Dos semanas después del huracán, el 56% de los santiagueros siguen sin electricidad

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By ndh
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Madrid/El presidente Miguel Díaz-Canel viajó hasta Santiago de Cuba para comprobar in situ cómo marcha la situación dos semanas después del paso del huracán Melissa. Allí se celebró una reunión del Consejo de Defensa Nacional que fue transmitida en el programa televisivo Mesa Redonda. Paradójicamente, pocos santiagueros podrían enterarse, ya que casi el 60% de la provincia sigue sin corriente eléctrica. Y quien la tiene, recibe su correspondiente apagón. 

“Quedan muchas localidades sin energía eléctrica y sin servicio de agua potable. Quedan cientos de evacuados y queda el mayor trabajo por hacer en todas las zonas que quedaron bajo el agua”, dijo el mandatario, cuyo primer ministro se lanzó a la tarea de contener las críticas por la venta de insumos, entre ellos el agua. Los productos donados son “totalmente gratuitos”, dijo Manuel Marrero, “mientras que otros deben ser pagados, lo que a veces genera confusión en la población”. 

El funcionario explicó que “el grupo comunitario es quien decide” a quién entrega, puesto que sabe “la situación de cada familia”. Este proceso debe hacerse “con transparencia, con control popular, la gente tiene que saber qué es lo que está llegando, y a quién se le está entregando”.


El funcionario explicó que “el grupo comunitario es quien decide” a quién entrega, puesto que sabe “la situación de cada familia”

El asunto estaba bien traído, en una semana en que empiezan a circular en redes sociales cuestionamientos acerca de la ayuda donada y la subvencionada. El miércoles, la directora de Comercio y Gastronomía en Granma dijo que se estaba vendiendo agua en los 10 Consejos de Defensa de Zona, a un precio de 40 pesos la botella por núcleo. “Este recurso proviene de la reserva estatal para desastres, no es donativo, y cubre costos logísticos con precio simbólico”, señaló en un mensaje oficial. Los reproches no tardaron en multiplicarse entre quienes consideraron vergonzoso tener que comprar un bien de primera necesidad en medio de una catástrofe.

También ha estado en boca de todos la venta de colchones, hasta el punto de que también en Granma las autoridades han tenido que exponer una argumentación que no muchos comparten. En una nota del Departamento de prevención y trabajo social se habla de dos tipos de colchones, para “que los damnificados reciban el apoyo necesario de manera equitativa, considerando su situación económica”. 

Se habla así de los “cameros”, que son un donativo exterior y se entregan de manera gratuita y los “personales”, que ha adquirido el Estado para emergencias. Estos tienen un costo de 911 pesos, pero están subsidiados en un 50% para quienes tienen “solvencia económica”. La nota añade que el Estado financia el 100% de los colchones para personas vulnerables y menciona las “facilidades de pago” a las que pueden acogerse las familias que lo necesiten, aunque nunca se han dado detalles sobre estos créditos. De los colchones, por cierto, se supo en la reunión de ayer que más de 8.300 se perdieron o dañaron, por lo que se ha tenido que incrementar la producción en Jíbaro y tirar de donativo.

Díaz-Canel admitió que la situación en la zona afectada es “extremadamente difícil” y Marrero agregó que más de 149.000 viviendas y 158.000 hectáreas de cultivos están afectadas. Esto, junto con la recuperación del sector eléctrico –que está al 98% en Guantánamo, 86,2% en Granma y 44% en Santiago de Cuba, sin que esto signifique más que la vuelta al corte de luz planificado– y la situación epidemiológica son las principales preocupaciones. 


Palma Soriano, Songo La Maya, San Luis y Santiago se han identificado como municipios con epidemia, la misma que sacude al país entero

Palma Soriano, Songo La Maya, San Luis y Santiago se han identificado como municipios con epidemia, la misma que sacude al país entero, principalmente de dengue y chikungunya. Ante esto, afirmaron, se han reforzado los protocolos de fumigación

La presidenta del Consejo de Defensa Provincial de Santiago de Cuba, Beatriz Johnson Urrutia, dijo que un 43% de la ciudad cabecera ya ha sido limpiada –caldo de cultivo ideal para el mosquito– y prevé que el 100% se alcance el día 28. La funcionaria reconoció a su manera el fracaso del Gobierno, al admitir que aún hay 6.900 núcleos sin soluciones habitacionales desde el paso de Sandy, en 2012, y a los que ahora se suman más de 2.300 derrumbes totales y más de 19.000 daños parciales o totales de techos. Más de la mitad de los 1.244 centros escolares están afectados y ha habido que reubicar a los alumnos. 

En Granma, Yanetsy Terry Gutiérrez destacó el avance en la recuperación, pero reconoció que son muchas las viviendas dañadas (más de 8.000), a las que se unen 52.000 hectáreas afectadas. Algo mejor está Holguín, que pese a todo tiene más de 900 derrumbes totales y la mitad de sus instituciones educativas dañadas. El secretario del Partido, Joel Queipo Ruiz, dijo que la provincia se centra en los daños psicológicos de la población. Pero no solo en eso: hubo más de 4.700 incautaciones a quienes aprovecharon la situación para poner precios abusivos. “Hay personas que no han interpretado el momento que estamos viviendo”, espetó.

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