Estamos viviendo en España unos días de finales de verano mucho más cálidos de lo normal. Pero esta anomalía se acaba, pues un chorro polar nos traerá por fin lo que podríamos considerar el inicio del otoño. Esta noticia ha plagado multitud de titulares esta mañana. Al leerla, a todos nos viene a la mente una masa de aire siberiano que llega para desplomar las temperaturas. Desde luego, el nombre invita a eso. Sin embargo, cabe destacar que el término no da todo lo que promete.
En Hipertextual hemos hablado sobre ello con el portavoz de la AEMET Rubén del Campo, quien nos ha explicado en qué consiste un chorro polar y qué tiene que ver con la vaguada responsable del cambio de temperaturas que se avecina.
Para empezar, cabe destacar que técnicamente es más habitual denominar el chorro polar como corriente en chorro, aunque ambos términos son válidos y, desde luego, “chorro polar” suena más exótico y circula mucho mejor por las redes. Con esto ya aclarado, vamos a ver en qué consiste exactamente, lo llamemos como lo llamemos. Porque sí, las temperaturas van a bajar en algunos puntos del país y también habrá bastantes tormentas, pero no es una llegada abrupta del otoño, mucho menos del invierno.
¿Qué es un chorro polar?
El chorro polar es lo mismo que una corriente en chorro, conocida en inglés como jet stream. Se trata de una circulación de vientos muy intensa que se sitúa en niveles medios y altos de la troposfera. Es decir, de la mitad hacia arriba de la capa más baja de la atmósfera terrestre. “Pongamos pues que puede estar entre 5.000 y 15.000 metros de altitud”, relata del Campo, quien también nos habla sobre su relación con la aviación. “Esta corriente en chorro es muy conocida por los pilotos, comienza. “Cuando sobrevuelan el Atlántico desde América hasta Europa, a veces se ponen en esa corriente aprovechándola de alguna manera para ahorrar combustible”.

Volviendo a la meteorología, si ya hemos visto que no es una corriente que nos vaya a traer un frío helador polar, ¿por qué se llama así? “Se llama así porque está situada relativamente cerca de latitudes polares”. Eso sí, hay que hacer hincapié en ese “relativamente”. “Relativamente, porque otra corriente en chorro importante es la corriente en chorro subtropical. Entonces, para distinguirlas, a la que está más cerca del polo se le llama corriente en chorro polar”. Estás más cerca del polo que la subtropical, pero para nada muy cerca del polo.
¿Qué tiene que ver con la vaguada que llega a España?
En palabras del portavoz de la AEMET, una vaguada “es una especie de lengua de aire frío en niveles medios y altos de la troposfera” que se forma con motivo de una ondulación de la corriente en chorro.
“Si nos imaginamos esa corriente en niveles altos de la troposfera circulando de oeste a este, podemos pensar en una corriente recta que se mueve, siguiendo un paralelo del planeta. Pero en realidad esa corriente suele ondularse por distintas circunstancias, unas veces con más intensidad que otras”.
Ocurre lo mismo que cuando tenemos una cuerda, la agitamos y las ondulaciones se transmiten, a través de la cuerda.
Por otro lado, se sabe que una corriente en chorro separa una capa de aire cálido de otra de aire frío. El frío queda en la zona de las latitudes más altas y el cálido en las más bajas. ¿Y qué ocurre cuando la separación entre capas se ondula y no tenemos una frontera recta? No es una frontera resta. Básicamente, pueden ocurrir dos cosas, que se transporte aire frío hacia el sur o que pase aire caliente hacia el norte. En el primer caso, estamos hablando de una vaguada. En el segundo de una dorsal. Por lo tanto, ya sabemos qué tiene que ver el chorro polar con la vaguada.
Del Campo recuerda que las vaguadas son algo muy habitual. No estamos, ni mucho menos, ante un fenómeno meteorológico excepcional. De hecho, cuando como consecuencia de dicha vaguada se forma una masa de aire frío aislada del chorro polar se forma lo que conocemos como DANA. En esta ocasión ese no es el caso.
Entonces, ¿cómo afectarán este chorro polar y esta vaguada a España?
En esta ocasión, la vaguada va a provocar un descenso de aire frío hacia el sur, por lo que las temperaturas en una parte del país, no en todo, bajarán notablemente. También habrá tormentas, “sobre todo en el nordeste de la península, en Navarra, Rioja, Aragón, Cataluña, Baleares y zonas del norte de la Comunidad Valenciana.”.
En resumen, el chorro polar no es una masa de aire que venga directa de Laponia a desplomar nuestras temperaturas. Se trata de un chorro de aire en capas altas de la troposfera que se produce más cerca de los polos que de los trópicos y que, en este caso, se ha ondulado dando lugar a una vaguada que ha arrastrado aire de latitudes más al norte hacia latitudes españolas. No es el chorro polar como tal el que nos trae este trocito de otoño, sino la vaguada.


Aun así, por supuesto que es un cambio importante. Poco a poco le vamos diciendo adiós al otoño por la llegada de fenómenos que son totalmente normales en esta época del año. A pesar de lo mucho que está cambiando el clima global, aún nos queda un poco de normalidad.
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