Una sonrisa bonita es uno de los principales atractivos físicos de una persona. Por eso, no es raro que nos dejemos tanto dinero en enderezar los dientes y mejorar su aspecto. El blanqueamiento dental, por ejemplo, está cada vez más de moda. Si bien en el pasado eran pocas las personas que se interesaban por él, hoy en día muchos pacientes preguntan a su dentista cómo pueden hacer que sus dientes se vean más blancos. Puede que recurren a los tratamientos administrados por estos profesionales, que opten por soluciones comerciales o, en el peor de los casos, que busquen los mejores remedios caseros.
Estos últimos, por lo general, no funcionan o, si lo hacen, pueden ser muy peligrosos tanto para los dientes como para las encías. Generalmente, el blanqueamiento dental casero se basa en el uso de sustancias abrasivas que sí que pueden mejorar temporalmente el aspecto del diente, pero con el desgaste del esmalte como precio.
Por eso, la recomendación general es recurrir a soluciones comerciales o, mejor aún, a tratamientos administrados por dentistas. Aunque sí que es cierto que hay algunos trucos que podemos seguir en casa, no tanto para generar un blanqueamiento dental como para prevenir que este sea necesario. En este artículo vamos a ver cuáles son los peores y los mejores procedimientos si quieres blanquear tus dientes. Porque no todo vale, aunque en un principio parezca que los resultados son los mismos.
Antes de empezar, empecemos por el principio: ¿por qué se manchan los dientes?
Las manchas en los dientes pueden ser superficiales, cuando se producen en el esmalte, o internas, cuando llegan a capas más profundas, como la dentina. En estos últimos casos, son mucho más difíciles de tratar.
Los motivos por los que se producen dichas manchas son muy variados. Van desde el consumo de ciertos alimentos muy pigmentados, como el café, hasta la mala higiene dental o el consumo de ciertos fármacos. También el tabaquismo suele provocar que los dientes adquieran una apariencia más amarillenta.
Cuando el esmalte está más débil, bien por mala higiene dental o bien por problemas de mineralización debidos a la dieta, su mayor porosidad facilita que los pigmentos y las bacterias se acumulen, facilitando aún más que se produzcan manchas. Por eso, al hablar de trucos para el blanqueamiento dental que sí funcionan, lo primero que debemos hacer es fijarnos en nuestra dieta.
Trucos de blanqueamiento dental que sí funcionan
Antes incluso de buscar un blanqueamiento dental artificial, lo que debemos hacer es promover el natural. Por eso, los mejores remedios caseros son los que evitan que los dientes se manchen y favorecen la mineralización del esmalte. Si esto no se ha hecho adecuadamente y los dientes ya están manchados, debemos elegir muy bien los mejores métodos para eliminar las manchas.
Empieza con la prevención
Para empezar, es importante que nuestra dieta sea rica en minerales como el calcio y el fósforo. Estos son los dos componentes principales de la hidroxiapatita, el material que da resistencia al esmalte. Por eso, incluirlo en la dieta favorece la buena mineralización del esmalte y evita esa porosidad que facilita el manchado.
También debemos evitar que el esmalte se desgaste, disminuyendo el consumo de alimentos ácidos o azucarados. Los refrescos carbonatados son la peor de las opciones, ya que incluyen tanto ácido como azúcar.
También se debe evitar el tabaco, ya que, más allá de los muchísimos perjuicios que conlleva para la salud, también puede debilitar el esmalte y manchar los dientes.

Finalmente, hay alimentos como el café que no debilitan el esmalte, pero sí lo manchan, por lo que si se combinan con un esmalte desgastado o una mala higiene dental pueden llegar a producir muchas manchas y hacer muy necesario el blanqueamiento dental.
Puedes probar el blanqueamiento dental comercial
Los blanqueadores dentales comerciales suelen ser de dos tipos. Por un lado tenemos los blanqueadores azules, que están muy de moda últimamente. Algunos se usan a modo de pasta de dientes y otros consisten en una especie de sérum que se deja actuar para que libere los pigmentos azulados sobre el esmalte. En ambos casos, en realidad no se está blanqueando el diente como tal, sino que se está generando un efecto óptico. El color azul sobre el amarillo genera un efecto visual en el que se resaltan los matices blancos del esmalte. Aunque no sea más que un efecto óptico, la acumulación de estos pigmentos azules provoca justo un blanqueamiento muy llamativo, que tiene muy buena acogida entre los usuarios.
Por otro lado, están los productos de blanqueamiento dental que sí que eliminan las manchas. El ingrediente principal de estos productos es el peróxido de hidrógeno, ya que tiene la capacidad de oxidar y descomponer las sustancias causantes de las manchas. A veces se utiliza directamente, mientras que en otras ocasiones se emplean sustancias que, al descomponerse, liberan peróxido de hidrógeno. Es, por ejemplo, el caso del peróxido de carbamida o el percarbonato de sodio. Este último es muy interesante para su uso en pastas de dientes, ya que libera el peróxido de hidrógeno al entrar en contacto con agua.
La mejor opción siempre será la que te administre un dentista
Los tratamientos de blanqueamiento dental profesionales no difieren mucho en ingredientes de los comerciales. También suelen basarse en el peróxido de hidrógeno. Sin embargo, hay una gran diferencia. Y es que esta sustancia debe administrarse a dosis muy concretas. Suficiente para que oxide las manchas, pero no tanto como para que pueda ser demasiado dañino con el esmalte o las encías.
Para evitar males mayores, en los productos comerciales se usa una dosis eficaz, pero baja. En cambio, los dentistas pueden ajustar la dosis teniendo en cuenta características como la edad y la sensibilidad del paciente o el tono inicial del diente. Además, los dentistas pueden usar tratamientos en los que la sustancia blanqueante, normalmente también a base de peróxido de hidrógeno, se libera de forma controlada por fotoactivación. Es decir, se coloca el gel blanqueador y este se activa mediante luz. Anteriormente se usaba láser, pero hoy en día se emplea luz LED azul, que se puede usar con más frecuencia y resulta más suave para el diente.


Nunca hagas esto
Por supuesto, hay remedios caseros que prometen un blanqueamiento dental mucho más natural. La mayoría de ellos funcionan, pero son una mala idea, ya que actúan eliminando las manchas por abrasión. Como si tenemos una mancha en la pared y, en vez de limpiarla, la raspamos hasta que salte todo el material manchado. Se elimina la mancha, pero también se daña la pared, sobre todo si la mancha era profunda y necesitamos raspar mucho.
Carbón activo
El carbón activo es uno de esos ingredientes naturales y muy abrasivos que eliminan la mancha, pero dañan el esmalte. No es nada recomendable.
Zumo de limón
Existe un remedio casero de blanqueamiento dental basado en zumo de limón que actúa de un modo parecido al carbón activo. Los cítricos son muy ácidos y el ácido corroe el esmalte, por lo que, sí, elimina la mancha, pero dañando el diente en el proceso.
Agua oxigenada
El agua oxigenada es peróxido de hidrógeno. Por lo tanto, sí, podríamos pensar que funciona. El problema es que si la usamos en casa probablemente nos excedamos con la dosis, causando daños en los dientes, la lengua y las encías.
¿Oil pulling?
El oil pulling es una práctica muy de moda, consistente en enjuagar la boca con un aceite vegetal, normalmente de coco, sésamo o girasol, durante unos 15 minutos. Se supone que así se arrastran las bacterias de la boca y, como consecuencia, se obtiene un aliento fresco y unos dientes más limpios. Esta no es una práctica muy peligrosa, pero también tiene sus inconvenientes. Para empezar, aunque sí es cierto que puede arrastrar algunas bacterias, no es en absoluto sustitutivo del cepillado. Por lo tanto, puede generar una falsa sensación de limpieza. Y, por otro lado, puede causar problemas mandibulares por el excesivo tiempo de enjuague necesario. No es peligroso en exceso, pero no vale la pena para lo poco que beneficia.
En resumen…
Lo ideal es que tengas una buena higiene dental, una dieta rica en minerales y sin exceso de azúcares o alimentos ácidos. También se debe evitar el tabaco y tener cuidado con alimentos muy pigmentados, como el café. Si aun así se producen manchas, podemos optar por las soluciones comerciales de blanqueamiento dental; pero, si queremos algo mucho más eficaz, la mejor opción siempre será consultar a nuestro dentista. No blanquees tus dientes a cualquier precio.
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