Aimee Mullins and Rupert Friend at the world premiere of Jurassic World Rebirth, at Odeon Luxe, Leicester Square, London, England.
En un mundo donde las relaciones de pareja en Hollywood suelen exponerse hasta el cansancio, la historia entre Aimee Mullins y Rupert Friend brilla precisamente por lo contrario: discreción, elegancia y una complicidad que ha sobrevivido al tiempo, la fama y los reflectores. Unidos por la sensibilidad artística, la resiliencia y una visión compartida del éxito, esta pareja ha construido una relación sólida mientras cada uno sigue brillando con luz propia en sus respectivas trayectorias.
De orígenes distintos a un destino en común
Aimee Mullins nació en Pensilvania, Estados Unidos, con una condición médica que derivó en la amputación de ambas piernas cuando era bebé. Lo que para muchos habría sido una limitación, ella lo transformó en impulso. Mullins se convirtió en atleta paralímpica, modelo de firmas como Alexander McQueen —quien vio en sus prótesis una expresión estética y revolucionaria— y más adelante en actriz, conferencista y símbolo de empoderamiento.
Del otro lado del Atlántico, Rupert Friend, originario de Cambridge, Inglaterra, forjaba su carrera actoral con paso firme. Su reconocimiento internacional llegó con papeles intensos como George Wickham en Pride & Prejudice (2005), y más adelante con su interpretación del agente Peter Quinn en la serie Homeland, donde demostró no solo carisma, sino un talento dramático profundo que le valió aplausos de crítica y público.
Un amor forjado con discreción
Su historia de amor comenzó en 2013. Desde entonces, han construido una relación basada en admiración mutua y discreción. En diciembre de 2014 se comprometieron, y el 1 de mayo de 2016 sellaron su unión con una ceremonia íntima y fuera de lo convencional: una boda de solo cuatro personas en un pequeño cobertizo ecológico, en plena naturaleza. “Perfecta, llena de magia y lluvia”, la describió Mullins tiempo después, dejando ver que la esencia de su relación va mucho más allá del protocolo hollywoodense.
Hasta ahora, no han tenido hijos, aunque ambos han manifestado en distintas ocasiones su interés en formar una familia, cuando el tiempo lo permita.
Carreras que siguen creciendo
En años recientes, la actividad profesional de ambos ha sido tan intensa como diversa. Mullins continúa combinando sus facetas de actriz, oradora y figura influyente en el mundo de la moda. En 2023 participó en la serie Extrapolations de Apple TV, donde interpretó a una secretaria de Estado en un futuro afectado por el cambio climático. Además, su presencia en alfombras rojas y eventos de alto perfil, como la gala por el centenario de Montblanc en 2024, confirma que sigue siendo un referente de estilo y fuerza.
Por su parte, Rupert Friend ha demostrado su versatilidad al participar en una variedad de proyectos. En 2023 formó parte del elenco de Asteroid City, bajo la dirección de Wes Anderson, y continúa inmerso en nuevos desafíos actorales y creativos. Su interés en la dirección y la escritura de guiones también ha crecido, con algunos cortometrajes en desarrollo previstos para 2025. Su madurez profesional va de la mano de una búsqueda más profunda por papeles que desafíen las estructuras narrativas convencionales.
Una pareja que trasciende la fama
Lo que distingue a esta dupla no es solo su éxito profesional, sino la forma en la que han tejido una vida juntos sin sacrificar su individualidad. Aunque sus apariciones públicas son selectas, cuando lo hacen es evidente la admiración mutua. Friend ha elogiado el impacto que Aimee tiene en su vida creativa y personal, mientras que ella lo describe como su compañero más valiente y empático.
En una era donde la fama muchas veces devora la intimidad, Aimee y Rupert ofrecen una alternativa posible: construir una relación que se nutre de lo esencial, sin necesidad de gritarlo al mundo.
Aimee Mullins y Rupert Friend han sabido equilibrar fama y privacidad, ambición y conexión emocional. Sus caminos —tan diferentes en origen— confluyen en una historia que inspira por su autenticidad. Juntos han demostrado que el amor también puede construirse en silencio, lejos del escándalo, y con una base de respeto, admiración y sueños compartidos. Una pareja que no necesita titulares para ser inolvidable. Imágenes: Clasos
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