En 2025 se dio un impulso sin precedentes a los juegos indígenas, fundamentales para preservar el patrimonio deportivo, cultural y tradicional de los pueblos originarios
Alfonso López
El deporte indígena tuvo una excepcional exposición en 2025. El nombramiento del Año de la Mujer Indígena permitió una visualización de los juegos tradicionales y autóctonos cuya raíz está en los pueblos originarios de México, algunos de ellos compartidos entre culturas de diversos estados del país.
Así, la preservación de estos juegos va más allá de actividades recreativas, implica la transmisión de valores culturales y tradicionales.
Ana Claudia Collado, directora de la Federación Mexicana de Juegos y Deportes Autóctonos y Tradicionales reconoce el impulso que se ha dado para conservar esta tradición deportiva y cultural. Así fue en la realización de los Juegos Deportivos Indígenas realizados en conjunto con la Conade.
“Se otorgaron tres premios estatales del deporte, precisamente por ser el año de la mujer indígena. Hemos estado en un trabajo permanente de reconocimiento, tanto de atletas, deportistas como del deporte tradicional en México. Otro hecho importante ha sido el desarrollo de dos eventos en conjunto con CONADE, que fue el Encuentro Nacional de Juegos Tradicionales y el Encuentro Nacional Deportivo Indígena”.
Contrario a su inicios, actualmente hay pueblos originarios integran plenamente a las mujeres en una mayor cantidad de juegos tradicionales como la comunidad rarámuri en Chihuahua. Cultura que cuenta grupos de corredores y corredoras reconocidos a nivel nacional e internacional.
Así mismo, hoy día la inclusión de la mujer en la organización, participación y activación en los juegos y deportes tradicionales es básica en la actualidad del deporte indígena.
“Considero que la mujer siempre ha estado acompañando el deporte tradicional. Incluso en las maquetas antiguas se ven a las mujeres. Algunos investigadores dicen como parte del juego, otros dicen que como parte del acompañamiento, pero siempre han estado. La carrera, por ejemplo, de bola y la carrera de Arihueta, que son actividades del estado de Chihuahua, van a acompañando a las mujeres y a los hombres en la carrera”.
Herencia cultural y deportiva
Los juegos han sido transmitidos de generación en generación, por lo que es vital mantener el vínculo e inclusión de las infancias.
Para que así se mantengan la participación en las tradiciones como herencia en los pueblos y comunidades originarias.
Se calcula que en México hay más de 68 grupos originarios que practican juegos tradicionales que incluyen competencias de habilidades y destreza física, juegos de mesa, de azar. Algunos tienen usos y tradiciones propios de cada región y otros compartidos como el Juego de Pelota, la pelota mixteca o las carrera pedestres.
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