Madrid/Las intervenciones decembrinas del ministro de Energía, Vicente de la O Levy, se parecen a las cartas que envían los niños a los Reyes Magos o Papá Noel pidiendo ese juguete maravilloso que solo ellos pueden traer pero que, año tras año, no llega y hay que volver a incluir en la lista del año siguiente. Este viernes, en una entrevista al diario Granma, el funcionario ha asegurado que 2026 “será un año difícil, [aunque] ligeramente mejor”.
“Estamos mejor preparados. Vamos a tener más generación”, se comprometió, como cada año de los que lleva en el cargo, que ya son cuatro. De la O Levy asumió en octubre de 2022 en sustitución de Liván Arronte, quemado por lo que entonces se consideraba un año desastroso por unos eternos apagones que hoy se ven como minucias. La puntilla se la dio el incendio de la base de Supertanqueros el mes de agosto, en el que perdieron la vida 17 bomberos, incluyendo jóvenes del servicio militar, y cuyas consecuencias económicas aún gestiona su sucesor con la misma –poca– capacidad resolutiva.
“La falta de combustible no solo es la falta de dinero, tiene que ver con logística: con buques, remolcadores, ferrocarriles, tanques, almacenamiento y distribución nacional. Estamos atajando todo, pero no es un tema fácil y requiere muchísimos recursos”, argumenta el ministro en la entrevista a la hora de referirse al peor de los problemas energéticos que sufre la Isla desde hace tiempo: la escasez de crudo. De la O Levy subraya que la base de Supertanqueros es clave –los depósitos “están construidos totalmente, con sus techos y estructuras”–, pero queda rematar con otros sistemas para dar carpetazo a la reparación, que se alarga ya demasiado.
En 2021 solo estaba disponible el 30% de la maquinaria, pero los donativos y reparaciones –muchos de ellos gracias a China– han permitido recuperarlos hasta más del 80%
El ministro confirma en la entrevista lo que se sabe desde hace mucho tiempo. La generación distribuida está peor que en mínimos, a pesar de que se han recuperado los grupos electrógenos en buena parte. En 2021 solo estaba disponible el 30% de la maquinaria, pero los donativos y reparaciones –muchos de ellos gracias a China– han permitido recuperarlos hasta más del 80%, facilitando que algunas instalaciones vitales se mantengan activas en grandes apagones como los provocados por el huracán Melissa a finales de octubre.
El problema fundamental es que, pese a los arreglos, no hay con qué alimentar esos equipos. “Hay un déficit de combustible muy importante. Tenemos una generación distribuida montada con más de 1.000 megavatios (MW) disponibles y hoy prácticamente esos 1.000 están fuera por combustible. La causa fundamental es financiera”, repitió De la O Levy. Hace dos semanas, los datos de la agencia Reuters revelaron que los envíos de los principales socios petroleros de la región, Venezuela y México, se han desplomado un 73% entre enero y octubre de 2025 en comparación con el mismo período del año anterior. Ninguno de los dos socios, por distintos motivos, está en condiciones de excederse en las facilidades a La Habana.
“Por eso, y no nos vamos a cansar de decirlo, tenemos que quitarnos la dependencia total de los combustibles de importación. Es un camino largo, pero lo estamos haciendo, con nuestros escasísimos recursos, priorizados por el país”, subraya.
El ministro repasó las otras fuentes de energía que sostienen el sistema eléctrico nacional (SEN). La columna vertebral, las termoeléctricas, afronta otro punto de inflexión. “Ahora tenemos que tomar una decisión compleja con Guiteras y Felton”, advirtió en relación al año que viene. La primera, la principal termoeléctrica del país, en Matanzas, debía haber salido del sistema para una reparación capital de unos nueve meses precisamente en este diciembre, pero la medida se ha cambiado y se hará “una parada corta de un mes a principios de 2026 para afrontar el verano, mientras sostenemos a Felton, que también está inestable”.
El Gobierno aspira, dice el ministro, a recuperar 1.400 MW en la generación térmica y para ello quiere contar con las unidades 4 de Cienfuegos y 2 de Santa Cruz del Norte, que tenían que haber terminado su mantenimiento en verano pero lo harán este mes. “La causa fue que, al abrirlas, encontramos un volumen de trabajo superior al estimado. No valía la pena cerrarlas dejando cosas por hacer, porque después iban a fallar constantemente”, señala. Ambas, junto con la 3 de Cienfuegos y la 5 de Santiago de Cuba –que regresaron en abril y octubre, respectivamente–, se dan por incorporadas dentro de 2025.
“Esto da una situación en las termoeléctricas diferente a 2024. A partir de enero de 2026 vamos a tener todas esas unidades generando. Es una potencia desde principio de año adicional a la que fuimos teniendo paulatinamente en 2025”, afirmó.
En cuanto a las renovables, nuevamente insistió el ministro en la idea que avanzó a principios de año. Si bien los cubanos no han notado demasiado su presencia, en un año en el que los parques solares han crecido como setas después de la lluvia por todo el territorio, su aportación ha aliviado la situación en las horas de sol. “Ha mitigado el apagón durante el día; por ejemplo, sin esta fuente de generación, las afectaciones por el día serían similares a las que se dan en el horario de máxima demanda”, destacó.
El Gobierno aspira, dice el ministro, a recuperar 1.400 MW en la generación térmica y para ello quiere contar con las unidades 4 de Cienfuegos y 2 de Santa Cruz del Norte, que tenían que haber terminado su mantenimiento en verano
En el año que está por comenzar se añadirá más energía fotovoltaica, pero De la O Levy incidió en un aspecto novedoso. Su utilidad para arrancar microsistemas –descubierta durante el paso de Melissa– está haciendo que el ministerio repiense por completo el SEN. “Provincias como Guantánamo y Granma hicieron islas energéticas con generación distribuida y parques solares. Esto nos ha llevado a replantearnos el diseño del sistema por regiones, para proteger sectores vitales de la economía y la defensa”.
El funcionario mencionó otros lugares comunes, como el eternamente en obras Herradura 1 –el parque eólico que en enero de 2025 estaba “a punto” de terminarse–, el supuesto aumento de petróleo y gas nacionales –desmentido por los expertos independientes–, o la reparación de Felton 2, también interminable. La unidad de esta termoeléctrica, ubicada en Holguín, se incendió en 2022 y la caldera “completamente nueva” sigue haciéndose poco a poco. “Hemos encontrado una vía financiera, con nuestros escasos recursos, para su culminación”, dice De la O Levy, que solo es capaz de dar 2030 como horizonte.
El ministro finaliza la entrevista admitiendo que 2025 ha sido (como todos) “muy difícil, caracterizado por la mayor ausencia de combustible que hemos tenido. Muy tenso, de largas horas de apagón, con momentos de 24 horas en algunas regiones”, reconoció. Y aunque para el año próximo promete (como todos, también) mejoras, admite que el sufrimiento no va a cejar: “No vamos a eliminar los apagones. Va a haber una disminución, pero todavía queda un trecho por caminar. Es un camino largo, pero es el camino nacional, el de la autonomía y la soberanía energética. Vamos a tener que seguir luchando, resistiendo, construyendo y mejorando el sistema eléctrico nacional”.
DERECHOS DE AUTOR
Esta información pertenece a su autor original y se encuentra en el sitio https://www.14ymedio.com/cuba/carta-anual-reyes-magos-gobierno_1_1121264.html