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Al menos 65 mil personas reunidas en CU aprecian el espectáculo cósmico

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Eirinet Gómez

 

Periódico La Jornada
Martes 9 de abril de 2024, p. 6

Un barullo surgió debajo de unos árboles en las Islas, en Ciudad Universitaria, cuando el eclipse total de Sol apenas comenzaba a ser perceptible. Eran aplausos, gritos de bravo, y finalmente un coro: ¡Beso, beso! Los protagonistas eran Natasha y Nambo dos estudiantes de los primeros semestres de Economía, que eligieron este evento astronómico para sellar su noviazgo.

Del mismo modo que algunos investigadores del Instituto de Geofísica aprovecharon para hacer estudios de la ionosfera, la capa de la Tierra donde se dan varios fenómenos de la comunicación, y un grupo de biólogos decidió que era oportunidad de observar el comportamiento de animales marinos, a Nambo, de 21 años le pareció buena idea averiguar si sus sentimientos por Natasha eran correspondidos.

Desde hace días lo vengo planeando, pero no encontraba la forma de decirle lo que siento, hoy sentí que el eclipse era una buena razón, y se lo pedí con unas flores, contó Nambo, quien llegó a la observación del evento ataviado en un traje sastre y corbata, a pesar de que la temperatura en la ciudad llegaba a los 29 grados.

Buena energía

Estamos muy conectados y justo este fin de semana hablábamos de la buena energía que sentíamos por la aproximación del eclipse, contó una ruborizada Natasha, ante la mirada de los curiosos testigos.

De acuerdo con Protección Civil de la UNAM fueron 65 mil personas las que se congregaron en la zona universitaria para ver el eclipse. Las primeras personas, arribaron a las 9:00 horas y se tendieron bajo la sombra de los árboles. Los rezagados tuvieron que echar manos de sombrillas, sombreros, casas de campaña y carpas, para cubrirse del Sol, mientras esperaban el eclipse.

Entre los asistentes predominaron los estudiantes universitarios, como Daniela Arias y un grupo de cinco amigos del segundo semestre de la facultad de ingeniería, quienes se organizaron para celebrar el cumpleaños de uno de ellos, durante la observación del eclipse.

Todos vamos en el mismo grupo y decidimos desayunar juntos, trajimos comida y un pastel porque vamos a festejar a una amiga.

Pero también había familias como la de Iván Morales, quien acudió con sus dos hijos, que llegaron con cajas oscuras armadas con una careta para soldar de 14 filtros, que aprendieron a hacer con un video de YouTube.

▲ Aspecto de las Islas en Ciudad Universitaria ayer.Foto Pablo Ramos

No fueron a la escuela, me los traje de pinta, quiero que vivan una experiencia distinta, a lo mejor en clases no la iban a vivir como lo están haciendo aquí, en comunidad. Estoy seguro que cuando el eclipse llegue a su punto máximo, vivirán una energía muy especial, contó Iván.

Muy cerca de donde estaba la familia de Iván, se encontraba un grupo de niños que jugaba con un trozo de rama y un agujero en la tierra, mientras esperaban que comenzara el eclipse. Entre ellos estaba Danae Marilu, de casi 12 años, quien contó:me entusiasma ver el eclipse, porque es el primero que haré con lentes protectores, el anterior (el de octubre de 2023), lo ví reflejado en agua

En la Ciudad de México el eclipse comenzó a ser perceptible a las 10:55 horas, y alcanzó la cobertura máxima de 74.71 por ciento de oscurecimiento a las 12:14 horas. Cuando los organizadores lo anunciaron al público hubo aplausos y un goya. También una brisa tenue que comenzó a mecer los árboles, como si la tarde se hubiera adelantado.

“¡Qué belleza!, ¡Es precioso! decían las personas después de pasar por el tendedero de filtros, que se improvisó en la explanada principal de CU.

Vladimir Anton Ávila Reese, investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM, dijo que el eclipse es un momento que nos abstrae, nos saca de la realidad cotidiana y nos muestra que somos parte de un orden cósmico, aquí vemos cómo la Luna se mueve tapando al Sol.

El especialista recordó que los eclipses solares ocurren dos veces al año, pero la mayoría en los océanos, llegan a los continentes con menos frecuencia, y para que sean totales, como ocurre ahora en el norte de México, son menos frecuentes.

Señaló que tras este eclipse, sólo queda esperar el siguiente, que en territorio mexicano ocurrirá el 30 de marzo de 2052, mientras que a nivel planetario el próximo tendrá lugar el 2 de agosto de 2026 y se podrá observar en Europa.

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