“Este no es el primer estudio que muestra este tipo de señalización en ranas, pero lo que me parece realmente interesante es que podría cambiar nuestra interpretación de las señales de color incluso en grupos que creemos comprender bien, incluyendo ejemplos más conocidos como las aves o las mariposas”, comenta Bell y continúa: “Prestar atención a animales menos estudiados podría ofrecer nuevas ideas que nos hagan replantearnos lo que creíamos saber sobre los procesos de señalización en general”.
A diferencia de otros animales como los pulpos y los camaleones, que pueden cambiar de color en segundos, los sapos macho tardan unos 10 minutos en volverse amarillos. Esto se debe a que el proceso está controlado por hormonas, en lugar de por células de la piel, que están controladas directamente por los nervios. El tono amarillo dura hasta dos días antes de volver a ser marrón.
¿Cómo se transforman? Bajo la piel de los sapos, existen capas de células especializadas llamadas cromatóforos. Algunas contienen pigmentos oscuros, otras amarillos y rojos, y un tercer tipo refleja la luz como pequeños espejos. Las hormonas del estrés, como la adrenalina, parecen activar el organismo de los sapos para que reorganice los pigmentos e incline esas placas reflectantes.
El cambio de color puede parecer un raro ejemplo de cooperación en la naturaleza. Pero los sapos siguen estando en plena competencia.
“Pelean, dan patadas e intentan desplazar a otros machos” que ya están intentando aparearse, explicó Stückler. “A veces, varios machos intentan aparearse [simultáneamente] con la misma hembra, formando ‘bolas de apareamiento’, lo que incluso puede provocar que la hembra se ahogue”.
El cambio climático podría agravar aún más un evento ya de por sí caótico y con una sincronización precisa. Aunque la temporada de monzones dura unos pocos meses, los sapos comunes asiáticos, junto con muchos otros anfibios, se reproducen durante un período específico de uno o dos días al principio.
Esto se debe a que las crías necesitan eclosionar y desarrollarse lo máximo posible antes del invierno para tener mayores probabilidades de sobrevivir. Cuando llegan las lluvias y el agua empieza a acumularse, los sapos se aparean rápidamente y los renacuajos tienen tiempo de convertirse en ranitas antes de que su hábitat se seque de nuevo.
Sin embargo, los cambios en los patrones climáticos están alterando tanto el momento como la intensidad de la temporada de monzones, lo que podría perturbar el ya de por sí reducido periodo de tiempo en el que se reproducen muchas especies.
Si los sapos ponen huevos durante un breve periodo de lluvias seguido de un largo periodo de días soleados, “todos los huevos se desecarían y la población se reduciría en los años venideros”, asegura KV Gururaja, experto en anfibios del Instituto Srishti Manipal de Arte, Diseño y Tecnología de la India, y coautor del estudio.
La supervivencia de especies con reproducción explosiva, como el sapo común asiático, podría depender de su capacidad para adaptarse a los cambios en el flujo del monzón.
DERECHOS DE AUTOR
Esta información pertenece a su autor original y fue recopilada del sitio https://www.nationalgeographicla.com/animales/2025/11/cuando-los-sapos-se-pintan-de-amarillo-el-misterioso-cambio-de-color-que-ocurre-por-amor
