LONDRES RUGE DE NUEVO. ELLE FANNING Y DIMITRIUS SCHUSTER-KOLOAMATANGI PRESENTAN EL RENACER DE LA SAGA EN PREDATOR, BADLANDS

El rugido del depredador volvió a escucharse, pero esta vez con una nueva energía y un aire de renovación. Londres se convirtió en el epicentro del cine de ciencia ficción con la proyección especial de Predator: Badlands, la más reciente entrega de la legendaria franquicia de acción y terror. La cita fue en el imponente BFI IMAX de Waterloo, donde los protagonistas Elle Fanning y Dimitrius Schuster-Koloamatangi desfilaron ante los flashes junto al director Dan Trachtenberg, consolidando una noche donde la nostalgia y la modernidad convivieron a la perfección.

UNA NUEVA ERA PARA EL DEPREDADOR

Desde su primera aparición en 1987, el temible Predator se ha convertido en uno de los monstruos más icónicos del cine. Sin embargo, Badlands rompe las reglas del juego: aquí, el cazador se convierte en el protagonista, un ser marginado que busca redención en un universo hostil. Bajo la dirección de Trachtenberg —recordado por revitalizar la saga con Prey (2022)—, esta entrega apuesta por un enfoque más emocional y filosófico, sin perder la adrenalina y brutalidad que caracterizan a la saga.

Dimitrius Schuster-Koloamatangi encarna a Dek, un joven depredador expulsado por su propia raza, obligado a enfrentarse tanto a los humanos como a su pasado. Su contraparte, Thia, interpretada por Elle Fanning, es un androide diseñado por la corporación Weyland-Yutani que termina formando una alianza improbable con el alienígena. La película explora la empatía, el instinto de supervivencia y los límites de la humanidad en una historia que combina acción y reflexión existencial.

“Queríamos regresar a la esencia del miedo y la intensidad, pero desde una mirada diferente”, explicó Trachtenberg durante la presentación. “Esta vez, el Predator no es solo una criatura salvaje; es un ser que piensa, que siente y que busca su lugar en un universo que ya no lo entiende”.

GLAMOUR INTERGALÁCTICO EN LA ALFOMBRA ROJA

La premiere londinense fue un desfile de elegancia, con un toque de futurismo que recordaba la estética del filme. Elle Fanning se robó las miradas con un vestido metálico de inspiración robótica firmado por Coach, un diseño que mezcló estructura y suavidad, reflejando a la perfección la dualidad de su personaje: humana y máquina, fuerza y fragilidad.

Dimitrius Schuster-Koloamatangi, en tanto, apostó por un esmoquin clásico con detalles plateados que evocaban la armadura de su personaje alienígena. Juntos posaron sonrientes frente al imponente letrero de Predator: Badlands, mientras decenas de fanáticos celebraban el regreso de una saga que parecía destinada a reinventarse.

Durante la gala, Elle confesó entre risas que su papel fue uno de los más desafiantes de su carrera. “Tuve que moverme de maneras poco naturales, aprender secuencias físicas y actuar con prótesis que me quitaban movilidad. Fue extraño, pero liberador”, comentó. Su compañero de reparto coincidió: “Interpretar a un Predator es algo que jamás imaginé. Aprendí incluso un lenguaje alienígena inventado solo para la película. Fue agotador… pero valió cada minuto.”

UNA HISTORIA DE SUPERVIVENCIA Y EMPATÍA

Predator: Badlands no solo destaca por sus efectos visuales o su carga de acción, sino también por su trasfondo emocional. En palabras del propio Trachtenberg, “la película es, en esencia, una historia sobre la otredad”. La relación entre Dek y Thia se convierte en el hilo conductor de una narrativa donde los límites entre depredador y presa se difuminan.

En la proyección especial, los asistentes fueron testigos de secuencias que arrancaron aplausos espontáneos. Los críticos coincidieron en que esta entrega logra equilibrar la tensión clásica de la saga con un nuevo enfoque cinematográfico, más introspectivo y visualmente deslumbrante. Los efectos especiales, realizados con una mezcla de animatrónica y CGI de última generación, recuperan el realismo visceral de las películas originales.

LA NOCHE EN LONDRES

Tras la proyección, el elenco y el equipo creativo celebraron con un cóctel privado en el salón principal del BFI IMAX. Entre los invitados se encontraban periodistas especializados, ejecutivos de 20th Century Studios y figuras de la industria cinematográfica británica. La conversación giró en torno a la revitalización de las franquicias clásicas y al papel cada vez más importante que juegan las protagonistas femeninas en el cine de acción.

Elle Fanning, quien a sus 27 años ya es considerada una de las intérpretes más versátiles de su generación, fue el centro de los elogios. “Ella tiene una presencia magnética —comentó Trachtenberg—. Su capacidad para transmitir emociones incluso en escenas sin diálogo es lo que da alma a la película”.

EL FUTURO DE LA FRANQUICIA

Con fecha de estreno programada para el 7 de noviembre de 2025 en Reino Unido, Predator: Badlands se perfila como una de las apuestas más ambiciosas del año. Según fuentes de 20th Century Studios, ya se baraja la posibilidad de una secuela que continúe explorando la historia de Dek y Thia en nuevas coordenadas del universo Predator.

Esta entrega marca también un punto de inflexión en la visión de la saga: de la caza a la introspección, del miedo a la empatía. Y aunque los fanáticos de la acción más pura encontrarán abundantes escenas de combate, explosiones y sangre, Badlands deja una huella emocional más profunda.

UN RUGIDO RENOVADO

La premiere londinense fue mucho más que una alfombra roja: fue la consagración de una nueva etapa para una franquicia que parecía haberlo dicho todo. En manos de un director talentoso y con un elenco que equilibra juventud y madurez artística, Predator: Badlands promete ser el renacimiento de un clásico moderno.

Cuando las luces del BFI IMAX se apagaron, el público se quedó con una sensación clara: el depredador está de vuelta, pero esta vez, su mirada va más allá de la caza. Y si algo demostró la gala londinense, es que incluso los monstruos más temibles pueden reinventarse… y brillar bajo los reflectores de la gran pantalla. Imágenes: Clasos