Estudios Churubusco a 80 años transforma la imaginación en realidad, enfrentando desafíos de sonido, escenografía y tecnología. Con más de 80 años de historia, mantienen vivo el legado del cine mexicano gracias a sus trabajadores.
Escucha este especial de Laura Velarde con la producción de Alberto Palomino.
Laura Velarde
Los Estudios Churubusco cumplen 80 años y, con ellos, se celebra también la memoria de quienes han levantado sus muros, construido sus foros y dado vida a miles de películas. La historia de este lugar comienza literalmente desde sus cimientos: en el terreno donde hoy se encuentran la Cineteca Nacional y el Cenart que funcionaba como una ladrillera que proveyó el material para construir los foros y edificios de Churubusco.
Un mundo inmenso de sets
A los 13 años, Israel corría por los pasillos de los foros acompañado de su padre. Lo que para él era un mundo inmenso de sets, ríos artificiales y hasta un zoológico en pleno corazón de la ciudad, se convirtió con los años en su lugar de trabajo. Su tatarabuelo, también llamado Israel, moldeó los ladrillos de la construcción; su abuelo fue mozo de laboratorio; su padre, jefe de carpintería. Israel comenzó en intendencia, pasó por mantenimiento, construcción y laboratorio, y hoy suma 22 años de servicio en los Churubusco.
“Mi abuelo fue el que entró aquí y este era mozo de laboratorio cuando el laboratorio era no sé cuántas gentes y sus hijos, o sea, mis tíos trabajaron tanto en laboratorio como en los camerinos, en almacenes generales y fue cuando entró mi papá como de igual forma de desde aquel lado de oficinas varios hasta llegar a ser el jefe de carpintería en este churrusco y él duró 37 años aquí y bueno, pues yo y mi hermano que está de aquel lado también.”
Él es uno de los muchos niños que crecieron junto a los estudios y que, con el tiempo, hicieron de ellos su hogar y su vida.
La Fábrica de sueños nacional e internacional
Con el claquetazo de La Morena de mi Copla en 1945, y sobre una extensión de 160 mil metros cuadrados, inició la llamada “Fábrica de sueños”. Poco a poco, fue quedando atrás aquel zoológico con tigres y panteras, los decorados de pueblos americanos o el río que recorría los foros. Para María Magdalena Ochoa Martínez, quien lleva tres décadas trabajando en los laboratorios del Churubusco la “Fábrica de Sueños” no es un lema vacío
“Yo llevo trabajando aquí 30 años en esta fábrica de sueños. Yo entré a esta industria conociendo nada y la verdad me costó mucho trabajo, pero ese conocimiento ha sido maravilloso porque aquí nos ha tocado vivir muchos cambios, muchas transformaciones. Me tocó vivir una eh etapa de transformación. Cuando yo recién entré estaban tirando todo lo que era ya las cabañas, lo que era el zoológico, los lagos.
Se estaba destruyendo todo cuando nació el Centro Nacional de las Artes.”
Hoy, los Churubusco son un complejo moderno que incluso alberga una escuela de artes, pero que mantiene la misma vocación: transformar ideas en imágenes que viajen por el mundo.
La historia de los Estudios también se cuenta a través de Arturo Pintor Pasos, del área de servicios digitales. Con más de dos décadas de trayectoria, recuerda que su camino comenzó en 1999, primero en almacén, después como proyeccionista y finalmente como pionero en la transición del cine fotoquímico al digital. Para él, el cine no solo se ve: también tiene un olor y un sonido.
“Y yo recuerdo mucho ese aroma que tenían las películas, recuerdo mucho el sonido de las salas de proyección, de las cabinas de proyección, ese sonido que es muy característico de cine. Hoy en día entiendo que a lo que olía era a esta parte de los baños químicos de laboratorio, pero cuando yo era niño era un aroma que disfrutaba porque era un aroma muy característico que yo sabía que solo lo percibía en este lugar. A mí me olía a cine.”
Estudios Churubusco a 80 años desde su fundación es un complejo irrepetible que no solo ha sido la casa del cine mexicano, sino también un referente internacional.
Una verdadera escuela de oficios
Pocas veces se reconoce que dentro de sus muros conviven todos los engranajes de la creación cinematográfica. Aquí se construyen decorados monumentales, se graban diálogos, se mezclan sonidos, se revelan imágenes y se proyectan películas que después viajan por el mundo.
Cada sala, cada foro y cada taller son parte de una maquinaria cultural que guardan la huella de las producciones clásicas y se adaptan a las exigencias de la era digital.
Las memorias de Israel, Arturo y Magda representan a cientos de trabajadores que, generación tras generación, han hecho del cine su vida. Los Estudios Churubusco son una verdadera escuela de oficios cinematográficos, donde manos de técnicos, artesanos y obreros han aprendido a cortar, ensamblar, revelar y digitalizar imágenes que hoy forman parte de la memoria colectiva.
A 80 años de su fundación, este complejo sigue siendo un punto de encuentro entre tradición y modernidad, entre ficción y realidad.
Te recomendamos:
La radio no se detuvo: la labor del IMER durante el sismo de 1985
DERECHOS DE AUTOR
Esta información pertenece a su autor original y fue recopilada del sitio
https://noticias.imer.mx/blog/mas-alla-de-las-camaras-los-heroes-invisibles-de-los-estudios-churubusco-azteca/