500 millones de PC no quieren actualizar

Hace más de un mes que Windows 10 perdió el soporte oficial, dejando a los usuarios sin actualizaciones de seguridad. Si bien se ofreció un período de gracia de hasta un año, existen muchos equipos que podrían dar el salto a Windows 11 en cualquier momento pero no quieren. Eso no está ocurriendo y Dell ha revelado cifras preocupantes para Microsoft.

En la última presentación de resultados financieros, Dell mencionó que existen cientos de millones de ordenadores compatibles que no se han actualizado a Windows 11. Al parecer, las tácticas agresivas de Microsoft no surtieron el efecto deseado en los usuarios, quienes prefieren quedarse en Windows 10 todo el tiempo que sea necesario.

“Tenemos unos 500 millones de ellos capaces de ejecutar Windows 11 que no han sido actualizados”, dijo el director operativo de Dell, Jeffrey Clarke. “Y tenemos otros 500 millones que tienen cuatro años y que no pueden correr Windows 11. Todas esas son oportunidades muy buenas para actualizar hacia una tecnología moderna”.

Vale la pena mencionar que los números que compartió Clarke representan a todo el mercado de PC, no solo los ordenadores de Dell. El directivo añadió que la adopción de Windows 11 está entre 10 y 12 puntos por detrás de lo que ocurrió con Windows 10 hace una década.

“El ciclo de actualización de PC sigue siendo duradero, respaldado por una base instalada antigua y una parte significativa del sistema que aún no se ha actualizado a Windows 11”, dijo Clarke. Aunque los adelantos en la IA y los nuevos procesadores ARM prometen un futuro brillante, el directivo de Dell dejó claro que el mercado de PC se estancará durante 2026.

Windows 11 avanza a marchas forzadas

De acuerdo con Statcounter, Windows 11 cuenta con el 55% de la cuota de mercado al cierre de octubre de 2025. Tras años de vivir bajo la sombra de Windows 10, esta versión superó a su antecesora a mediados de año, cuando Microsoft reveló que ya había 700 millones de ordenadores ejecutando Windows 11. La cifra actual podría superar los 1.000 millones, según estimaciones del jefe de Windows.

En contraste, los cientos de millones de equipos que no pueden actualizarse a Windows 11 van camino a convertirse en basura electrónica. Un estudio de Canalys encontró que la obsolescencia generaría 480.000 toneladas de desechos, equivalentes a 320.000 coches.

“Microsoft se ha fijado objetivos ambientales ambiciosos, pero el impacto de esta decisión amenaza con descarrilar su progreso”, declaró Lucas Gutterman, líder de los Grupos de Investigación de Interés Público. El fin del soporte de Windows 10 causará la obsolescencia de más dispositivos que cualquier otra acción jamás realizada, señaló Gutterman.