Los niveles de CO2 alcanzaron su nivel más alto jamás registrado, revela informe
Reuters
Periódico La Jornada
Jueves 16 de octubre de 2025, p. 6
Ginebra. Los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera alcanzaron su nivel más alto jamás registrado, lo que podría aumentar el calentamiento del planeta y provocar fenómenos climáticos más extremos, mostró un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Entre 2023 y 2024, la concentración promedio mundial de dióxido de carbono aumentó en 3.5 partes por millón, el mayor incremento desde que comenzaron las mediciones modernas en 1957, según el informe, publicado antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se celebrará el mes que viene en Brasil.
Reducir emisiones
La quema de combustibles fósiles y el aumento de los incendios forestales, sobre todo en Sudamérica, impulsaron el alza de los niveles de dióxido de carbono en el pasado año, señala el informe, y subraya la necesidad de hacer más para reducir las emisiones.
“El calor atrapado por el dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero está acelerando nuestro clima y provocando fenómenos meteorológicos más extremos”, dijo Ko Barrett, vicesecretario general de la OMM.
Las concentraciones de metano y óxido nitroso, otros importantes gases de efecto invernadero, también alcanzaron niveles récord, aumentando 16 y 25 por ciento, respectivamente, con respecto a los niveles preindustriales, mientras que el dióxido de carbono aumentó 52 por ciento.
“Este gas (dióxido de carbono) se acumula en la atmósfera. Tiene una vida muy larga (…) cada molécula que se emita a la atmósfera tendrá un impacto global”, señaló Oksana Tarasova, responsable científica de la OMM, en una sesión informativa en Ginebra.
Alrededor de 50 por ciento de las emisiones de carbono son absorbidas por los bosques, la tierra y los océanos, sin embargo, la capacidad de estos llamados sumideros de carbono para absorber los gases está disminuyendo, indicó Tarasova.
“Dependemos de los sistemas naturales para que nos ayuden a compensar nuestros impactos, y esos sistemas están tan estresados que empiezan a reducir su ayuda”, explicó Tarasova.
Los árboles de la Amazonia, por ejemplo, se estresaron por el aumento de las temperaturas y la escasez de lluvias durante el calentamiento periódico en el Océano Pacífico oriental conocido como El Niño en 2023, y el inicio de la sequía que continuó en 2024, mencionó.
“Si el árbol está estresado, si no tiene agua y tiene una temperatura muy alta (…) no hace la fotosíntesis”, afirmó Tarasova.
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