Todos tenemos asumidos los riesgos del tabaco, con todas esas imágenes horribles en las cajetillas con las que tantos fumadores miran para otro lado. Sin embargo, muchísimas personas creen aún que vapear sí que es seguro. Incluso hay padres a los que no les preocupa que sus hijos fumen cigarrillos electrónicos, pues creen de verdad que es una opción inocua. La realidad es que no lo es. Son muchísimos los estudios que demuestran que, aun siendo algo más seguros que el tabaco convencional, los vapers no son inocuos. Existe un amplio abanico de efectos negativos que pueden provocar, normalmente a nivel respiratorio. No obstante, recientemente se ha publicado otro estudio en el que se señala que las personas que fuman y vapean tienen un riesgo considerablemente mayor de sufrir prediabetes y diabetes tipo 2.
Dicho estudio fue llevado a cabo por científicos de la Universidad de Georgia, a partir de 1,2 millones de respuestas procedentes del Sistema de Vigilancia de Factores de Riesgo del Comportamiento. Es, por lo tanto, una cantidad enorme de datos. Más que suficiente para tomarnos en serio los resultados.
Sí que es cierto que no se explora la causa de esta correlación entre tabaco, vapers y diabetes. A falta de causalidad, podría considerarse una casualidad. Sin embargo, el hecho de que dispongan de tantísimos datos apoya bastante el resultado. Además, aunque no tengan el motivo completamente claro, los autores del estudio creen que puede tener relación con algo que ya se ha estudiado en el pasado: la interacción entre nicotina e insulina.
¿Cuáles fueron los porcentajes de riesgo de diabetes según el estudio?
Tras analizar los datos de las encuestas, los científicos vieron que tanto el tabaco como el vapeo aumentan considerablemente el riesgo de padecer prediabetes y diabetes, aunque especialmente la primera.
Se observó que las personas que consumen cigarrillos electrónicos tienen un riesgo un 7 % mayor de padecer prediabetes en comparación con quienes no consumen ni tabaco ni vapers. Este porcentaje fue más alto en los fumadores, con un incremento del 15 % en el riesgo de prediabetes, y aún más elevado en los que consumían ambas opciones, con un 28 % más de riesgo.
Además, el riesgo de diabetes también era más alto, con un 7 % de aumento para los vapeadores y un 9 % para los fumadores.

Aquí es importante diferenciar entre prediabetes y diabetes. Básicamente, la prediabetes es el aviso de nuestro cuerpo antes de pasar a la diabetes. No siempre se diagnostica, pero en muchos casos sí que se detecta ese aumento de la glucosa por encima de lo normal, pero no tanto como para considerarse diabetes tipo 2. Estos pacientes normalmente muestran ya también signos de resistencia a la insulina. En muchos casos aún están a tiempo de prevenir la diabetes, pero si no toman medidas, como hacer más ejercicio físico o mejorar la nutrición, el paso a la diabetes acaba llegando. Ahora, sabemos que una de esas medidas puede ser también dejar el tabaco o los cigarrillos electrónicos.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
En este mismo estudio observaron también que las personas de color, latinas o de nivel socioeconómico bajo tenían un riesgo mayor de desarrollar prediabetes por fumar o vapear. También se vio que el riesgo era mucho mayor en consumidores con obesidad.
En el lado positivo, se vio que el ejercicio físico podría disminuir el riesgo. Por ejemplo, los fumadores que hacían ejercicio físico frecuente disminuían el riesgo en un 8 %. ¿Significa eso que si fumas y haces ejercicio físico cancelas todos tus males? Obviamente no.


¿A qué se deben estos efectos del tabaco y los cigarrillos electrónicos?
En el pasado se han publicado estudios en los que se señala que la nicotina podría estimular la acción de sustancia antagonistas de la insulina, como el cortisol. Estas, por lo tanto, dificultan que la insulina pueda llevar a cabo su función, generando resistencia a ella en los tejidos. También se ha visto que la nicotina podría provocar que la glucosa se absorba demasiado deprisa, pudiendo provocar hiperglucemia y, a la larga, aún más resistencia a la insulina. Por lo tanto, los fumadores pueden desarrollar prediabetes por acción de la nicotina. ¿Pero qué pasa con los vapeadores?
Cabe destacar que muchos cartuchos de vapers contienen también nicotina. Pero no todos. Aun así, hay numerosos estudios que demuestran que los cigarrillos electrónicos contienen otras sustancias que, como mínimo, irritan el sistema respiratorio. En los peores casos pueden causar cáncer y otras afecciones. Por eso, los autores de la Universidad de Georgia creen que también podría haber ingredientes vinculados con la resistencia a la insulina. Será necesario seguir investigando, pero está claro que ni fumar ni vapear es inocuo. Cuanto antes lo asumamos todos, mejor.
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