A seis meses de la Ley Silla, trabajadores aún desconocen su aplicación en centros laborales

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Aunque la Ley Silla ya está vigente, trabajadores en la Ciudad de México aseguran no conocer su aplicación; especialistas y empresarios llaman a reforzar información y guías técnicas.

Patricia Ramírez

Una empleada de Sanborns asegura no saber cuándo será implementada la Ley Silla. Dos trabajadores de Walmart responden con confusión sobre los posibles cambios en su rutina laboral. En una papelería, una encargada de mostrador tampoco tiene certeza de si contará con un asiento adecuado durante su jornada.

 

Aunque la Ley Silla entró en vigor el 17 de junio, se otorgó un plazo de 180 días para que las empresas realizaran las adecuaciones necesarias, periodo que concluyó el 14 de diciembre. Entre los cambios contemplados se encuentra la provisión de sillas con respaldo suficientes, espacios de descanso y modificaciones a los reglamentos internos para fomentar la salud laboral. No obstante, el proceso de adaptación aún no se ha completado en todos los centros de trabajo.

 

En un recorrido realizado por IMER Noticias en distintos establecimientos de la Ciudad de México, se constató que trabajadores de tiendas de autoservicio y departamentales, restaurantes, mostradores de atención al cliente, así como personal de seguridad y vigilancia, continúan pasando largas horas de pie. A pesar de que la reforma lleva meses en vigor, varios empleados señalaron no haber recibido información por parte de sus empleadores sobre cambios en su jornada ni sobre la entrega de insumos para su descanso.

 

Al respecto, Hugo Díaz, vicepresidente de grandes empresas de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), explicó que las compañías afiliadas se han preparado para cumplir con la norma, aunque reconoció que todavía existen pendientes en su implementación.

 

“Con lo que respecta a grandes empresas afiliadas a Coparmex ya se encuentran 100% listas para ejecutar y tener el cumplimiento a esta norma, pero habrá que ver qué hacemos con las pequeñas y medianas, cómo fortalecemos, cómo comunicamos, pero siempre siendo cuidadosos de que esto se genere a visitas de autoridad que se traduzcan a sanciones o multas. Siempre hay que tener coordinación; es lo que vemos que pudiera ser la mejor alternativa para cumplir evitando cualquier tipo de sanciones”.

 

El vicepresidente subrayó la importancia de mantener el diálogo y la comunicación para que la ley se aplique de manera efectiva, una iniciativa que, desde su planteamiento, ha sido respaldada por la COPARMEX.

 

“Es importante que la autoridad emita guías técnicas claras para que a su vez las autoridades laborales y aquellas que ejecutan verificaciones estén totalmente ciertas de que se cumple con esta normatividad y, sobre todo, generar comunicación. Creo que es un reto importante donde el binomio empresas e iniciativa privada deben estar muy de la mano para el cumplimiento puntual de esta nueva ley”.

Además de la entrega de asientos con respaldo, la Ley Silla establece otras obligaciones para los empleadores, como el derecho a alternar entre estar de pie y sentado, la habilitación de espacios específicos para el descanso y la implementación de pausas durante la jornada laboral.

En este contexto, Elvia Luz González Muñoz, directora del Centro de Investigaciones en Ergonomía de la Universidad de Guadalajara, señaló que aún es necesario reforzar la información tanto para patrones como para trabajadores, a fin de garantizar el cumplimiento adecuado de la legislación.

“Por ejemplo, desde la Universidad de Guadalajara, en el Centro de Investigaciones en Ergonomía estamos trabajando con pequeños manuales, algo sencillo que les dé información de cómo deben implementarla. Incluso qué materiales usar; por ejemplo, en las gasolineras es muy importante el material, porque no debe generar chispa y debe ser adecuado para estar a la intemperie. Todos estos detalles hace falta orientarlos un poquito para que, si van a hacer el gasto y la implementación, realmente beneficie al trabajador”.

A pesar de las adecuaciones pendientes, la especialista considera que la Ley Silla representa un paso importante para mejorar las condiciones laborales y reducir los problemas musculoesqueléticos que enfrenta la población trabajadora en México, además de sentar un precedente para futuras reformas enfocadas en la salud laboral.

 

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