▲ El también llamado Mosco de La Merced tendrá mañana su última pelea.Foto Roberto García Ortiz
Karla Torrijos
Periódico La Jornada
Sábado 27 de septiembre de 2025, p. a11
Tras una exitosa y legendaria carrera de 47 años de luchador profesional, Fuerza Guerrera dirá adiós a los cuadriláteros este domingo en una pelea estelar que se llevará a cabo en la Arena Ciudad de México, donde, dijo, entregará a sus aficionados “mi máximo esfuerzo para agradecerles por todo el cariño y el apoyo que me han brindado de forma incondicional durante todo este tiempo”.
En entrevista con La Jornada, el también llamado Mosco de La Merced, de 71 años de edad, aseguró que se retira de la lucha libre “en paz y con la satisfacción de haberme entregado en cada pelea, hice todo lo que tenía que hacer, me voy contento, sin pendientes, sin resentimientos y muy agradecido por todo lo que me dio este gran deporte”.
Uno de los luchadores rudos más emblemáticos del pancracio nacional reconoció que esta disciplina “me formó mucho como persona, gracias a ella aprendí de ética, responsabilidad, en casi 50 años en este deporte nunca dejé una función tirada; pese a las lesiones o enfermedades, siempre cumplí”.
Orgulloso, afirmó que no se quedó “con las ganas de enfrentarme a nadie, peleé con gladiadores de la época de oro, como El Santo, Blue Demon, Black Shadow y Huracán Ramírez, también con varios de mi generación, como Atlantis, Octagón, Blue Panther, y últimamente he luchado con el talento nuevo, no me queda nadie con quien pelear, así que estoy bastante satisfecho”.
Durante su extensa trayectoria, Fuerza Guerrera despojó de sus máscaras a diversos luchadores, y aunque haber obtenido cada una de ellas significó un gran triunfo para él, recordó una que no disfrutó.
“Todas las tapas que disputé y gané son especiales, tienen un valor diferente, pero hay una en especial con la que sufrí, que fue la de mi maestro Gallo Tapado, esa es muy simbólica para mí. Tenía que superar el escollo y él era mi rival, me dolió mu-cho porque él fue mi mentor. Hace poco lo vi en una arena en Monterrey y debo confesar que le pedí perdón por ponerle la mano encima y quitarle su máscara, pero yo soy un peleador rudo y no podía dejar que me pasaran encima”, comentó.
Por otro lado, señaló que ser uno de los gladiadores más exitosos en la década de los 90 no fue fácil, pues aseguró que acabó “con el cuerpo destruido. Estoy muy lastimado y es precisamente una de las razones de mi retiro, tengo todas las lesiones del mundo, en las manos, rodillas, hombros, los luchadores nos acostumbramos a vivir con dolor todo el tiempo, es algo que nunca se nos va a quitar, es duro, pero es el precio que debemos de pagar para estar aquí; sin embargo, puedo decir que cada golpe bien ha valido la pena”.
Finalmente, adelantó que el icónico nombre de Fuerza Guerrera no morirá luego de que él deje los encordados, toda vez que su hija continuará con su legado.
“A partir del próximo domingo ella va a dejar de ser la hija de Fuerza Guerrera, ahora llevará mi nombre. En el tiempo que lleva de luchadora lo ha hecho muy bien, tiene mucha fortaleza, tanto física como mental, es hora de que construya su propio camino.”
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