Estrella de Belén: un recorrido entre ciencia, fe e historia cultural. El académico Javier Zapata Romano analiza las hipótesis astronómicas, el origen de los magos de Oriente y el significado simbólico de este relato que ha marcado la tradición occidental.
http://noticias.imer.mx/wp-content/uploads/2025/12/ENT-JAVIER-ZAPATA-ROMANO-EL-ACENTO.mp3
Laura Velarde
Cada fin de año, la llamada estrella de Belén vuelve a ocupar un lugar central en el imaginario occidental. Más allá del relato bíblico, la pregunta persiste: ¿existió realmente un fenómeno astronómico que anunciara el nacimiento de Jesús? Para responderla, en El Acento, Alberto Nájar conversó con Javier Zapata Romano, académico del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO).
¿Un fenómeno astronómico real?
De acuerdo con Zapata Romano, no existe una certeza científica absoluta sobre lo ocurrido hace más de dos mil años. Sin embargo, sí existen diversas hipótesis astronómicas que han sido estudiadas por especialistas a lo largo del tiempo.
“Astronómicamente no estamos seguros de qué pasó exactamente. La hipótesis que manejo es que en realidad le ocurrió a esta idea fue una conjunción planetaria”.
La hipótesis que él considera más sólida apunta a una conjunción planetaria entre Júpiter y Saturno. Un fenómeno poco común que ocurre aproximadamente cada 20 años. Esta alineación habría sido interpretada por astrónomos de la antigüedad como una señal extraordinaria.
Esta explicación se remonta al año 1604, cuando el astrónomo Johannes Kepler observó una conjunción entre Júpiter y Saturno acompañada por la aparición de una estrella nueva, producto de una supernova. A partir de ese evento, Kepler se preguntó si algo similar pudo haber ocurrido en el periodo del nacimiento de Jesús.
“Él dice, seguramente esta esta conjunción fue la que los reyes, de alguna manera, interpretaron como la estrella que los guiaba hacia el nacimiento de Jesús. Entonces, esta datación que hace Kepler a partir de las conjunciones entre Júpiter y Saturno y que además la conjunción inicia en el trígono de fuego, dijo, ah, pues entonces aquí está el año donde nació Jesús”.
La estrella de Belén representa un punto de encuentro
El académico aclara que el pueblo judío no desarrolló una astronomía científica como la de los griegos o babilónicos. Para ellos, el cielo era una creación divina, sujeta únicamente a la voluntad de Dios, por lo que no existía una motivación para estudiar sus movimientos de forma sistemática.
No obstante, sí hubo una fuerte influencia de pueblos vecinos como los mesopotámicos, persas y egipcios, quienes sí practicaban la observación astronómica y la astrología como herramientas para interpretar el mundo.
“Para los hebreos y para los judíos, no había una razón para la cual estudiar ellos no buscaron modelos geométricos como los griegos o relaciones matemáticas como en el caso de los mesopotámicos o los babilónicos que pudieran de alguna manera dar un pronóstico o dar una explicación de por qué cada cuando ocurren eclipses o cada cuando ocurren conjunciones”.
Uno de los puntos más reveladores de la conversación es el origen de los llamados reyes magos. En los evangelios canónicos, únicamente se menciona la llegada de magos de Oriente, sin especificar cuántos eran ni que fueran reyes.
La imagen de los tres reyes aparece siglos después, en textos apócrifos, donde la tradición se va enriqueciendo y adaptando a las necesidades teológicas del cristianismo.
“La idea del mago, al principio el mago, esta descripción viene de Oriente, se da en diferentes pueblos mesopotámicos, de dar también en el zoroastrismo. Y entonces era gente que estaba relacionada con cultos paganos, con adivinación, con contacto con los difuntos, con una serie de prácticas que en el judaísmo y luego en el cristianismo no son aceptadas. Pero está allí el término mago, está allí el término de estos sabios que vienen de Oriente no dicen exactamente de dónde. Que vienen de Oriente a dar testimonio del nacimiento de Jesús”.
Más que una verdad única, la estrella de Belén representa un punto de encuentro entre astronomía, creencias religiosas e historia cultural. Su permanencia en la tradición occidental demuestra cómo los relatos se transforman y adquieren nuevos significados a lo largo de los siglos.
“Hace de alguna manera conexiones a libros del Antiguo Testamento, a profetas, digamos, del Antiguo Testamento, tratando de validar, digamos, su visita a Jesús.
Entonces, esta idea del mago que nace en el siglo quinto antes de Cristo, pasa al Zoroastrismo, se va enriqueciendo esta definición y cuando llega a al cristianismo, bueno, hay que ponerle el nombre de el rey mago. Y lo vamos a enlazar, por ejemplo, al libro de los salmos.”
Te recomendamos:
DERECHOS DE AUTOR
Esta información pertenece a su autor original y fue recopilada del sitio
https://noticias.imer.mx/blog/que-fue-la-estrella-de-belen-las-hipotesis-cientificas-detras-del-fenomeno/
