Así fue el primer vuelo del NASA X-59, el avión supersónico sin boom sónico

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By ndh
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A finales de octubre, la NASA completó con éxito el primer vuelo del X-59, su avión supersónico sin boom sónico. De esta forma, la aeronave dio un paso crucial como parte de la misión Quesst, que busca sentar las bases para el regreso de los vuelos supersónicos de pasajeros como los que en su momento ofrecieron Air France y British Airways de la mano del majestuoso Concorde.

En los últimos días, la NASA compartió el vídeo del vuelo inaugural del X-59 junto con los primeros detalles de la prueba. La misma se concretó de forma exitosa tras una espera bastante extensa. La agencia espacial estadounidense había presentado al avión supersónico en sociedad a principios de enero de 2024, pero hasta aquí todavía no había podido estar en el aire.

La buena noticia es que la espera dio sus frutos. El NASA X-59, desarrollado por Lockheed Martin a través de su división de proyectos secretos Skunk Works, despegó de Palmdale, California, el pasado 28 de octubre. La aeronave permaneció 67 minutos en el aire al comando del piloto Nils Larson y aterrizó en el Centro de Investigaciones de Vuelo Armstrong de la NASA, también en territorio californiano.

Como se observa en el vídeo, el X-59 voló todo el trayecto con el tren de aterrizaje bajo y escoltado por un caza F-18 Hornet, también de la NASA. La decisión de llevar las ruedas a la vista no fue por capricho ni por un problema técnico, sino que es una medida de protección habitual cuando una nave experimental vuela por primera vez. De esta manera, si se produce un fallo hidráulico o de cualquier otra índole, el piloto puede aterrizar de forma segura.

La exitosa primera prueba del NASA X-59, clave para revivir los aviones tipo Concorde

La exitosa primera prueba del NASA X-59, la clave para el regreso de los vuelos supersónicos tipo Concorde
NASA/Jim Ross

Si bien el X-59 de la NASA completó con éxito su primera prueba en el aire, estuvo lejos de demostrar sus prestaciones reales. El avión supersónico voló a una altura de 12.000 pies, unos 3.650 metros, y a unos 370 km/h. Tengamos en cuenta que, según las especificaciones de Lockheed Martin, la aeronave es capaz de alcanzar una velocidad máxima de Mach 1.4 y su techo de vuelo operativo es de 55.000 pies (unos 16.700 metros).

Cuando decimos que el NASA X-59 es fundamental para el regreso de los vuelos comerciales supersónicos como los que ofreció el Concorde en su momento, no es una exageración. La gran novedad de este desarrollo es que se trata de un avión supersónico que no causa boom sónico. Esto le permite volar a velocidades superiores a las del sonido sin provocar la típica estampida que en su momento puso en jaque a la icónica aeronave anglofrancesa y le impidió volar al pleno de sus capacidades sobre ciudades o lugares poblados.

Una de las claves del X-59 de la NASA está en su diseño, con un morro mucho más alargado que el de otras aeronaves con capacidades supersónicas. De la mano de este avión experimental, se espera lograr información crucial que se pueda adaptar a otros modelos de uso comercial.

De acuerdo con la agencia espacial, su avión supersónico genera un “golpe sónico” de menos de 75 PLdB (nivel percibido de decibeles). Según Lockheed Martin, esto es casi tan fuerte como el ruido de la puerta de un coche al cerrarse. Lograr vuelos supersónicos sin boom sónico puede allanar el camino para proyectos como Overture, de Boom Supersonic, el heredero del Concorde.

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