En el maratón destaca Citlalli. integrante de H. Cuerpo de Bomberos, que con traje y casco, corre con orgullo y pasión cada paso de la ruta
Alfonso López
Hay quienes corren un maratón por el mero gusto de hacer deporte; otros, para cumplir un objetivo de salud; y hay quienes entraron a esta ruta para cumplir un desafío, que se volvió permanente.
Así le ocurrió a Citlalli Ramírez, corredora de 39 años, madre de familia, atleta amateur y de profesión bombera, quien realiza el recorrido desde el 2020.
Ella pertenece, desde los 18 años, al Heroico Cuerpo de Bomberos, ingresó siguiendo la figura de su papá, quien trabajaba en la institución, y por la necesidad de aportar recursos económicos para apoyar a la familia de cinco hermanos.
En 2006, fue una de las primeras mujeres en entrar como bombera en activo, en turnos de trabajo de 24 x 36 horas de descanso; siempre atenta, entendió que la preparación y condición física eran fundamentales para realizar su labor.
Así inició en la práctica de atletismo, montañismo, tower running o carreras verticales, hasta que se encontró con las pruebas de medio fondo como los cinco kilómetros, 10 kilómetros y finalmente el maratón, carrera que empezó a realizar con su traje de protección, que tiene un peso de doce kilos, e incluye casco, chamarra y pantalón.
Una preparación completa
¿Cómo se puede completar una prueba tan desgastante como es un maratón con estas condiciones ? Citlalli explica que es necesaria una preparación que incluye apoyo nutricional, atlético y médico para minimizar los riesgos que no pueden sufrir otros corredores.
Ella es la primera integrante del cuerpo de bomberos y la primera mujer en correr con uniforme de seguridad, lo que ha sido un ejemplo e inspiración para compañeros y compañeras de profesión.
El recorrido de 42 kilómetros con 195 metros, lo realiza en un tiempo de entre cuatro horas y treinta minutos, y cinco horas.
No hay preocupación en llegar. Y es que además de la carga que implica el traje contra incendios, atiende a quienes requieren alguna atención en el trayecto.
La belleza del trayecto es un aliciente especial para correrlo, para vencer el cansancio, para cumplir el reto físico y mental que, en su caso, no es la excepción.
El domingo, cuando se dé la señal de salida del maratón, Citlalli y su atuendo de bombera, con su traje en beige y antireflejantes, además de su casco rojo, destacarán entre las y los corredores. Sabrá que, de nuevo, otra vez se volvió a superar a sí misma.
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