Desde bodegas urbanas hasta islas remotas, los gatos están por todas partes. Pero determinar dónde y cuándo los humanos adoptaron por primera vez a los felinos salvajes ha resultado complicado.
Hasta ahora, los científicos se han centrado en África y Oriente Medio, donde se encuentran los gatos monteses que dieron origen a las mascotas modernas.
Los hallazgos arqueológicos y los recientes trabajos sobre genética antigua han llevado a muchos investigadores a plantear la hipótesis de que los agricultores de la Edad de Piedra domesticaron a los gatos hace casi 10 000 años en Oriente Medio y se llevaron consigo a estos felinos cazadores de roedores cuando posteriormente se trasladaron a Europa.
Ahora, un nuevo análisis de ADN de un extenso conjunto de restos felinos antiguos revela que los precursores de los gatos domésticos modernos se originaron en el norte de África y solo llegaron a Europa hace unos 2000 años. El estudio fue publicado en la revista Science y estuvo financiado en parte por la National Geographic Society.
La tardía llegada de los gatos domésticos resulta sorprendente si tenemos en cuenta lo frecuente que es la representación de felinos en el arte y los artefactos antiguos, según Leslie Lyons, genetista felina de la Universidad de Missouri que no participó en el nuevo estudio. Ella cree que este nuevo trabajo proporciona un dato crucial que ayudará a los investigadores a descifrar el código más amplio de la domesticación de los gatos en otras partes del mundo.
“Estos felinos siguen siendo misteriosos y están revelando sus secretos poco a poco”, señala.
Los restos de gatos antiguos son relativamente raros en los registros arqueológicos. Además, puede resultar difícil distinguir los restos de felinos domésticos de los de sus parientes salvajes, a diferencia de los perros, que han desarrollado varios rasgos físicos, como los ojos de cachorro, que los diferencian de sus antepasados lobos.
La evidencia más antigua de lo que parece ser un gato doméstico fue desenterrada en 2004, cuando los arqueólogos descubrieron el esqueleto de un gato acurrucado junto a los restos de un hombre en una tumba en Chipre. Ambos databan de la nueva edad de piedra, o Neolítico, alrededor del 7500 a. C., lo que respalda la teoría de que los gatos domésticos se originaron poco después del advenimiento de la agricultura en el Mediterráneo oriental.
El arte posterior de Egipto, donde se representaban varios gatos con collares y algunas deidades poseían rasgos felinos, ilustra que los antiguos egipcios también habían domesticado a estos animales alrededor del 2000 a. C.
La genética antigua respaldaba inicialmente esta cronología, según el paleogenetista Claudio Ottoni, explorador de National Geographic y autor principal del nuevo estudio. En 2017, fue coautor de un artículo que analizaba el ADN mitocondrial de varios especímenes de gatos antiguos y concluía que los gatos domésticos se dispersaron inicialmente desde Oriente Medio hace unos 6500 años.
Pero Ottoni y sus colegas tenían la corazonada de que el ADN mitocondrial no contaba toda la historia. Los animales heredan el ADN mitocondrial de su madre, por lo que esta firma genética solo conserva la historia evolutiva del linaje materno. Una imagen más completa proviene del genoma del organismo, o código genético. “Los genomas completos ofrecen una resolución mucho mayor, ya que combinan los ancestros de muchos individuos a lo largo del tiempo”, explica Ottoni, que trabaja en la Universidad de Roma Tor Vergata.
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