▲ El delantero Jorge Ruvalcaba salió con la pólvora mojada y no superó la defensa de Guadalajara.Foto Afp
Alberto Aceves
Periódico La Jornada
Lunes 6 de octubre de 2025, p. a43
El futbol no premia merecimientos, sino al equipo que interpreta mejor sus obligaciones. Pumas lo intentó en el estadio Olímpico Universitario, compitió en casi todos los duelos individuales, le sobró carácter, corrió más y mejor, pero cuando creyó que el partido estaba resuelto, el delantero del Guadalajara Daniel Aguirre le hizo ver que la justicia sólo existe en este deporte para quien marca más goles. Mientras, el penal que el colombiano Álvaro Angulo falló en los minutos finales sentenciaron la victoria rojiblanca 2-1 en el cierre de la fecha 11.
Si no es la confusión o los continuos errores defensivos, lo que agiganta el contraste de los felinos respecto a sus rivales suele ser el nivel de agresividad, esa extraña costumbre de coleccionar tarjetas amarillas y rojas –38 y seis, respectivamente– con el fin de ganarse el respeto a golpes. Sus aficionados no encontraron ayer argumentos para apoyar ese desborde emocional. Llegaron con la carga de sus tres encuentros anteriores (dos derrotas y un empate), una temporada convulsa y malas actitudes de su director técnico, Efraín Juárez, suspendido desde el pasado clásico contra el América.
“Se habla de garra y de lucha, pero Pumas viene confundiendo eso de un tiempo para acá. En vez de bravos, son bravucones, no tienen profundidad”, expresó el miércoles pasado el brasileño Ricardo Ferre-tti, campeón como jugador y técnico, sobre el presente del equipo auriazul. Sus palabras resonaron no sólo en canales de televisión, sino también en estudiantes, profesores y familias identificadas con los colores de la UNAM que exigieron resultados. “Si te dicen que Efraín lleva entrenando un día con el plantel, lo crees, porque no juegan a nada”, cuestionaron algunos personas desde la zona alta del Pebetero.
Dispersos, pasivos, los delanteros de Pumas terminaron el primer tiempo convertidos en auténticos espectadores. Si el encuentro requería rápidas respuestas, Chivas las buscó por medio de Diego Campillo y Santiago Sandoval, cuya velocidad y potencia obligaron al portero Keylor Navas a ser figura. Como lo hizo en el Mundial de 2014, el costarricense se revolvió como una pantera para mantener lejos la pelota de la línea de gol. El valor de sus atajadas ganó relevancia con el 1-0 del ecuatoriano Pedro Vite, quien cazó un rebote y superó la salida de Raúl Rangel al 48.
La lluvia retrasó el inicio casi 45 minutos, pero estuvo lejos de afectar el clamor popular. Más de 41 mil 150 personas animaron desde sus asientos, se unieron en gritos de “¡Goooya, goooya!” o respondieron con el “¡Dale, dale, dale Reeebaño!” Cuando más complicado se tornó el desenlace, los goles de Armando González (55) y Daniel Aguirre (90), este último en una de las acciones finales de los visitantes, dieron vuelta al marcador. Sólo un penal señalado en el tiempo de compensación puso en entredicho el triunfo visitante, pero Álvaro Angulo lo falló. Con ello, Pumas sumó su tercera derrota consecutiva.
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