▲ André-Pierre Christian Gignac, con más de una década vistiendo la playera de Tigres, aspira a conquistar su sexto título de la Liga Mx y, a futuro, pretende dirigir como estratega al Olympique de Marsella.Foto Cuartoscuro
U
n aire de conformidad y hasta de contento inunda el ambiente futbolero después de conocerse a los dos rivales iniciales del Tri para el Mundial 2026: Sudáfrica y Corea del Sur. Y aunque el tercero –a desvelarse en marzo– podría ser Dinamarca, República Checa o Irlanda, hubo un profundo suspiro de alivio tras el sorteo. Reina la relajación, la convicción de que la FIFA hizo su tarea de allanar el camino a los anfitriones. Habrá incluso quien ya visualice a México arañando el sexto partido… Además, falta sumar otro factor, los árbitros suelen ser benevolentes con los huéspedes, los favorecen en acciones dudosas o polémicas. Así pues, hay motivos para ese soplo de optimismo que sólo la conjura de los amargados, de los necios, insiste en empañar.
La alegría es contagiosa y la memoria flaca. Enseguida se traslapa el pasado inmediato: seis partidos sin victoria, una grave escasez de goles y esa realidad de que el tricolor sufre frente a cualquier rival, el más desdeñado le pega un buen susto, lo desnuda y evidencia que la selección no tiene rumbo y no juega a nada. Es como si todos hubieran crecido de nivel con el correr del tiempo, lo cual es lógico. Pero el Tri nomás no progresó. Se hizo enano en medio de luchas intestinas de los codiciosos dueños de equipos, para quienes sólo existe el interés económico y han hecho a un lado el trabajo en las fuerzas básicas. Como consecuencia de ello, y por gusto de Javier Vasco Aguirre, México irá esta vez a la justa con dos o hasta tres jugadores naturalizados.
El gigantismo, el haber pasado de 32 a 48 selecciones, quitó calidad al evento, restó brillo a la fase inicial. Para potencias como Argentina y Francia, representará un periodo para calentar motores… La comitiva mexicana hasta salió sonriente del sorteo, considera que Sudáfrica y Sudcorea son vencibles.
Más complicado luce para los otros anfitriones. Canadá, chocará ante Suiza, mientras Estados Unidos va contra Paraguay y Australia… Ante tal aridez, el plato fuerte del arranque resulta el partido Uruguay-España, a realizarse en Guadalajara… Ya no hay “grupo de la muerte”, acaso el más complicado será el de Panamá, que tiene cita con Inglaterra, Croacia y Ghana.
Dado que el ente regulador del balompié mundial es sinónimo de corrupción, su titular Gianni Infantino toma recaudos al precio que sea contra un posible nuevo FIFAgate –no sea que le vaya a pasar lo mismo que a su antecesor Joseph Blatter, caído en desgracia por despertar la ira de Estados Unidos– y el viernes en el Centro Kennedy de Washington fue lambiscón hasta la abyección, lo que se dice un lame botas; se inventó el Premio de la Paz para halagar al presidente Donald Trump, ¡claro, el escenario no se iba a desperdiciar, era el ideal!: estaban ante cientos de millones de televidentes, amantes del deporte más popular del planeta… No le importó la norma de no intromisión en asuntos extradeportivos.
En Qatar 2022 participaron 32 equipos, y pese a un estudio que hizo el propio organismo, el cual advertía que el gigantismo bajaría la calidad, se incrementó a 48, porque si en Qatar FIFA ganó 7 mil 500 millones de dólares, ahora espera unos 13 mil millones… A Joao Havelange (1916-2016) ya no lo alcanzó la justicia por su edad, pero aún no acaban las tribulaciones para Blatter, quien compró a Jack Warner con 6 millones de dólares para asegurarse 30 votos de la Concacaf y así venció en 1998 al sueco Lennart Johansson. El gran pecado de Sepp fue dejarse sobornar por Rusia y Qatar y negarle el Mundial 2018 o 2022 a Estados Unidos ¡se le fue el tigre encima!… Eso explica la actitud de Infantino, servil hasta la ignominia.
Con empate global en semifinales y mil apuros, Toluca y Tigres disputarán el título Apertura 2025. De la mano de Antonio Mohamed, los pingos buscan su cetro 12, que los empataría con Chivas en el segundo lugar de los más ganadores, sólo debajo del América. Los felinos anhelan la novena estrella inspirados en André Pierre Gignac, de 40 años y cuyo retiro luce inminente. El sábado, el galo demostró que la experiencia vale oro al obsequiar una asistencia de lujo, jaló marca y dio vistoso pase de tacón que coronó Juan Brunetta… A Sergio Ramos no lo sedujeron los millones que gana con Rayados; él quiere calidad hasta el final, así que dijo adiós… En el timón azul Nicolás Larcamón no logró ser mejor que Vicente Sánchez.
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