se mantiene una de las características clave

La Nintendo Switch 2 está a la vuelta de la esquina. Ya conocemos casi todos sus secretos y, a la espera de ver la reacción de los usuarios cuando esté en el mercado, sabemos a ciencia cierta que todo lo nuevo que trae son mejoras muy interesantes respecto a la primera consola. No obstante, también mantiene una de las características que, en su lanzamiento, dio mucho que hablar con la Switch 1.

Y es que Nintendo mantiene el formato físico en su nueva consola, y eso significa que funciona a través de cartuchos que incluyen los juegos (o no). Lógicamente, su formato es muy pequeño, y además es una consola que también está enfocada al público más pequeño, algo que no es buena combinación.

Para evitar problemas, Nintendo hizo algo muy inteligente con la Switch 1: hacer que los cartuchos/tarjetas de los juegos supieran a rayos para evitar que los más pequeños se los metieran en boca. De hecho, fue algo tan comentando que Nintendo tiene una web de soporte explicando exactamente la razón.

Benzoato de denatonio: la razón del mal sabor de las tarjetas de la Nintendo Switch 2

Según la compañía, las tarjetas de juego de Nintendo Switch están recubiertas de una sustancia de sabor amargo (benzoato de denatonio), y si te los estás preguntando, no, Esto no supone un riesgo para la salud. Esta curiosa característica se mantiene intacta en la Nintendo Switch 2, cuyas tarjetas también tendrán ese sabor amargo que se pega a las manos para evitar problemas con los más pequeños.

Ha sido el uno de los directores de Switch 2 quien ha confirmado este extremo, Takuhiro Dohta, y apunta a que la idea de recubrir las tarjetas de la consola con benzoato de denatonio es, precisamente, para evitar que los niños se los traguen por accidente:

No queremos que nadie corra el riesgo de un consumo no deseado. De hecho, los diseñamos para que, si entran en la boca, los escupan.

Así que ya sabes la razón por la que, cuando uses una tarjeta de juego de Nintendo Switch 2 las manos te queden con un sabor amargo y desagradable. Todo tiene una explicación, y en este caso, además, tiene una buena razón detrás.