La OMS advierte que los gastos médicos podrían empujar a 1,600 millones de personas a la pobreza extrema. El informe global 2025 revela avances insuficientes en cobertura sanitaria y urge acciones para reducir el gasto de bolsillo.
IMER Noticias
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que al menos mil 600 millones de personas que actualmente viven en situación de pobreza podrían caer en pobreza extrema debido a los gastos relacionados con la salud, de acuerdo con el informe Seguimiento de la cobertura sanitaria universal: informe de monitoreo global 2025.
El documento señala que, aunque se han registrado avances en la ampliación de la cobertura de servicios médicos y en la reducción de dificultades financieras, los progresos siguen siendo insuficientes frente a las necesidades de la población mundial.
Uno de los datos más críticos del informe es que en tres cuartas partes de los países analizados, las medicinas representan al menos el 55% del gasto de bolsillo de las personas. Este tipo de gasto afecta no solo a los hogares de bajos ingresos, sino también a sectores con ingresos medios, que en muchos países de renta media han visto aumentar su vulnerabilidad financiera.
Aun así, el Índice de Cobertura de Servicios registró un incremento de 54 puntos en el año 2000 a 71 puntos en 2023, mientras que la proporción de personas que enfrentan dificultades financieras por gastos en salud disminuyó del 34% al 26% entre 2000 y 2022.
El informe destaca que la expansión de programas contra enfermedades infecciosas ha sido clave para ampliar la cobertura, además de avances en la atención de enfermedades crónicas. Sin embargo, los progresos siguen siendo modestos en áreas como salud sexual y reproductiva, materna, neonatal e infantil, lo que mantiene brechas significativas entre regiones y grupos socioeconómicos.
Ante este panorama, la OMS llamó a acelerar las acciones globales para mejorar el acceso a la salud e identificó seis áreas clave para fortalecer la cobertura sanitaria universal:
Garantizar atención sanitaria esencial gratuita para personas en pobreza o vulnerabilidad.
Ampliar la inversión pública en sistemas de salud.
Reducir el gasto de bolsillo destinado a medicamentos.
Acelerar el acceso a servicios esenciales para enfermedades crónicas.
Fortalecer la atención primaria para promover equidad y eficiencia.
Adoptar enfoques multisectoriales que atiendan factores externos al sector salud.
La OMS subrayó que solo con una acción coordinada y con mayor inversión pública será posible evitar que millones de personas caigan en pobreza extrema debido a los gastos en salud, y garantizar un acceso más justo y equitativo a los servicios médicos en todo el mundo.
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