▲ El Loco Abreu, timonel de Xolos de Tijuana, acusó a los jugadores de Tigres de “golpear demasiado a Gilito Mora” y de que hubo arbitraje tendencioso.Foto Afp
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uando al alcance de tu mano está el manjar de manjares, ¡qué importa perder un postrecillo! Emilio Azcárraga Jean tiene el jugoso negocio de la inauguración del Mundial 2026 a punto de turrón, cuenta con los derechos de transmisión del Tri para dicho certamen y, gracias a los sobornos hechos a oficiales de la FIFA, ventilados en 2017, también pasará la señal de la Copa del Mundo para otras regiones de Latinoamérica, todo ello con su respectiva lluvias de patrocinadores… Así que la eliminación del América en cuartos de final del torneo Apertura 2025 es un diminuto raspón al orgullo, casi nada. Que lloren los fanáticos de pura cepa, porque hoy por hoy nada le borra la sonrisa al presidente con licencia de Televisa, que este viernes estará en primera fila en el sorteo mundialista.
Quien no la está pasando bien es el técnico André Jardine, pues tal parece que su estrella se apaga. Al brasileño se le hizo bolas el engrudo, está que trina contra el arbitraje. En redes sociales y en el propio estadio de la colonia Ciudad de los Deportes retumbó el clamor: “¡Fuera Jardine!”… Pero no es tanto culpa de los nazarenos, sino de él mismo y su directiva por las contrataciones como la del improductivo Víctor Dávila, no se diga la del defensa Igor Lichnovsky, tipo dado a la bohemia, que se dio a conocer más por su asistencia a conciertos musicales siguiendo a la Banda Limón, a la Fórmula Uno y que remató con el autogol en el partido de ida ante los Rayados. En el juego de vuelta el timonel de plano prefirió dejarlo en la banca.
Luces y sombras en la disputa por el cetro. Luego del empate sin goles en el partido de ida de cuartos de final entre Chivas y Cruz Azul, el campeón Toluca fue mezquino ante su público: ganó en Ciudad Juárez con lo justo y salió a pelotear en la vuelta frente a los mal llamados Bravos, que cual corderitos no metieron ni las manos, ambos obsequiaron otro soso 0-0… Tigres confirmó que es un viejo zorro de liguillas: sufrió un aplastante 3-0 en Tijuana, pero nunca nadie debe darlo por muerto, pues en El Volcán tundió con cinco tantos a Xolos, para dejar a Gilberto Mora y compañía fuera de combate; el técnico Sebastián Abreu acusó al árbitro de localista… Desde luego, lo más sonado fue la eliminación de las Águilas a manos de un Monterrey que se sacó la lotería y sobre el que no hay grandes augurios.
La cita es en el Kennedy Center de Wa-shington. Todo está listo para el sorteo rumbo a la Copa del Mundo, a realizarse del 11 de junio al 19 de julio próximos, y que tendrá por primera vez a 48 participantes, se armarán 12 grupos de cuatro equipos cada uno. Desde luego, se espera, como es usual, una ‘manita’ para los países anfitriones Estados Unidos, Canadá y México, para que tengan rivales a modo y el ánimo y buen ambiente en las ciudades sedes se sostenga a tope. El nuevo gigantismo da margen para eso y más; es decir, un quinto y hasta sexto partido… Puede que los negativos no vean relucir el arcoíris y sólo estén pensando en los seis partidos sin victoria del Tri, un equipo sin pies ni cabeza, donde no están los que deben y que desanima a cualquiera.
Por eso ya se anticipó Azcárraga Jean: pidió hace unos días “apoyar aunque estemos perdiendo” y “alentar y criticar, pero sin violencia”, nada de grito homofóbico y todas esas expresiones que le pueden empañar la fiesta… Uno de sus personeros, Justino Compeán, precisó recientemente que el Mundial 2026 iba a ser todo para Estados Unidos, lo cual era lógico, pues a través de la FBI enarboló el FIFAgate, que arrojó corrupción y podredumbre (en esa erupción salió a relucir el nombre de Emilio, con expediente abierto en el Departamento de Justicia de Estados Unidos). Compeán se ufanó de la lucha de directivos mexicanos para adjudicarse 13 partidos, “un pedazo de pastel”, mientras Victor Motagliani, titular de la Concacaf, pujó a favor de su país, y le dieron a Canadá otros 13 partidos.
En el circo del balompié mexicano se ha desatado una ola de rumores hacia la junta de dueños del día 9 de este mes; no obstante, hay consistencia sobre el ánimo de abatir la multipropiedad en cuanto finalice el Mundial. El problema es que se han topado con infinidad de enredos y complicaciones con los equipos Mazatlán y Puebla, propiedad de Ricardo Salinas Pliego, así no será fácil que alguien los adquiera, aunque ya se habla de la metamorfosis de cañoneros a Potros de hierro.
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