La ashwagandha está en boca de todo el mundo. Son muchos los influencers que han contado en redes sociales lo bien que les ha ido su consumo para regular el estrés y los niveles del temido cortisol. Basta con que un par de influencers hagan este tipo de afirmaciones para que todo el mundo quiera subirse al carro, por lo que la raíz de esta planta ha pasado de ser un poco conocido remedio tradicional ayurvédico a un suplemento de moda.
Sin embargo, como ocurre con otros muchos suplementos, no hay evidencias científicas de que la ashwagandha sirva para calmar la ansiedad y el estrés. De hecho, no hay evidencias de que sirva para nada. Sí que es cierto que hay algunos estudios en los que se encuentran ciertos beneficios, pero la realidad es que la mayoría, por no decir todos, son bastante pobres, metodológicamente hablando.
En el otro extremo, tenemos los estudios e informes que señalan que la ashwagandha, además de no ser beneficiosa, podría resultar perjudicial. Estos trabajos apuntan a que podría afectar a los niveles de hormona tiroidea y a los de algunas hormonas reproductivas. Incluso se señala que podría provocar abortos si se consume durante el embarazo. Tal es la preocupación que han llegado a causar algunos de estos informes que en Dinamarca se prohibió el consumo de suplementos de ashwagandha en 2023. No obstante, la cuestión es que, de nuevo, estos estudios no tienen la mejor de las metodologías. ¿A quién hacemos caso entonces?
¿Qué dicen los estudios que apoyan el consumo de ashwagandha?
La ashwagandha, procedente de la raíz de la planta Withania somnifera, se conoce también como ginseng indio o cereza de invierno, y se ha usado durante cientos de años en la medicina tradicional ayurvédica con infinidad de aplicaciones. Se dice que es beneficiosa para calmar la ansiedad y el estrés, regular los niveles de azúcar en sangre o fortalecer el sistema inmunitario, entre otras funciones. Durante la pandemia de COVID-19 algunos terapeutas ayurvédicos empezaron a proponerla también para prevenir esta infección.
La realidad es que la mayor parte de esas aplicaciones no han calado mucho en occidente. Pero, con este estilo de vida actual que nos tiene a todos ansiosos y estresados, su aplicación como calmante sí que ha ido labrándose cierta fama con los años. Los suplementos de ashwagandha están ya a disposición de cualquiera que quiera comprarlos, tanto en internet como en herbolarios o incluso farmacias. Pero hay que tener algo importante en cuenta. Como con cualquier suplemento, no se requiere para su comercialización que hayan pasado por ensayos clínicos o que existan estudios sólidos que apoyen sus beneficios. En resumen, no deben cumplir los mismos requisitos que los fármacos.

A pesar de todo eso, sí que hay algunos estudios científicos publicados sobre los beneficios de la ashwagandha. La mayoría de ellos se han llevado a cabo en la India o en centros de investigación occidentales, pero por parte de científicos indios. Estos, por lo general, señalan que las personas que toman suplementos de ashwagandha experimentan una clara reducción de los niveles de ansiedad. Incluso en algunos se explica cuál puede ser el motivo. Al parecer, podría intervenir en la comunicación del eje hipotalámico-hipofisario-suprarrenal, implicado en el inicio de una cascada de reacciones que, finalmente, dan lugar a la síntesis de cortisol como respuesta al estrés.
Estos estudios tienen limitaciones
La mayoir parte de estos estudios se han llevado a cabo con muy pocos participantes y sin doble ciego. El doble ciego consiste en utilizar un placebo que se le da a la mitad de participantes sin que ni ellos ni los investigadores lo sepan. Es decir, nadie sabe quién ha recibido la sustancia que se quiere probar y quién el placebo. En este caso debberían ser la ashwagandha y un compuesto similar, pero que no ejerza ninguna acción sobre el organismo. Así se eliminan posibles casos de sugestión, algo que influye mucho cuando lo que se quiere analizar son compuestos contra la ansiedad o el estrés. Al haberse realizado sin doble ciego, es posible que sí que hubiese cierta sugestión en los resultados.
Por otro lado, incluso algunas revisiones de estudios que señalan ciertos beneficios de la ashwagandha señalan que se debe tomar con cautela, ya que no se han estudiado ni posibles efectos secundarios ni interacciones con otros medicamentos.
¿Qué dicen los estudios sobre los efectos secundarios de la ashwagandha?
El principal estudio que apunta a los efectos perjudiciales de la ashwagandha se llevó a cabo en Dinamarca, en 2020. En realidad, es una revisión de otras publicaciones en las que se analizan los efectos de esta sustancia, especialmente a nivel hormonal. Se encontraron muchas publicaciones en las que se veían afectados los niveles de hormonas, tanto la tiroidea como las hormonas sexuales masculinas y femeninas. No obstante, cabe destacar que son estudios realizados en animales, normalmente ratones o ratas. Y también que en algunos de ellos se usan extractos de otras partes de la planta en vez de la raíz, que es de la que se extrae el suplemento.


Además, en el informe que dio lugar a la prohibición danesa se refiere que puede causar abortos en embarazadas. Sin embargo, esto se debe a una recomendación de la Organización Mundial de la Salud basada en que en la medicina tradicional ayurvédica se usó en alguna ocasión como abortivo. No hay estudios que comprueben si es cierto o no.
Entonces, ¿debemos tomar o evitar la ashwagandha?
La realidad es que no hay estudios adecuados sobre la ashwagandha, ni a favor ni en contra. Por principio de precaución, ante la ausencia de estudios a favor, y teniendo en cuenta los resultados en ratones, lo recomendable sería evitar su consumo. Sin embargo, no se puede asegurar que sea perjudicial.
Lo que está claro es que los suplementos, por muy naturales que sean, muchas veces interaccionan con medicamentos o producen efectos indeseados. Debemos recordar siempre que la cicuta es totalmente natural y eso no la hace inocua.
Además, sabemos que hay otras formas de luchar contra la ansiedad mucho más sólidas, como la terapia cognitivo conductual. Por lo tanto, si no sabemos bien cuáles serán sus efectos y hay otras opciones totalmente seguras que sí tienen evidencia científica, ¿qué necesidad tenemos de gastar el dinero?


Al fin y al cabo, cuando nos prometen que una planta nos va a ayudar a paliar mil males distintos, suele ser indicativo de que hay más márketing y tradición que ciencia. Tiene toda la pinta de que es el caso de este suplemento de moda.
DERECHOS DE AUTOR
Esta información pertenece a su autor original y fue recopilada del sitio https://hipertextual.com/ciencia/ashwagandha-moda/
