no descansaré hasta tener un oro olímpico

Adriana Díaz Reyes

Periódico La Jornada
Miércoles 24 de diciembre de 2025, p. a12

Restar centésimas al reloj es una tarea que a los atletas paralímpicos les puede tomar meses e incluso años.

En un deporte como la paranatación, la meta es aún más complicada. Se requiere de un exhaustivo entrenamiento de seis horas diarias, un sueño reparador que fortalezca el cuerpo y el respaldo económi-co de las autoridades para buscar mejores marcas.

“Estoy entre los mejores del mundo en pruebas como los 50 metros libres, pero aún me falta ese pequeño esfuerzo para estar en la cima; esas centésimas que me alejan del primer lugar. El próximo año ya comienza el ciclo olímpico y quiero lograr tiempos mucho mejores”, compar-tió Ángel Camacho, máximo medallista mexicano en los Juegos Olímpicos de París 2024 (una de plata y dos de bronce).

A diferencia de otros seleccionados, al deportista le tomó apenas tres años ganarse un lugar en la élite. Su progreso fue tal, que se convirtió en uno de los atletas con mayor número de patrocinadores (Toyota, Nike y Powerade). Llegó a sumar cinco en una temporada.

Su primer gran resultado fue el bronce en los Juegos de Tokio 2020, donde debutó con una medalla de bronce con apenas 16 años de edad. A partir de entonces, sus metas son cada vez más ambiciosas.

“Hasta que no gane el oro no voy a estar satisfecho. Voy a nadar y entrenar hasta llegar a mi objetivo; si es necesario de lunes a domingo”, aseguró el deportista.

Camacho se quedó a 30 centésimas del metal dorado en los 50 metros libres de París. Y aunque fue una de sus mejores marcas, la desilusión de no lograr el primer lugar lo dejó con una meta pendiente para Los Ángeles.

“La mira está en 2028. No debo perder de vista mi objetivo, porque cualquier distracción podría truncar mis sueños. En el alto rendimiento gana el que se esfuerza más que los demás y ese quiero ser yo.”

En sus inicios, Camacho no disfrutaba de las clases de natación necesarias para su rehabilitación. Ir a la piscina durante dos horas no era su momento favorito del día hasta que descubrió su talento.

“Al principio estaba enfocado sólo en mis estudios. Cuando los resultados comenzaron a llegar supe que nadar y representar a México eran las dos cosas que mayor orgullo me daban y decidí dedicarme a ello al cien por ciento. Casi una década después, estoy seguro de que tomé el camino correcto.”

Los resultados de Ángel tuvieron de recompensa que un Centro Acuático en su natal León, Guanajuato, lleve su nombre.

“Es un honor para mí que una alberca lleve mi nombre; más porque fue ahí donde comencé a nadar como parte de mi rehabilitación física. Le tengo mucho cariño a ese lugar porque coseché mis primeras medallas siendo un niño. Espero que mi historia pueda ser la inspiración para que las nuevas generaciones sepan que la mente no tiene límites.”

Camacho cerró 2025 con dos medallas de bronce en el Mundial de Paranatación de Singapur 2025. En 2026, aunque no hay una competencia de mucha relevancia internacional, se mantendrá activo en diferentes escenarios del orbe para no perder la forma física y robarle algunos segundos al reloj.

“Sé que a esto no le pondrán mucha atención en México, así que toca presumir los logros propios”, posteó Camacho luego de ganar su presea en el Mundial. Una publicación que generó comentarios sobre el respaldo que reciben los atletas paralímpicos.

“Hemos avanzado respecto a la visibilidad, pero aún falta mucho trabajo por hacer para recibir el mismo reconocimiento.”