Al acercarse el cierre del año, muchas personas sienten que su energía disminuye justo cuando más la necesitan. Según la enfermera María Fernanda Quesada, esto ocurre por una combinación de factores: mayor carga laboral, más compromisos sociales, menos horas de sueño y cambios en la dieta con un consumo elevado de azúcares, lo que provoca picos de glucosa y, en consecuencia, fatiga.
Toda esta acumulación de exigencias hace que el cuerpo llegue a diciembre con niveles reducidos de energía física y mental.
Antes de considerar suplementos, Quesada recuerda que es fundamental reforzar hábitos esenciales: dormir entre siete y nueve horas diarias, mantenerse hidratado, hacer pausas activas y mantener una alimentación equilibrada.
Una vez establecidos estos pilares, los suplementos pueden convertirse en un apoyo útil para mejorar el bienestar. Entre ellos destaca el complejo B, necesario para el metabolismo energético. Si bien no aporta energía de forma directa, ayuda al cuerpo a convertir los alimentos en combustible utilizable. La vitamina B1 favorece la metabolización de la glucosa y la B2 contribuye a la producción de energía celular.
El citrato de magnesio también es un aliado importante. Este mineral participa en más de 300 funciones bioquímicas, incluida la producción de ATP, la principal molécula energética del cuerpo. Además, ayuda a relajar el sistema nervioso y mejora la calidad del sueño.
Otra opción es la ashwagandha, una planta adaptógena que apoya la regulación del cortisol, la hormona del estrés. Al disminuir sus niveles, la melatonina —clave para el sueño— puede aumentar. La ashwagandha puede tomarse en la noche para mejorar el descanso o durante el día para apoyar el manejo del estrés sin provocar somnolencia.
Millenium Natural Systems también ofrece melatonina en una dosis segura de 1 mg, ideal para complementar la rutina nocturna; se recomienda tomarla media hora antes de dormir.
Estos suplementos pueden ser de gran utilidad para quienes enfrentan jornadas laborales o estudiantiles exigentes, fatiga física o mental, estrés elevado o alteraciones del sueño.
Sin embargo, es importante tomar precauciones: la ashwagandha está contraindicada en personas que toman antidepresivos como fluoxetina, sedantes o que presentan trastornos tiroideos. Por su parte, el magnesio debe evitarse en casos de enfermedad renal.
Quesada insiste en que siempre debe consultarse a un médico antes de iniciar cualquier suplemento. La valoración profesional es clave para un uso adecuado y seguro.
Esta información pertenece a su respectivo autor y ha sido recopilada del sitio web: https://www.teletica.com/contenido-patrocinado/su-energia-se-agota-en-diciembre-estos-suplementos-pueden-ayudarle-a-recuperarla_397340
