desde Corea del Sur 2017. 

“Hicimos un partido completo. Manejamos los momentos, la tensión, concretamos las jugadas en ataque. Era una motivación extra eliminar al anfitrión. ¿Si somos favoritos? No es momento de poner etiquetas, hay naciones muy importantes todavía en competencia”, señaló el seleccionador mexicano al término del encuentro.

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