Si no puedes vencer al enemigo, únete a él. ¿Y si usásemos la energía del sol, a veces abrasador, para alimentar sistemas de aire acondicionado? Eso justamente es lo que se pretende con el sistema CoolSpaces, resultante del consorcio CoolSapces 4 Life, establecido entre la Universidad de Almería, en España, la Universidad Wroclaw de Ciencia y Tecnología, en Polonia, la compañía Hedera Helix Ingeniería y Biotecnología S.L,. y la fundación PROZON Fundacja Ochrony Klimatu.
El calentamiento global resultante de la emisión excesiva de gases de efecto invernadero está llevando a que cada verano sea más caluroso que el anterior. Estamos batiendo récords terribles y nos vemos en una disyuntiva sin antecedentes. Mientras se buscan soluciones para que este calentamiento no siga avanzando, necesitamos refrescarnos, pero la mayoría de métodos que usamos para enfriar nuestros hogares suponen un gasto eléctrico que libera aún más de esos gases de efecto invernadero. Es un círculo vicioso muy peligroso.
Con el sistema de CoolSpaces, en cambio, se usan refrigerantes con un potencial de calentamiento global insignificante. Además, para hacerlo funcionar se usa mayormente energía solar, por lo que estaríamos ante un aire acondicionado que no solo pone tiritas sobre la herida del calentamiento global, también contribuye a curarla. Esto es lo que hace tan interesante este proyecto, que ha sido posible gracias a la financiación de la Unión Europea a través del programa Life.
¿Cómo funciona el sistema CoolSpaces?
CoolSpaces es un sistema de aire acondicionado que funciona mediante energía solar. Como tal, parte de una configuración que en inicio podría compararse a las de otros sistemas de refrigeración. Lo ha explicado a Hipertextual Juan Luis Bosch, profesor de la Universidad de Almería y uno de los miembros del proyecto. “Los paneles fotovoltaicos alimentan una unidad convencional de refrigeración por compresión y un sistema de baterías que almacena la energía eléctrica cuando la producción supera la demanda”. Su gran diferencia comienza con el gas refrigerante seleccionado.
“El gas refrigerante se ha desarrollado específicamente para este proyecto y ofrece un equilibrio entre la eficiencia y un bajo potencial de calentamiento global”, explica Bosch. “Además, el sistema incorpora un depósito con materiales de cambio de fase encapsulados que almacenan frío para poder liberarlo cuando no hay sol”. Esto permite climatizar un edificio sin recurrir a la red eléctrica, durante todo el día y aunque haya periodos de nubosidad.

Ojo a esa cursiva en el frío. El frío como energía no existe exactamente. Es, básicamente, la ausencia de calor. Cuando un sistema absorbe calor, se calienta y, cuando lo libera, se enfría. Los materiales de cambio de fase son aquellos que, cuando pasan de un estado de la materia a otro, se mantienen en esa transición suficiente tiempo para proporcionar frío o calor. Por ejemplo, al pasar de sólido a líquido, se absorbe calor del medio, mientras que para pasar de líquido a sólido el calor se libera. Esto significa que un material que pasa mucho tiempo pasando de líquido a sólido liberará bastante calor de forma mantenida, mientras que uno que se mantiene mucho tiempo en la transición de sólido a líquido absorberá mucho calor y refrescará el medio. Esto último es lo que se busca en sistemas de aire acondicionado como CoolSpaces.
Un aire acondicionado ideal para cualquier clima
El hecho de que use energía solar, hace este aire acondicionado ideal para lugares muy calurosos. “Cuantas más horas de sol, el sistema va a producir y almacenar más energía, con la ventaja añadida de que es precisamente en esos días cuando más se necesita refrigeración”, relata Bosch. “Esa coincidencia entre oferta y demanda lo hace muy eficiente en diversos tipos de climas”.
No obstante, su gran capacidad para almacenar energía lo convierte en un sistema ideal para cualquier parte del mundo. De hecho, dado que los miembros del consorcio pertenecen a Polonia y el sur de España, se ha probado el sistema en ambos lugares. “En la actualidad ya hay dos instalaciones piloto: una en la Universidad de Breslavia (Polonia) y otra en el Centro de Investigaciones de la Energía Solar (CIESOL) de la Universidad de Almería”, nos cuenta el profesor de la Universidad de Almería. Añade también que ambas están todavía en fase de validación y optimización, pero de momento no debería haber problema con su eficacia en ninguno de los dos climas.


Si hay energía solar disponible, ¿dispondremos de este sistema pronto?
Inicialmente, el sistema está diseñado para instalarse en edificios públicos, como hospitales o colegios. Esto es así porque se trata de edificios que tienen una gran demanda de refrigeración. Además, Bosch señala que son lugares con “un control centralizado y consumos más predecibles”. Sin embargo, la tecnología es escalable, por lo que se espera que también pueda llevarse a viviendas privadas. Eso sí, aún habrá que esperar un poco.
“De momento se trata todavía de una fase de demostración, con un final previsto en 2026”. Ahora bien, “si los resultados confirman su viabilidad técnica y económica, el paso siguiente sería la comercialización con apoyo de la industria”. Ojalá que pronto podamos disponer de este sistema que nos ayudará a mantenernos frescos sin seguir aumentando las emisiones de gases de efecto invernadero. La opción del abanico se nos está quedando ya demasiado corta.
DERECHOS DE AUTOR
Esta información pertenece a su autor original y fue recopilada del sitio https://hipertextual.com/ciencia/aire-acondicionado-energia-solar-coolsapces/
