El asma en gatos y la bronquitis crónica en perros son afecciones respiratorias inflamatorias que, si no se tratan a tiempo, pueden derivar en complicaciones graves e incluso la muerte de la mascota.
Según el doctor Leonardo Solórzano, veterinario especialista, “en gatos, el asma es una enfermedad respiratoria inflamatoria crónica muy común, especialmente en los gatos braquicefálicos, como persas o angoras, aunque puede afectar a cualquier felino”.
El asma es más frecuente en gatos que en perros, mientras que en los caninos predominan los cuadros de bronquitis crónica, sobre todo en adultos mayores. Entre los gatos, las razas braquicefálicas —como persas, angoras y otras de cráneo chato— tienen mayor predisposición, aunque cualquier gato puede desarrollarlo
El especialista explicó a Teletica.com que estas enfermedades comparten mecanismos similares con el asma en humanos, en donde los bronquios se vuelven hiperactivos y se produce broncoconstricción. Entre los factores desencadenantes se encuentran los alérgenos ambientales, como polvo, polen, perfumes, desodorantes e incluso las bajas temperaturas.
“Esto provoca tos persistente o sibilancias, que son esos silbidos que se escuchan al respirar”, detalla el Dr. Solórzano.
En casos severos, los gatos pueden presentar cianosis —cuando las mucosas se ven moradas o azuladas— y adoptar posturas que les faciliten la respiración, conocidas como posturas ortopédicas.
En perros, la enfermedad se manifiesta como bronquitis crónica, especialmente en adultos mayores. La tos prolongada, la intolerancia al ejercicio y los sonidos respiratorios aumentados son signos de alerta.
Algunas razas braquicefálicas, como bulldogs ingleses, pugs, boston terriers, pequineses y chihuahuas, presentan mayor predisposición. Sin embargo, cualquier perro puede desarrollar bronquitis crónica.
El doctor Solórzano enfatiza la importancia de la atención temprana:
“Si el paciente entra en una crisis respiratoria severa y no se acude al veterinario rápidamente, puede colapsar y en el peor de los casos fallecer”. Para el diagnóstico, se utilizan radiografías de tórax, hemogramas, lavados bronquiales y, en ocasiones, pruebas de alergia.
El tratamiento combina medicación, como broncodilatadores y nebulizadores, con control ambiental en el hogar. Mantener la casa libre de polvo, reducir olores fuertes, elegir arenas de gato con poco polvo y registrar síntomas en un diario son medidas recomendadas por el especialista.
“El seguimiento del tutor y la aplicación de estas medidas permiten una evolución positiva del paciente, ya que estas enfermedades no son curables, pero sí tratables”, concluye el especialista.
Esta información pertenece a su respectivo autor y ha sido recopilada del sitio web: https://www.teletica.com/mascoticas/asma-y-bronquitis-en-mascotas-como-detectar-y-tratar-estos-problemas-respiratorios_397547
