Salón Equip Auto perfila en París la movilidad del futuro (+Fotos)

Conferencias, demostraciones y encuentros con expertos han permitido en los días previos discutir las tendencias de un sector con muchos desafíos, incluyendo la geopolítica, una cita que celebra su medio siglo de existencia con mi 400 expositores de 31 países, algunos consagrados en el ámbito del automóvil, las partes y las piezas y los servicios, y otros que buscan un espacio.

Alemania, China, España, Francia, Italia, Reino Unido y Sudcorea destacan entre las potencias representadas y Marruecos, Polonia y Turquía entre las que empujan.

Equip Auto se consagra a la posventa de vehículos, en esta ocasión con ocho aldeas en el recinto ferial de la Puerta de Versalles, cuatro de ellas de estreno, dedicadas a la innovación tecnológica, el desarrollo de los neumáticos y su electrificación, la reducción del consumo de energía y la valorización de los empleos vinculados con la industria.

En los diversos encuentros y talleres realizados hasta ahora destacaron los debates y la propuestas sobre la economía circular, en aras de abundar en aspectos como el reciclaje, el desmantelamiento de vehículos y la segunda vida para autos, piezas y partes que habrían terminado su ciclo útil.

Igualmente atrajeron el interés de los profesionales la transición energética y la transformación digital, la apuesta por la Inteligencia Artificial en el sector automotor y la formación de capacidades en la movilidad del futuro, sin olvidar lógicamente el vertiginoso avance de los automóviles eléctricos y los híbridos.

Se espera que en su clausura hoy, Equip Auto París 2025 marque un récord de participación en sus 50 años de existencia, superando los 100 mil visitantes.

Para aderezar el foro referencia a nivel internacional en la industria automotriz, los organizadores prepararon concursos y exhibiciones de vehículos clásicos, desde Jaguar y Alfa Romeo hasta el legendario Rolls Royce de 1955, y de autos de carrera.

El salón también sirvió de homenaje a su fundador Paul Jean Souriau, recordado por su presidente de honor, Claude Cham, como un visionario.

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