¿La gastritis puede ser mortal para una mascota?

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By ndh
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La gastritis es una de las causas más frecuentes de consulta en medicina veterinaria. Así lo afirma el doctor Wilson Bonilla, veterinario de la Universidad Nacional (UNA), quien asegura que los problemas gastrointestinales son “uno de los principales motivos de atención tanto en perros como en gatos”.

“Los propietarios no llegan diciendo ‘mi mascota tiene gastritis’, sino porque el animal vomita, ha perdido el apetito o muestra dolor abdominal. A partir de esos síntomas determinamos que la mucosa del estómago está irritada”, explica el especialista.

Causas principales: la alimentación y los descuidos

El doctor Bonilla señala que las indiscreciones alimenticias son la causa más común de gastritis aguda.

“El sistema digestivo de las mascotas se acostumbra a una dieta. Si un perro lleva años comiendo concentrado y de pronto se come un pedazo de carne grasosa o comida frita, su organismo lo resiente”, comenta.

Este tipo de episodios, advierte, son especialmente frecuentes durante las celebraciones.

“Nosotros tenemos que prevenir, todo es prevención. Si usted tiene cuidado, los motivos de consulta por vómito y diarrea se disparan en fin de año, inicio de año, Semana Santa y vacaciones. No tenemos cuidado y los perros se intoxican con comida”, lamenta.

El veterinario insiste en que la prevención debe reforzarse en épocas festivas, cuando el exceso de comida y los descuidos se vuelven más comunes.

“La prevención, sobre todo en estos periodos, es fundamental. Una simple comida fuera de lugar puede causar un cuadro severo de gastritis”, recalca.

Medicamentos, tóxicos y plantas: otros detonantes

Bonilla también advierte que ciertos medicamentos pueden provocar gastritis si no se administran adecuadamente.

“Hay antiinflamatorios del grupo de los AINES y corticosteroides que, aunque sean necesarios, pueden caerle pesado a algunos animales. Popularmente la gente dice ‘le cayó mal la pastilla’, y en efecto, hay organismos más sensibles”, explica.

Asimismo, el contacto con plantas o animales tóxicos puede causar graves irritaciones estomacales.

“Si el perro intenta comerse un sapo, la toxina que liberan estos animales puede irritar gravemente el estómago. Igual ocurre con plantas comunes en los hogares: los lirios, filodendros, diefembaquias o incluso el aloe vera”, detalla.

En el caso de los gatos, añade, “los lirios son especialmente peligrosos, porque además de provocar gastritis pueden causar insuficiencia renal aguda”.

El especialista aclara que estas sustancias pueden afectar de dos maneras:

“Algunas actúan físicamente, con cristales que cortan la mucosa interna del estómago, y otras químicamente, al alterar el metabolismo del animal.”

Otras enfermedades que predisponen a la gastritis

La gastritis también puede ser consecuencia de otras enfermedades internas.

“Si el paciente padece una enfermedad renal crónica, pancreatitis o algún tipo de tumor, puede desarrollar gastritis como consecuencia”, explica Bonilla.

Los cuerpos extraños son otra causa común.

“Encontramos de todo: piedras, semillas, ropa interior, juguetes, hilos en el caso de los gatos… todo eso puede irritar e inflamar el estómago”, comenta.

Cuando la irritación se vuelve recurrente, puede presentarse una gastritis crónica.

Hay mascotas muy sensibles. Sus dueños nos dicen ‘solo puede comer este alimento, cualquier otra cosa le cae mal’. En esos casos, el sistema digestivo ya está sensibilizado y puede desarrollar gastritis con mucha facilidad”, añade.

Síntomas y diagnóstico

Los síntomas más comunes son vómitos —con o sin sangre—, pérdida de apetito, dolor abdominal y decaimiento.

“La gente llega diciendo ‘mi perrito está vomitando’. Nosotros hacemos una valoración clínica y pruebas complementarias como hemogramas, bioquímicas o ultrasonidos, porque la gastritis no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma”, señala el veterinario.

Según Bonilla, el diagnóstico certero es clave para evitar complicaciones.

“No basta con dar un antiácido y listo. Hay que buscar qué está generando la inflamación: si es un alimento, una bacteria, una enfermedad o un medicamento.”

Tratamiento: dieta, medicamentos y paciencia

El tratamiento dependerá de la causa, pero siempre incluye una alimentación de apoyo y medicamentos específicos.

“Recomendamos una dieta de fácil digestión, alta absorbibilidad y muy nutritiva. Hay alimentos comerciales diseñados para el cuidado gástrico”, indica.

También se utilizan antiácidos, protectores de mucosa y analgésicos, y en casos con úlceras, “un fármaco que ayuda a recubrirlas mientras el estómago se regenera”.

Bonilla advierte, sin embargo, que no se debe abusar de los protectores gástricos.

“Un uso prolongado o sin control puede tener efectos secundarios. En casos leves, la mascota mejora en uno o dos días; en los más severos, el tratamiento puede durar una semana o más”, detalla.

Prevención: constancia y responsabilidad

Para el especialista, la prevención sigue siendo la herramienta más poderosa.

“Hay que casarse con una dieta. Si el propietario prefiere alimentación natural, debe hacerlo con la guía de un nutricionista veterinario. Lo importante es no cambiar bruscamente el tipo de comida ni dar sobras de fiesta o alimentos grasosos”, aconseja.

Bonilla recomienda, además, mantener el entorno libre de peligros.

“Evite que las mascotas tengan acceso a basura, plantas tóxicas o juguetes pequeños. Y cuidado con el ajo, la cebolla, el chocolate y el alcohol: todos pueden ser tóxicos”, advierte.

En épocas festivas, estos riesgos se multiplican.

“En las fiestas hay más comida, más distracciones y más oportunidades para que el perro coma lo que no debe. Hemos visto casos de intoxicación por brownies con marihuana y chocolate, una mezcla sumamente peligrosa”, relata.

También subraya que el sobrepeso agrava los cuadros digestivos.

“La obesidad no es buena en ningún escenario. Pone presión sobre el páncreas y puede predisponer indirectamente a problemas digestivos, incluida la gastritis”, indica.

¿La gastritis puede ser mortal para una mascota?

Ante esta pregunta, el doctor Bonilla responde sin dudar:

“Por lo general, no. Una gastritis por sí sola rara vez causa la muerte.”

Sin embargo, aclara que puede ser un signo de algo más serio.

“Cuando hay desenlaces fatales, casi siempre existe una enfermedad de fondo: un fallo renal, una intoxicación o un tumor. En esos casos, la gastritis es una manifestación más del problema principal”, explica.

Dejarla sin atención también puede tener consecuencias.

“Si no se trata, el animal deja de comer, pierde peso y se debilita. Un organismo desnutrido empieza a consumir su propio músculo y grasa, y eso puede desestabilizarlo”, advierte.

Por eso, el veterinario insiste en acudir al especialista ante los primeros síntomas.

“Cualquier cambio en el apetito, vómitos frecuentes o señales de dolor abdominal deben ser motivo de consulta inmediata. Detectar la causa a tiempo marca la diferencia entre una recuperación rápida y una complicación seria”, concluye.

Esta información pertenece a su respectivo autor y ha sido recopilada del sitio web: https://www.teletica.com/mascoticas/la-gastritis-puede-ser-mortal-para-una-mascota_395446

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