“Es seguir trabajando, desde nuestras trincheras, por un mundo más justo; es fortalecer cada día los lazos de hermandad entre los pueblos de Nuestra América y los oprimidos del mundo”, expresó la diplomática durante una ceremonia en la que se conmemoró el noveno aniversario de la partida física de Fidel.
En el monumento a los héroes en la Plaza de la Revolución en esta capital, Fonseca recordó que noviembre es un mes cargado de historia para ambos pueblos, al celebrarse el natalicio del comandante Daniel Ortega y la siembra del fundador del Frente Sandinista de Liberación Nacional, Carlos Fonseca.
La embajadora subrayó que, a nueve años del paso a la inmortalidad del comandante en jefe, no es el luto lo que convoca, sino la celebración de una vida que se multiplicó en millones y de una idea que se convirtió en patria, continente y esperanza.
“Porque Fidel vive. Vive en cada lucha, en cada gesto de solidaridad y en la firmeza inquebrantable de nuestros pueblos”, indicó.
Recordó a Fidel como el “arquitecto de la dignidad de un pueblo”, quien forjó en el yunque de la resistencia la Cuba rebelde que se atrevió a ser libre a solo 90 millas del imperio más poderoso de la tierra.
“Él nos enseñó que lo imposible solo tarda un poco más; que la soberanía no se negocia y que la solidaridad es el mejor capital de los pueblos”, enfatizó.
La diplomática resaltó que la luz del líder cubano trascendió las fronteras nacionales y se expandió por toda América Latina, encontrando en Nicaragua “un eco profundo y un hermano de camino”.
En ese sentido, evocó la fraternidad indestructible entre ambos países, forjada en principios compartidos de soberanía, justicia social y antiimperialismo.
Rememoró igualmente los días de noviembre de 2016, cuando Fidel partió físicamente y el mundo rindió homenaje a su legado.
Subrayó las palabras del comandante Daniel Ortega durante las honras fúnebres en La Habana, cuando afirmó que Fidel vive “en cada niño que nace, en cada joven que estudia, en cada campesino que recibe su tierra y en cada familia que defiende su soberanía”.
“Fue él quien nos regaló la frase que cada cubano hizo suya: ‘¡Yo soy Fidel!’. No como una consigna, sino como una convicción profunda”, dijo.
Agradeció el amor y respeto hacia Fidel demostrado por Ortega, la copresidenta Rosario Murillo y el pueblo nicaragüense, y reafirmó que Cuba acompañará siempre a Nicaragua en todas las batallas en defensa de su soberanía, siguiendo el principio fidelista de que los principios no se negocian.
La diplomática concluyó que Fidel permanece presente “en cada niño cubano que estudia, en cada médico que lleva salud a un rincón del mundo, en la lucha del pueblo nicaragüense por su derecho a la paz y al desarrollo, en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América y en la batalla de ideas contra el cerco mediático y la desinformación”.
En el homenaje participaron representantes del cuerpo diplomático, miembros de la juventud sandinista, funcionarios de la embajada de Cuba aquí, cubanos residentes en Nicaragua e integrantes del grupo parlamentario de amistad, entre otros invitados.
mem/ybv
Con información de PRENSA LATINA https://www.prensa-latina.cu/2025/11/25/honrar-memoria-de-fidel-es-no-claudicar-jamas-afirman-en-nicaragua/
