El oficio de organillero enfrenta el impacto de “los falsos cilindreros”: Víctor Maya
▲ Carlos Hernández afuera del Palacio de Bellas Artes.Foto Roberto García Ortiz
Ana Mónica Rodríguez
Periódico La Jornada
Viernes 14 de noviembre de 2025, p. 7
El oficio de organillero, cuyo instrumento es símbolo de identidad urbana y mantiene vivo un sonido que forma parte del patrimonio cultural del país, enfrenta el impacto de “los falsos cilindreros”, quienes “están inundando la ciudad, con cajas de madera pintadas, música pregrabada en MP3 y mediante un botón hacen sonar melodías”.
Inmerso en el mes que conmemora la Revolución Mexicana y para “dignificar el oficio, así como generar comunidad”, el gremio entregará de manera oficial, el próximo 23 de noviembre, en el Teatro del Pueblo, el expediente técnico, así como el proyecto de salvaguarda para comenzar el proceso de ser integrados en la lista del Patrimonio Inmaterial de la Ciudad de México.
Durante más de un siglo, el organillo, se ha escuchado en calles, plazas, parques, avenidas, festivales y desfiles, convirtiéndose en parte del paisaje sonoro de un México que revivió tras el movimiento revolucionario.
El instrumento original, con un peso que oscila “entre los 24 hasta 38 kilos, es una caja de madera con un cilindro interno, picos metálicos y manivela que produce la música mecánica”, explicaron dos de sus artistas a La Jornada. Este organillo es trasladado por los también llamados “cilindreros” quienes recorren cada rincón, a pesar de las condiciones climáticas o de sucesos impredecibles y hasta caóticos inherentes a la urbe capitalina.
Victor Maya, quien trabaja por el rumbo del Ángel de la Independencia y es presidente de la Corporación Cultural de Organilleros de México AC alertó: “Los organillos falsos los están fabricando en serie, vendiendo y poniendo en la calle, lo cual está afectando esta tradición, así como a la comunidad de organilleros que subsistimos de este oficio. Queremos emprender acciones que contrarresten esta práctica, la cual no se observa a simple vista”.
La realidad, dijo Maya, “es que siempre han habido organillos falsos o grabadoras; en Puebla y Tlaxcala hay muchos, pero eran de particulares, es decir, a alguien se le ocurrió, hizo uno y se paró en algún lugar. Actualmente las están fabricando en serie y muy similares a los organillos originales. La cuestión es que si alguna persona pasa frente a ellos, es posible que no se dé cuenta de que es una grabación lo que se escucha, pues se observan en el instrumento todos los elementos que constituyen al real; como las falsas maderas que están talladas como silbatos, además de otros detalles. Lo único que hacen es apretar un botón y suena la música grabada en MP3”.
Plan de salvaguarda
Esta problemática, agregó, “se detalla en el plan de salvaguarda, donde hay un protocolo de acción desde la comunidad organillera con las instituciones involucradas y especialistas en el tema para disminuir la presencia de esos objetos en las calles”.
El proceso que iniciará el 23 de noviembre en el contexto del aniversario 91 del Teatro del Pueblo, serán entregados el expediente técnico, el plan de salvaguarda y los anexos documentales del oficio a la Secretaria de Cultura local. “Después de dar su visto bueno, la misma dependencia lo turnará a la comisión dictaminadora del patrimonio lo cual será el próximo 28. Ese día nosotros tendremos que defender nuestro proyecto y será votado por la comisión; en caso de que sea aprobado se turnará para que sea publicado en el Diario Oficial local”.
Si todo sale de manera positiva, Maya explicó que el gremio ha definido tres propuestas específicas. “Una será crear un centro cultural en el centro de la ciudad, donde se pueda dignificar el oficio de organillero, además de hacer exposiciones y crear un taller de profesionalización en torno a la conservación y reparación de los instrumentos”.
Otros objetivos “son crear un centro de estudios de los organilleros en la Universidad Autónoma de la CDMX, donde se dé cuenta de la historia del gremio, el cual es amplio y muy hermano de la música mecánica así como impulsar el tercer festival de organilleros, el cual se vuelva de carácter internacional y entre en un circuito de eventos especializados alrededor del mundo”.
En tanto, Román Dichi Lara, quien también pertenece a este gremio comentó: “ante los cambios tecnológicos y lo relacionado a la modernidad, hemos tratado de subsistir; hemos actualizado los repertorios, no de música que suena ahora, sino de 20 años atrás, para prevalecer en el gusto de las personas. Hay quienes nos escuchan y les traen recuerdos de familiares o otras vivencias del pasado”.
También señaló: “pero siempre hay gente que trata de abusar y existe un grupo de supuestos organilleros con cajas que simulan ser el instrumento y les pusieron una bocina electrónica. Esta música pregrabada es un engaño al público. No sólo están afectando una tradición, sino perjudicando a numerosas familias que vivimos y dependemos de este oficio”.
El organillo “llegó a México con los italianos y alemanes migrantes”, a finales del siglo XIX,cuya tradición se ha convertido en un emblema de la cultura popular mexicana, especialmente de la urbe capitalina.
Del oficio, contaron los artistas urbanos, también es un referente el tradicional changuito, “lo cual inició en Europa, entre mediados a finales de 1800, sobre todo en Italia y Alemania, donde las familias se acompañaban de un animalito, que generalmente era un monito”. Actualmente, de ese changuito que llamaba la atención, sólo se puede apreciar y recordar, en algunos casos, un muñeco con esa figura, colocado sobre el organillo.
Sobre cuántas personas se dedican a este oficio, Víctor Maya retomó y dijo que no existe un registro preciso. “La Autoridad del Centro Histórico hizo un mapeo de donde se ubican los organilleros de tradición, mientras que la Secretaría del Trabajo tiene a alrededor de 350, pero son quienes en algún momento han pedido su licencia; fuera de esto no existen datos más precisos. Estimamos que en el país, existen entre 800 y mil personas que son organilleros, incluidos, hombres, mujeres y jóvenes”.
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